Los pilotos de altura
Pío Baroja
Los pilotos de altura narra las aventuras de un marino sin escrúpulos, dedicado al tráfico de esclavos, al que suceden en sus viajes como negrero toda suerte de peripecias: tempestades, naufragios, persecuciones, rebeliones, ataques piratas... Rara vez aparecen en la literatura española novelas cuya trama principal sean las aventuras y más si estas suceden en el mar. Pío Baroja nos ofrece aquí una excepcional novela al estilo de la más pura tradición narrativa inglesa.
La Nueva Atlántida
Francis Bacon
El filósofo inglés Francis Bacon imagina una sociedad regida por los frutos de la ciencia: no existen políticos ni burócratas, sólo quienes descuellan en alguna ciencia participan de la toma de decisiones, una idea socialista de una sociedad en la que los «científicos» todavía no habían defraudado las expectativas de los humanistas.
Tres en una taza
Gabriela Guerra Rey
En los años sesenta en Cuba, tras el triunfo de la Revolución, creció una generación de intelectuales, artistas y escritores, cuyas obras, publicadas o no, marcaron una etapa fundamental en la literatura y la cultura cubanas y latinoamericanas.
El amor brujo
Roberto Arlt
Tras su apariencia de novelón decimonónico, El amor brujo cuenta la tragicomedia de un burgués, Estanislao Balder, que para superar su existencia anodina se lanza a una aventura amorosa tan dulzona como torpe. Sutil e imprevisible, hay que llegar hasta el final para calibrar el alcance de la crítica, cuya acidez desnuda al hombre fatuo, aparentemente satisfecho. En esta última novela de Arlt, más que en ninguna otra, se manifiestan las debilidades y los rencores que apremiaron a este «François Villon de quilombo», como lo definió Cortázar, y destellan esas «imágenes inapelables y delatoras» que nos ponen frente a nosotros mismos y nuestras vergonzosas flaquezas.
El libro egipcio de los muertos
Anónimo
De todos los pueblos de la antigüedad, ninguno manifestó por el misterio de la muerte un interés tan apasionado y exclusivo como el Egipcio. En la actualidad poseemos unos 190 preceptos de los conjuros que los parientes del muerto colocaban en sus tumbas.