Don Juan Tenorio

Don Juan Tenorio, teatro de José Zorrilla

Resumen del libro: "Don Juan Tenorio" de

Don Juan Tenorio es un drama romántico en dos partes publicado en 1844 por José Zorrilla. Constituye, junto con El burlador de Sevilla y convidado de piedra, atribuida a Tirso de Molina y de la que Don Juan Tenorio es deudora, una de las dos principales materializaciones literarias en lengua española del mito de Don Juan.

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Acto I

DON JUAN, DON LUIS, DON DIEGO, DON GONZALO, BUTTARELLI, CIUTTI, CENTELLAS, AVELLANEDA, GASTÓN, MIGUEL. Caballeros, curiosos, enmascarados, rondas.

Hostería de Cristófano BUTTARELLI. Puerta en el fondo que da a la calle; mesas, jarros y demás utensilios propios de semejante lugar.

Escena I

DON JUAN, con antifaz, sentado a una mesa escribiendo, CIUTTI y BUTTARELLI, a un lado esperando. Al levantarse el telón, se ven pasar por la puerta del fondo máscaras, estudiantes y pueblo con hachones, músicas, etc.

DON JUAN.—¡Cuál gritan esos malditos!
¡Pero mal rayo me parta
si en concluyendo la carta
no pagan caros sus gritos!

(Sigue escribiendo.)
BUTTARELLI (A CIUTTI.).—Buen Carnaval.

CIUTTI (A BUTTARELLI.).—Buen agosto
para rellenar la arquilla.

BUTTARELLI.—¡Quiá! Corre ahora por Sevilla
poco gusto y mucho mosto.
Ni caen aquí buenos peces,
que son casas mal miradas
por gentes acomodadas,
y atropelladas a veces.

CIUTTI.—Pero hoy…

BUTTARELLI.—Hoy no entra en la cuenta,
Ciutti; se ha hecho buen trabajo.

CIUTTI.—¡Chist! habla un poco más bajo,
que mi señor se impacienta
pronto.

BUTTARELLI.—¿A su servicio estás?

CIUTTI.—Ya ha un año.

BUTTARELLI.—¿Y qué tal te sale?

CIUTTI.—No hay prior que se me iguale;
tengo cuanto quiero, y más.
Tiempo libre, bolsa llena,
buenas mozas y buen vino.

BUTTARELLI.—Cuerpo de tal, ¡qué destino!

CIUTTI.—(Señalando a DON JUAN.) Y todo ello a costa ajena.

BUTTARELLI.—Rico, ¿eh?

CIUTTI.—Varea la plata.

BUTTARELLI.—¿Franco?

CIUTTI.—Como un estudiante.

BUTTARELLI.—¿Y noble?

CIUTTI.—Como un infante.

BUTTARELLI.—¿Y bravo?

CIUTTI.—Como un pirata.

BUTTARELLI.—¿Español?

CIUTTI.—Creo que sí.

BUTTARELLI.—¿Su nombre?

CIUTTI.—Lo ignoro en suma.

BUTTARELLI.—¡Bribón! ¿Y dónde va?

CIUTTI.—Aquí.

BUTTARELLI.—Largo plumea.

CIUTTI.—Es gran pluma.

BUTTARELLI.—¿Y a quién mil diablos escribe
tan cuidadoso y prolijo?

CIUTTI.—A su padre.

BUTTARELLI.—¡Vaya un hijo!

CIUTTI.—Para el tiempo en que se vive,
es un hombre extraordinario.
Pero calla.

DON JUAN.—(Cerrando la carta.) Firmo y plego.
¡Ciutti!

CIUTTI.—Señor.

DON JUAN.—Este pliego
irá, dentro del Horario
en que reza doña Inés,
a sus manos a parar.

CIUTTI.—¿Hay respuesta que aguardar?

DON JUAN.—Del diablo con guardapiés
que la asiste, de su dueña,
que mis intenciones sabe,
recogerás una llave,
una hora y una seña;
y más ligero que el viento,
aquí otra vez.

Don Juan Tenorio – José Zorrilla

José Zorrilla. Autor teatral y poeta español, José Zorrilla nació en Valladolid el 21 de febrero de 1817 y falleció en Madrid el 23 de enero de 1893. Aunque estudió Derecho en varias universidades, su afición al dibujo y otros menesteres hicieron que su padre, un seguidor acérrimo del absolutismo, lo enviara a su tierra natal para que se dedicara a la agricultura. Zorrilla escapó a Madrid a lomos de una mula robada, iniciando su carrera literaria en medio de una gran precariedad.

Un poema improvisado a la memoria de Larra tras su muerte le dio popularidad y le acercó a literatos de su tiempo como Juan Eugenio Hartzenbusch o José de Espronceda. Sustituyó al propio Larra como articulista en el periódico El Español, al tiempo que publicaba diversos poemas y estrenaba varios dramas con bastante éxito. Viajó a Francia en 1845, donde conoció a autores que él admiraba como Víctor Hugo, Théophile Gautier o Alejandro Dumas, regresando un año después a España, con motivo de la muerte de su padre, que se negó a perdonarle por una vida muy alejada de sus ideales.

Zorrilla viajó de nuevo por diversos países huyendo de su esposa y de las deudas contraídas en España, pasando tiempo en Francia, Inglaterra, México y Cuba. Con la subida al poder de Maximiliano I fue nombrado director del Teatro Nacional de México, lo que alivió las penurias económicas que lo habían acompañado en su periplo americano.

De vuelta a España volvió a depender de la protección de algunos amigos de la clase pudiente, aunque se fueron acumulando distinciones como ser nombrado Cronista de Valladolid o su coronación como Poeta Laureado en 1889, en Granada. Tanto por su obra como por su vida es uno de los personajes más importantes del movimiento romántico español.

De entre su obra habría que destacar, de entre el resto de títulos, el Don Juan Tenorio, obra de gran influencia no sólo en la literatura en castellano, sino también a nivel europeo. La representación del Tenorio se ha convertido en un clásico que se realiza la noche de difuntos.