Corazón

Corazón, una novela de Edmundo de Amicis

Resumen del libro: "Corazón" de

La fama de Edmondo De Amicis está ligada hoy a un solo título: Corazón, libro que fue distribuido por la editorial milanesa Treves al inicio del curso de 1886. La obra está construida como un diario escolar, en el cual Enrique, muchacho turinés de tercero, anota los acontecimientos principales del año, entremezclados con las cartas de sus padres y con cuentos mensuales, algunos de los cuales se han hecho famosísimos (El pequeño centinela lombardo, De los Apeninos a los Andes). Son relatos patéticos y conmovedores, y en realidad todo el libro está construido para provocar la emoción y las lágrimas del joven lector; de este modo, De Amicis intentaba que su público participase de los valores morales y sociales (sentido del deber, del honor, del patriotismo, del trabajo, de la honradez) indispensables para convertir definitivamente a Italia en un país moderno. El éxito del libro fue enorme; baste decir que en dos meses y medio alcanzó 41 ediciones. En 1896 el número de ediciones llegaba ya a 197, y en el siglo XX se tradujo a cuarenta lenguas.

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Primer día de clase

Lunes, 17

Hoy hemos empezado el nuevo curso. Han pasado como un sueño los tres meses de vacaciones transcurridos en el campo. Mi madre me llevó esta mañana al grupo escolar «Baretti» para matricularme como alumno de tercero. Mientras tanto pensaba en el campo e iba de bastante mala gana. Las calles adyacentes eran un hervidero de chiquillos, y las dos librerías próximas al grupo estaban llenas de padres y de madres que compraban carteras, cartillas, libros, estuches o plumieres con útiles de trabajo y cuadernos. Delante de la escuela se agolpaba tanta gente, que el bedel hubo de pedir la presencia de guardias municipales para que mantuviesen el orden y quedase expedita la entrada.

Cerca de la puerta sentí unos golpecitos en el hombro. Me los dio mi anterior maestro de segundo, alegre, jovial, de pelo rubio, rizoso y encrespado, que me dijo:

—¿Qué, Enrique? ¿Nos separamos para siempre?

Demasiado lo sabía yo, pero sus palabras me apenaron mucho. Entramos, por fin, a empellones. Señoras, caballeros, mujeres del pueblo, obreros, militares, abuelas, criadas, todos con chicos de una mano y el material escolar en la otra, llenaban el vestíbulo y las escaleras, produciendo un rumor como al entrar al teatro después de una larga espera en la cola.

Volví a ver con alegría el amplio zaguán de la planta baja al que dan las puertas de siete aulas, por donde había pasado casi todos los días durante tres años. Estaba repleto de gente. Las maestras de los pequeños iban y venían en todas direcciones. La que había sido mi profesora dos años antes me saludó desde la puerta de su clase, añadiéndome: —Enrique, este año vas al piso de arriba, y ni siquiera te veré pasar. Habló mirándome con aire entristecido.

El Director estaba rodeado por mujeres que le instaban a que admitiera a sus hijos, no matriculados por falta de espacio. Me pareció que tenía la barba algo más canosa que el año pasado. Encontré a algunos chicos más altos y fuertes que al terminar el curso.

En la planta baja ya se había hecho la distribución de los escolares; había pequeñines que no querían entrar en el aula y se encabritaban como potrillos, debiéndoseles forzar para que pasasen al interior; pero algunos se escapaban de los bancos que les habían asignado y otros rompían a llorar en cuanto sus padres o acompañantes se marchaban, quienes volvían para consolarlos o hacerlos sentar nuevamente. Con esto las maestras se desesperaban. Mi hermanito se quedó en la clase de la maestra Delcati, y yo en la del maestro Perboni, situada en el piso principal.

A las diez todos estábamos en nuestros sitios respectivos. En mi clase éramos cincuenta y cuatro, pero apenas quince o dieciséis habían sido compañeros míos el curso anterior, figurando entre ellos Derossi, el que siempre obtenía las mejores notas y acaparaba el primer premio.

Edmundo de Amicis. Escritor italiano, se formó en Turín antes de entrar en la Escuela de Oficiales de Módena, tras lo que sirvió como oficial en el ejército italiano. Tras licenciarse, decidió viajar por toda Europa, convirtiéndose más tarde en un conocido escritor de literatura de viajes de su época, además de en un consumado narrador con historias en las que introdujo gran parte de sus experiencias como viajero.

El éxito de sus primeros libros de viajes le permitió dedicarse por completo a la literatura, siendo colaborador de varios diarios y muy activo políticamente, vinculado al Partido Socialista Italiano.

De entre su obra habría que destacar sobre todo la novela Corazón, todo un éxito internacional traducido a numerosos idiomas y que ha sido objeto, a lo largo de las décadas, de varias adaptaciones tanto al cine como a la televisión. La versión animada realizada en Japón bajo el título de Marco, de los Apeninos a los Andes, está basada en parte de este conocido libro.