Cuentos de Hadas

La hormiguita

Fernán Caballero

Había vez y vez una hormiguita tan primorosa, tan concertada, tan hacendosa, que era un encanto. Un día que estaba barriendo la puerta de su casa, se halló un ochavito...

El príncipe Fatal y el príncipe Fortuné

Jeanne Marie Leprince de Beaumont

"Al segundo príncipe, al que habían llamado Fortuné, todo le iba, al contrario, de maravilla. Su papá y su mamá lo amaban con locura y ya no se acordaban del mayor. La malvada mujer a la que se lo habían entregado, nada más llegar a su casa, le quitó las bellas ropas con las que iba vestido para ponérselas a uno de sus hijos que era de la edad que Fatal..."

Cortejo de invierno

Sarah Orne Jewett

"Protegida por este hombre y esta pistola, una gris mañana de viernes, a las puertas del invierno, la señora Fanny Tobin viajaba de Sanscrit Pond a North Kilby. Era una mujer mayor y de apariencia débil, pero con un brillo de inteligencia en los ojos, y estaba preocupada por su abundante equipaje y su propia seguridad..."

El Carlanco

Fernán Caballero

"Y cate usted ahí que llaman a la puerta, y que oyen una voz como la de un becerro, que dice: ¡Abrid, que soy el Carlanco! Que montes y peñas arranco."

La niña de los fósforos

Hans Christian Andersen

"Encendió la niña una tercera cerilla, y se encontró sentada debajo de un hermosísimo árbol de Navidad. Era aún más alto y más bonito que el que viera la última Nochebuena, a través de la puerta de cristales, en casa del rico comerciante."
Barbazul por Gustave Doré

Barba Azul

Charles Perrault

Érase una vez un hombre que tenía hermosas casas en la ciudad y en el campo, vajilla de oro y plata, muebles tapizados de brocado y carrozas completamente doradas; pero, por desgracia, aquel hombre tenía la barba azul: aquello le hacía tan feo y tan terrible, que no había mujer ni joven que no huyera de él...
Barba azul - Charles Perrault - Cuento de Hadas

Barba azul (Libro)

Charles Perrault

En otro tiempo vivía un hombre muy rico, que tenía hermosas casas en la ciudad y en el campo, vajilla de oro y plata, muebles muy adornados y carrozas doradas; pero, por desgracia, su barba era azul, color que le daba un aspecto tan feo y terrible que no había mujer ni joven que no huyera a su vista.Una de sus vecinas, señora de rango, tenía dos hijas muy hermosas. Le pidió una en matrimonio, dejando a la madre la elección de la que había de ser su esposa. Ninguna de las jóvenes quería casarse con él y cada cual lo endosaba a la otra, sin que la otra ni la una se decidieran a ser la mujer de un hombre que tenía la barba azul. Además, aumentaba su disgusto el hecho de que se había casado con varias mujeres antes y nadie sabía lo que de ellas había sido. Finalmente se casará con la menor de las hermanas.
Retrato de Jean y Geneviève Caillebotte

Aurore y Aimée

Jeanne Marie Leprince de Beaumont

Había una vez una dama que tenía dos hijas. La mayor, que se llamaba Aurore, era bella como el día, y tenía un carácter bastante bueno. La segunda, que se llamaba Aimée, era tan bella como su hermana, pero era maligna, y sólo tenía talento para hacer el mal...
La Bella y la Bestia - Jeanne Marie Leprince de Beaumont

La Bella y la Bestia

Jeanne Marie Leprince de Beaumont

La Bella y la Bestia es un cuento de hadas tradicional europeo. Explicado en múltiples variantes cuyo origen podría ser una historia de Apuleyo, incluida en su libro El Asno de Oro. La versión de madame Leprince Beaumont, elegida para esta edición, fue publicada por primera vez en 1756 y cuenta la historia de Bella, hija de un rico mercader que por azares del destino ha de irse a vivir al castillo de una Bestia que pretende matarla. Sin embargo, Bestia se enamora perdidamente de Bella y no sólo le perdona la vida sino que le propone matrimonio.
Blancanieve y Rojarosa. Por Alexander Zick

Blancanieve y Rojarosa

Jacob Grimm, Wilhelm Grimm

Una pobre mujer vivía en una cabaña en medio del campo; en un huerto situado delante de la puerta, había dos rosales, uno de los cuales daba rosas blancas y el otro rosas encarnadas. La viuda tenía dos hijas que se parecían a los dos rosales, la una se llamaba Blancanieve y la otra Rojarosa...
Vasilisa la Hermosa. Por Iván Bilibin

Basilisa la Hermosa

Aleksandr Afanásiev

En un reino vivía una vez un comerciante con su mujer y su única hija, llamada Basilisa la Hermosa. Al cumplir la niña los ocho años se puso enferma su madre, y presintiendo su próxima muerte llamó a Basilisa, le dio una muñeca y le dijo:..

El Príncipe Feliz

Oscar Wilde

Los ojos del Príncipe Feliz estaban llenos de lágrimas, y las lágrimas le corrían por las áureas mejillas. Y tan bello se veía el rostro del Príncipe a la luz de la luna, que la golondrina se llenó de compasión...

Los deseos ridículos

Charles Perrault

Érase una vez un pobre leñador que estaba harto de la vida tan penosa que llevaba y solía decir que tenía ganas de ir a reposar a los bordes del Aqueronte; porque veía que, en su profundo dolor, jamás el Cielo cruel no había querido concederle ni uno de sus deseos...