Raymond Radiguet

De Amedeo Modigliani - Amedeo Modigliani, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=726504

Raymond Radiguet. Fue un escritor francés que nació el 18 de junio de 1903 en Saint-Maur-des-Fossés y murió el 12 de diciembre de 1923 en París, a causa de una fiebre tifoidea. Su breve pero intensa vida literaria le valió el reconocimiento de autores como André Salmon, Max Jacob, Pierre Reverdy y sobre todo Jean Cocteau, quien fue su amigo, mentor y amante.

Radiguet mostró desde muy joven una gran pasión por la lectura y la escritura. Abandonó los estudios a los 15 años para dedicarse al periodismo y a la poesía. Colaboró con diversas revistas vanguardistas, como Sic, Littérature y Le Coq, esta última fundada por él y Cocteau en 1920. Publicó su primer libro de poemas, Les Joues en feu, en el mismo año, con el apoyo de François Bernouard.

Su obra más conocida es la novela El diablo en el cuerpo, publicada en 1923. En ella narra la historia de amor entre un adolescente y una mujer casada cuyo marido está en el frente durante la Primera Guerra Mundial. La novela causó un gran escándalo por su tono cínico y antipatriótico, y por su descripción explícita de la pasión amorosa. Fue llevada al cine varias veces, siendo la más famosa la versión de Claude Autant-Lara de 1947.

Radiguet escribió también otra novela, El baile del conde de Orgel, que se publicó póstumamente en 1924. Se trata de una obra más madura y compleja que la anterior, ambientada en la alta sociedad parisina de principios del siglo XX. En ella se exploran los temas del amor, la amistad, el matrimonio y la traición.

Además de sus novelas, Radiguet escribió una obra de teatro, Les Pelicans, estrenada en 1921, y varios cuentos que aparecieron en el periódico satírico Le Canard enchaîné bajo el seudónimo de Rajky.

Radiguet fue un escritor precoz y genial, que supo plasmar en sus obras su propia experiencia vital con una sensibilidad y una lucidez extraordinarias. Su muerte prematura le impidió desarrollar todo su potencial literario, pero dejó una huella imborrable en la literatura francesa del siglo XX.