Reseña

Colección del siglo

Me sumo a la opinión de que la antología El martillo y la hoz y otros cuentos, (Isliada Editores, 2011), constituye una muestra efectiva de lo mejor de la narrativa cubana actual. De una manera de narrar donde la calidad y la seducción se toman de la mano.

Estoy hablando de una antología con pinceladas sui géneris, dividida en tres segmentos: Narrativa General, Literatura Policial y Ciencia Ficción y Fantasía. Estoy hablando de veintiún cuentos organizados según el criterio de los lectores de Isliada.com (Web sobre Literatura Cubana Contemporánea).

Lo original, lo novedoso, está en que la antología fue conformada por sus futuros lectores. En que los cuentos reunidos, como un juego futurista, forman parte de una selección previa de los usuarios de Isliada, que votaron por ellos a través de una encuesta online.

El martillo y la hoz y otros cuentos, al menos en Cuba, se convierte en un libro diferente por estar conformado según el gusto de sus posibles lectores y no por la subjetividad y el gusto de un antologador. Me atrevo a añadir, sin embargo, que la mayoría de los cuentos igual hubieran podido ser incluidos en cualquier otra compilación elaborada ahora mismo.

Está claro; enfrentarse a una selección de historias, agrupadas bajo el concepto que se desee, es enfrentarse a una visión literaria de un momento. Y todo momento, inevitablemente, solo puede quedar definido por un gesto, en este caso, la acción de antologar.

Lo hemos visto otras veces. En los anaqueles están las magníficas antologías (en el género cuento) de Salvador Redonet: Los últimos serán los primeros (Editorial Letras Cubanas, 1993); de Rogelio Riverón: Palabra de sombra difícil (Casa Editora Abril, 2003) y Conversación con el búfalo blanco (Letras Cubanas, 2005); del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, Los que cuentan (Editorial Caja China, 2008); y —aunque se trate de una selección de cuentos de escritores hispanoamericanos contemporáneos— Quince golpes en la cabeza (Editorial Caja China, 2008). Ahora le sigue en el tiempo El martillo y la hoz y otros cuentos, con formato y concepción diferentes, emparentada en algo con Maneras de narrar (Ediciones UNIÓN, 2006), antología en donde se muestran todos los textos ganadores en el Concurso de Cuentos La Gaceta de Cuba, en el período 1993-2005. Y digo “emparentada en algo”, porque aquella antología mostraba los premios de un concurso, o sea, la determinación de un jurado que elige según sus cánones; y ésta muestra la determinación de muchos lectores que eligieron según el canon plural e inequívoco de un momento —iba a escribir “de una época”, pero me pareció muy exagerado.

Estoy convencido de que Borges formuló su tesis del Libro de Arena, debido a algún sueño futurista que tuvo, en el cual se vio rodeado de PCs con conexión a internet. El Libro de Arena, como bien ha aclarado el argentino, consta de un número infinito de páginas, o sea es una visión más o menos concreta de lo que hoy es el ciberespacio.

Sí, estoy convencido de que Borges se sentiría identificado con estos tiempos modernos. ¿Cuántos blogs no hubiera creado junto a Bioy Casares? ¿O junto a Neruda, en una especie de reconciliación literaria? ¿Cuántas antologías digitales no hubiera fabricado con su minuciosa mirada de tacto?

El martillo y la hoz y otros cuentos, es el resultado de una encuesta online. Es, también, un resultado loable, disfrutable. Pues si algo tiene el libro es la organicidad (en términos de calidad) que logra con su variación temática. No es un retruécano. Lo comprobarán apenas se introduzcan en las primeras páginas.

Algunos cuentos te seducirán al máximo, algunos los aceptarás y ya, otros tal vez no serán de tu agrado, pero siempre encontrarás lo que estabas buscando. Ya que esta una antología para encontrar, de algún modo, lo que estabas buscando. Se burla y cumple a la vez con la sensatez del proverbio: “Quien intenta agradar a todos no logra complacer a ninguno”. Porque todos los cuentos, como en toda antología, no te gustarán, pero la mayoría, como en pocas antologías, serán de tu agrado, más aún si eres uno de los que votaron para conformar esta recopilación.

En los cuentos reunidos están los autores más diversos, desde pesos pesados como Rafael de Águila hasta los talentosos jóvenes Yonnier Torres y Gabriel J. Gil. Nos reencontraremos, de paso, con nombres muy conocidos por lectores ávidos en los géneros de Narrativa, Literatura Policial y Ciencia Ficción. A saber: Jorge Enrique Lage, Emerio Medina, Miguel Terry Valdespino, Ahmel Echevarría, Jorge Ángel Pérez, Yamilet García Zamora, Leopoldo Luis, Lorenzo Lunar, Rafael Grillo, Rebeca Murga, Mario Brito, Obdulio Fenelo, Erick J. Mota, Yoss, Gabriel J. Gil, Juan Pablo Noroña, Jeffrey López Dueñas y Carlos A. Duarte Cano. Sí, en El martillo y la hoz y otros cuentos, aparecen nombres muy representativos de la narrativa actual, por lo que no dudo en añadir que hay para todos los gustos.

Es bueno señalar que la antología también es lo que es —un objeto artístico—, gracias a las ilustraciones de destacados pintores cubanos contemporáneos. En la presentación de cada cuento descubrimos imágenes de Acebo, Amilkar Feria, Alfredo Rosales, Boligán, Aramís Santos, Luis Lamothe, Javier Guerra, Niels Reyes, Yaumil Hernández… Pero como ninguna antología puede ser perfecta, me regodeo esperando por otra todavía mejor. De todas formas no me preocupo, los editores han prometido que ésta es solo el Volumen 1. Y como no hay 1 sin 2, ni 4 sin 53, las posibilidades de seguir leyendo se magnifican. Esperemos.

Javier Rabeiro Fragela. Matanzas, 1978. Narrador

Egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Premio Farraluque de Literatura Erótica 2006. Premio Alfredo Torroella 2006. Finalista en el Concurso Internacional de Minicuentos El Dinosaurio 2006. Tercer Premio de Ciencia Ficción de la revista Juventud Técnica 2007. Premio Ernest Hemingway 2007. Mención en el Concurso Internacional de Cuento Casa de Teatro 2009. Premio Luis Rogelio Nogueras de Novela 2011.