Es impostergable, entonces, dar paso a otra pieza del juego. En términos hermenéuticos, el lector modelo. Y con este personaje que todos, una y otra vez, interpretamos, entran tomados de la mano la competencia textual de quien se asoma al libro…
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo