Poesía

Infamélica

The Dream or Sleeping Nymph, de Jean-Jacques Henner

REPRÍMOME

Sólo veo
de vos
oculta
por tus propias piernas
lo que no veo

Cuánto veo y no veo de vos
no viendo lo que veo

Es lo que no veo de vos
oculta por tus propias piernas
reitérome
lo único que veo

Remózame
mientras me reprimo
y sublimo

tanta
óptima
perturbación.

NO HAY TAMPOCO MODO

No hay modo de conocerte
no hay tampoco modo de desconocerte

No hay modo de conocerte
en el sentido de que no hay modo de atesorarte
si es que sólo accederé a conocerte.

PRÍNCIPE AZUL

Yo no te propongo calmar el hambre:
te propongo satisfacer nuestro apetito

No es una escapada lo que te propongo:
es un viaje

No te propongo el aturdimiento mutuo:
te propongo la lucidez recíproca

No es olvidar el pasado lo que te propongo:
es
recordar el futuro

Yo
no te propongo ahondar el vínculo:
te propongo
vincular las honduras.

VÍCTIMA

I

¿Por qué te parece
que te proponés como víctima
de mi
imprecisión?

II

Ya no me alcanza mi víctima
por más que corra

o vuele

hacia mí.

III

A caballo de mi víctima
llegué
por todos los caminos
al Amor

y mi víctima

a Roma.

APROVECHAMIENTOS

A la tía la asaltábamos en su pieza
cada sábado después del mediodía
sus sobrinos
Púberes, adolescentes
sin adultos en la casa
jugábamos a que era nuestra
a que la tía nos estaba destinada
Aprendimos en ella
nos adiestramos
los dos hermanos y el primito
Estimulada así la tía
casi muda nos daba todo
en su delicado estupor
A su manera nos aguardaba
y se concedía sus raciones de vértigo
Manuable, dúctil nos complacía
en familia
Mi primo sobreactuaba para no derrumbarse
alardeaba de sádico
y me parece que estaba
caliente con mi hermano

A los tres en fila nos mamaba la tía
La mía se la dejaba más tiempo en la boca
Mi primo se aferraba la suya
él dirigía su batuta
y la descargaba antes que mi hermano y que yo

Mi hermano fue sorprendido por papá
un jueves después de medianoche
sodomizando a la tía
Cegado, papá, el histórico
fornicador de su hermana
los acuchilló
Mi primo y yo nunca recordamos
estando juntos
a esos muertos
Dejó secuelas:
él se hizo stripper
y yo
coleccionista y usuario de italianas
suecas, taiwanesas, mucamitas indias
embarazadas africanas, cadavéricas
muñecas inflables.

EL AMOR QUE TENGO PARA DAR

El amor que tengo para dar
es poco

No me mandaré
la parte

Aparte
nadie me reclama
que ame.

Rolando Revagliatti. Buenos Aires, Argentina, 1945.

Publicó en soporte papel un volumen que reúne su dramaturgia, dos con cuentos, relatos y microficciones y quince poemarios, además de otros cuatro poemarios sólo en soporte digital. En esta condición se hallan los Tomos I, II, III, IV y V, conformados por 128 entrevistas realizadas por Revagliatti, de Documentales. Entrevistas a escritores argentinos. Todos sus libros cuentan con ediciones electrónicas disponibles en http://www.revagliatti.com