El barón Bagge

Resumen del libro: "El barón Bagge" de

En pleno invierno de 1915, al sur de los Cárpatos, un destacamento de ciento veinte jinetes del ejército austro-húngaro persigue más allá de sus líneas un enemigo inalcanzable. A través de la enorme llanura desolada, sobre la que se cierne un cielo plomizo y una densa niebla cenicienta, la tropa se adentra en un extraño reino poblado de sombras que vagan por la oscuridad y el silencio, donde «ya no sabe uno con certeza quién es el que aún vive y el que ya está muerto; ni siquiera de sí mismo puede uno estar seguro». Veinte años después, el barón Bagge, único superviviente de aquel malhadado destacamento, narra cómo en el transcurso de aquella misión vivió la aventura de amor y muerte que cambió radicalmente su vida. El barón Bagge, editado por primera vez en 1936, es una de las últimas crónicas de la caballería y uno de los grandes relatos fantásticos del siglo XX.

Libro Impreso

Durante una recepción celebrada no hace mucho tiempo en la residencia del ministro de Agricultura, cierto barón de nombre Bagge sostuvo un violento intercambio de palabras con el joven señor von Farago, hombre arrebatado e irascible que, de viva voz y llamando la atención de todo el mundo, prohibió a Bagge que hablara con su hermana, con la hermana de Farago. El barón eligió para representarlo a un mayor de mi regimiento que por casualidad asistía a la recepción y el mayor a su vez me propuso a mí como segundo padrino. Verdad es que nuestros adversarios, desde su punto de vista, consideraban que Farago estaba justificado al querer proteger a su hermana, pues Bagge tenía ya sobre su conciencia la vida de dos mujeres. Para nosotros esto era una novedad. Muy poco o nada sabíamos del pasado de Bagge, que vivía casi exclusivamente en una apartada posesión, llamada Ottmanach y situada en la Carintia. Pero nosotros manifestamos a nuestra vez que no teníamos el derecho de juzgar cuestiones de naturaleza tan privada, por lo demás indemostrables oficialmente, de manera que en última instancia a Farago no le quedó más remedio que disculparse. Bagge escuchó las excusas con expresión distraída y como ausente, luego se inclinó ante el joven y todos nos marchamos. Pero después Bagge debió de sentirse obligado a darme una explicación, pues me contó su historia.

Desgraciadamente, es demasiado cierto, me dijo, que esas dos mujeres de las que hablamos y que son tan dignas de lástima se suicidaron; y se dice que lo hicieron por mi causa. ¡Pero, en verdad, yo no tuve la culpa! No puedo lisonjearme de tener un aspecto particularmente ventajoso ni tampoco de ser verdaderamente rico. Además, hacía ya mucho tiempo que no cortejaba a ninguna mujer. Por el contrario, cuando advertí que ya no era del todo indiferente a una o a la otra, procuré apartarme al punto y dije expresamente que no pensaba casarme. Sin embargo, y evidentemente por espíritu de contradicción, primero una y luego la otra se obstinaron en casarse conmigo y sus empeños fueron tanto más vivos porque tal vez presentían que en modo alguno podía casarme, pues, a decir verdad, ya estaba casado. Y la cosa ocurrió así:

Aunque el comienzo de la guerra me sorprendió en un viaje que realizaba por Centroamérica —pues quería asistir a la inauguración del Canal de Panamá y además conocer las Antillas—, conseguí embarcarme inmediatamente hacia Europa en un barco holandés, de suerte que participé en la fase inicial de la campaña contra Rusia, sirviendo en el regimiento de dragones Marqués y Conde von Gondola. A principios del año 1915 nuestro frente, como consecuencia de la violenta presión de los ejércitos del gran duque Nikolai, tuvo que replegarse hasta más acá de los Cárpatos en llanura húngara y aun quedó casi deshecho a causa de las grandes bajas sufridas y de las penurias del invierno. Sin embargo, en febrero comenzamos a rehacernos. De todas partes nos enviaron numerosos contingentes frescos de refuerzo, que se concentraron alrededor de Mukatsch y Nirenghaza. En el momento en que debía comenzar nuestra contraofensiva, mi división recibió la orden de avanzar desde Tokai hacia el norte, en misión de reconocimiento.

En Tokai, como última estribación de los Carapatos, se levanta en medio de la llanura, cual una boca acallada del mundo subterráneo, un volcán cuyas laderas están cubiertas de viñedos. La división, que, además de tener los dragones de von Gondola y del conde Scherffenberg, estaba constituida por los regimientos de ulanos de la Ost y Gran Duque de Toscana, se hallaba acuartelada en parte en la propia Tokai y en parte en las aldeas que la rodean. Yo era teniente primero en el cuarto escuadrón, o Eskadron, como decíamos aún entonces, de mi regimiento y servía a las órdenes del señor von Semler de Wasserneuburg, el capitán; los otros oficiales eran el teniente J. Hamilton, un norteamericano —pues los Estados Unidos no nos habían declarado aún la guerra—, y Karl Maltitz, hombre todavía muy joven. Nuestra tropa, en su mayor parte recién reclutada, estaba constituida principalmente por polacos de la Galizia, pero también había muchos alemanes en Bukovina y rumanos.

Alexander Lernet-Holenia. (1897-1976), un destacado escritor austriaco, dejó una huella indeleble en la literatura del siglo XX. Su obra abarca una amplia gama de géneros, desde poesía y teatro hasta novelas y guiones de cine. Nacido como Alexander Marie Norbert Lernet en Viena, Lernet-Holenia provino de una familia aristocrática con una intrigante historia familiar. La paternidad incierta de su padre biológico, que se rumoreaba que podría ser un archiduque de los Habsburgo, dejó una sombra de incertidumbre sobre su vida. Este misterio personal se entrelazó con su prolífica carrera literaria.

A pesar de los desafíos personales, Lernet-Holenia demostró un talento literario excepcional. Después de servir como voluntario en la Primera Guerra Mundial, continuó escribiendo y se relacionó con figuras literarias notables como Rainer Maria Rilke y Stefan Zweig.

En la década de 1920, Lernet-Holenia publicó su primer poemario, "Pastorale," y comenzó a explorar el teatro y la comedia. Su pieza "Österreichische Komödie" ganó premios notables, como el Premio Kleist y el Premio Goethe de la ciudad de Bremen.

A lo largo de los años treinta, sus obras se diversificaron y se adaptaron al cine, lo que amplió su alcance y reconocimiento. A pesar de las circunstancias políticas de la época, Lernet-Holenia mantuvo una distancia crítica con el nacionalsocialismo y escribió guiones para películas de renombre como "Die große Liebe," protagonizada por Zarah Leander.

La rica bibliografía de Lernet-Holenia incluye novelas notables como "El estandarte" y "Ich war Jack Mortimer," así como obras teatrales y poesía que reflejan su versatilidad y profundidad literaria. Su carrera literaria abarca décadas y muestra una evolución constante en su estilo y temas.

Alexander Lernet-Holenia es un autor que merece un lugar destacado en la historia de la literatura austriaca del siglo XX. Su capacidad para explorar la condición humana y su resistencia a las presiones políticas de su época lo convierten en un escritor de relevancia perdurable. Su legado literario continúa inspirando a generaciones de lectores y escritores por igual.