Los diez libros de arquitectura

Los diez libros de arquitectura - Vitruvio

Resumen del libro: "Los diez libros de arquitectura" de

El tratado de arquitectura de Marco Vitruvio Polión, el único entre los producidos por la civilización grecorromana que ha llegado completo hasta nosotros, es un examen sistemático de todos los aspectos que debe conocer quien desee construir —lugar adecuado, materiales que hay que emplear, tipos de edificios, órdenes, ornamentos y máquinas variadas—, y recoge, asimismo, otras muchas consideraciones astronómicas y matemáticas, además de anécdotas y citas de otros autores precedentes. Escritos en la época de Augusto, a quien están dedicados, prefigurando ya la estrecha conexión que habría de establecerse en el futuro entre la arquitectura y los intereses del Estado, «Los diez libros de Arquitectura» prepararon ideológicamente el terreno para los grandes programas constructivos de la Roma imperial. Verdadera «summa» de todo el saber arquitectónico de la Antigüedad, la obra de Vitruvio fue copiada muchas veces a lo largo de la Edad Media y reimpresa sin tregua en todos los países del mundo a partir de su primera edición en 1486 y constituye, sin duda, un texto capital de nuestra tradición cultural y el tratado artístico más influyente de la historia de Occidente.

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Libro primero

Dedicatoria

Prefacio

Cuando tu voluntad y tu inteligencia divinas, César Emperador, te hicieron dueño del imperio de todo el mundo, Roma entera estaba exultante por tu poder invencible, pues quedaron deshechos todos los enemigos con tu triunfo y tu victoria; y cuando todas las razas de pueblos sometidas examinaban atentamente cualquier deseo de tu voluntad, tu sensata reflexión y tu prudencia dirigían los destinos del pueblo romano y del Senado, libres ya de todo temor. Por ello, yo no me atrevía a publicar mi trabajo de Arquitectura, desarrollado tras largas reflexiones, porque estabas muy ocupado y temía que al interrumpirte inoportunamente ocasionara tu repulsa y aversión.

Pero al considerar que estás al cuidado no sólo del bien común y de la constitución del Estado, sino también de la situación y provisión de edificios públicos, con el fin de que la Ciudad no sólo se vea enriquecida por otras provincias, gracias a tu acción, sino que la majestad de tu Imperio cuente con el adecuado prestigio de edificios públicos, he pensado que no debía dejar pasar más tiempo sin mostrarte también a ti, en un primer momento, mis trabajos de Arquitectura; anteriormente había sido conocido por tu padre por mi trabajo y era yo admirador de su valor, pero la asamblea de los Dioses lo consagró ya en las mansiones de la inmortalidad y el poder supremo de tu padre ha pasado a tu propia autoridad; por eso, mi propio trabajo, permaneciendo en su memoria, ha hecho recaer sobre ti su protección.

Así pues, con M. Aurelio, P. Minidio y Cn. Cornelio me dispuse a preparar ballestas y máquinas de guerra para lanzar piedras, a reparar diversos ingenios de guerra por los que recibí un sueldo igual que ellos; esa retribución, que inicialmente me otorgaste, la has mantenido por recomendación de tu hermana.

Por tanto, al verme obligado por este favor que me permite vivir sin penuria hasta el final de mi vida, comencé a redactar estos libros para ti, pues me di cuenta que habías levantado muchos edificios, que estabas levantando otros en la actualidad y que en un futuro pondrías tu empeño en construir edificios públicos y privados acordes a la magnitud de tus hazañas, para que tu recuerdo perdure en la posteridad. He escrito unas normas muy concretas para que, después de examinarlas, seas capaz por ti mismo de conocer la categoría de las construcciones ya realizadas y las que se realizarán. En estos volúmenes he puesto al descubierto todas las reglas de la Arquitectura.

Capítulo primero

La arquitectura y los arquitectos

La arquitectura es una ciencia adornada con numerosas enseñanzas teóricas y con diversas instrucciones, que sirven de dictamen para juzgar todas las obras que alcanzan su perfección mediante las demás artes. Este conocimiento surge de la práctica y del razonamiento. La práctica consiste en una consideración perseverante y frecuente de la obra que se lleva a término mediante las manos, a partir de una materia, de cualquier clase, hasta el ajuste final de su diseño. El razonamiento es una actividad intelectual que permite interpretar y descubrir las obras construidas, con relación a la habilidad y a la proporción de sus medidas.

Por tanto, aquellos arquitectos que han puesto todo su esfuerzo sin poseer una suficiente cultura literaria, aunque hubieran sido muy hábiles con sus manos, no han sido capaces de lograr su objetivo ni de adquirir prestigio por sus trabajos; por el contrario, los arquitectos que confiaron exclusivamente en sus propios razonamientos y en su cultura literaria, dan la impresión que persiguen más una sombra que la realidad. Pero, los que aprendieron a fondo ambas, sí lo han logrado, adquiriendo enorme consideración, pues se han equipado con todas las defensas, como así fue su objetivo.

Ciertamente, a todas las actividades y artes, pero especialmente a la arquitectura, pertenecen «lo significado» y lo «significante». Lo «significado» es el tema que uno se propone, del que se habla; «significante» es una demostración desarrollada con argumentos teóricos y científicos. Por tanto, quien confiese ser arquitecto debe ser perito en ambas cuestiones. Así pues, es conveniente que sea ingenioso e inclinado al trabajo, pues no es posible llegar a ser un diestro arquitecto si posee talento pero carece de conocimientos teóricos, o viceversa. Conviene que sea instruido, hábil en el dibujo, competente en geometría, lector atento de los filósofos, entendido en el arte de la música, documentado en medicina, ilustrado en jurisprudencia y perito en astrología y en los movimientos del cosmos.

He aquí las causas de estas exigencias: es conveniente que el arquitecto sea una persona culta y conozca la literatura para fortalecer su memoria con sus explicaciones; conviene que domine el arte del dibujo, con el fin de que, por medio de reproducciones gráficas, le sea posible formarse una imagen de la obra que quiere realizar; también la geometría ofrece múltiples ayudas a la arquitectura, pues facilita la práctica mediante el uso de la regla y del compás, con los que fácilmente se plasman los diseños de los edificios en los solares, mediante los trazados de sus líneas, sus niveles, sus escuadras; gracias a la óptica se sitúan correctamente los puntos de iluminación, según la disposición concreta del cielo; por medio de la aritmética se calculan los costes de los edificios, se hace ver el porqué de sus medidas y mediante el apoyo y el método de la geometría se descifran los difíciles problemas de la simetría; conviene que conozca a fondo la historia ya que, con frecuencia, se emplean abundantes adornos y debe contestar a quien pregunte las razones de sus obras, apoyándose en argumentos históricos. Si, por ejemplo, en vez de columnas se colocan estatuas de mármol de mujeres vestidas con estola —que se llaman cariátides— y si superpone modillones y cornisas, deberá saber dar explicaciones a quienes pregunten; veamos: Caria, ciudad del Peloponeso, conspiró contra los griegos con ayuda de los persas, enemigos de los griegos. Posteriormente, al verse libres tras una gloriosa victoria, los griegos, de común acuerdo, declararon la guerra a los habitantes de Caria. Una vez conquistada la ciudad y pasados a cuchillo sus habitantes, se llevaron como esclavas a sus matronas, sin permitir que se desprendieran de sus estolas, ni de sus distintivos matronales, para que fueran conducidas en ceremonia triunfal y, a la vez, para que pagaran sus delitos en favor de su ciudad, agobiadas por tan grave ultraje, como ejemplo imperecedero de esclavitud. Quienes en aquel momento ejercían como arquitectos, diseñaron en los edificios públicos unas estatuas de matronas que soportaran todo el peso, con el fin de transmitir a la posteridad el castigo impuesto por las ofensas de las cariátides. Igualmente los espartanos, bajo el mando de Pausanias, hijo de Argesilao, en la batalla de Platea superaron con un reducido número de soldados al muy numeroso ejército de los persas y, concluida la ceremonia triunfal, levantaron un pórtico Pérsico con los despojos y botines, como exponente de la gloria y valor de los ciudadanos y como trofeo de su victoria para sus descendientes. Allí mismo colocaron unas estatuas de los prisioneros sosteniendo el techo, vestidos con adornos de diversos colores, como castigo de su arrogancia, con el fin de que los enemigos se estremezcan ante el temor de la eficacia de su fortaleza; y así también, al contemplar los ciudadanos este paradigma de valentía, alentados por deseos de gloria, estuvieran dispuestos a defender su libertad. En consecuencia, a partir de este hecho, colocaron estatuas de persas sosteniendo sus arquitrabes y adornos y, de esta forma, desarrollaron sus obras con excelentes variaciones, a partir de este tema.

Los diez libros de arquitectura – Vitruvio 

Marco Vitruvio Polión. Conocido comúnmente como Vitruvio, fue un influyente arquitecto, ingeniero y escritor romano del siglo I a.C. Nacido alrededor del 80 a.C. en una época de cambios políticos y sociales en la República Romana, su vida y obras han dejado una huella duradera en la historia de la arquitectura y el diseño.

Vitruvio fue educado en Roma y mostró un temprano interés por las ciencias y las artes, lo que lo llevó a estudiar arquitectura y construcción en profundidad. Su sed de conocimiento lo llevó a explorar diferentes áreas, desde la ingeniería hidráulica hasta la mecánica y la teoría estética. Su conocimiento diverso y profundo lo estableció como una autoridad en el campo y le abrió oportunidades únicas en una época de creciente urbanización y desarrollo de infraestructura.

Uno de los logros más notables de Vitruvio fue su obra escrita "De Architectura" (Sobre la arquitectura), una monumental obra en diez volúmenes en la que compiló sus conocimientos y reflexiones sobre arquitectura, ingeniería y urbanismo. Esta obra no solo proporcionó un compendio exhaustivo de técnicas y principios arquitectónicos de la época, sino que también estableció una base para el entendimiento moderno de la teoría arquitectónica.

Vitruvio también sirvió en roles prácticos como ingeniero militar y supervisor de construcción en proyectos de gran envergadura, lo que le permitió aplicar sus teorías en contextos reales y contribuir al desarrollo de ciudades y estructuras emblemáticas de la época.

Su legado perdura a través de los siglos, ya que su trabajo se ha mantenido relevante en la educación y práctica arquitectónica. Durante el Renacimiento, su obra fue redescubierta y revitalizada, influyendo en arquitectos como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y Bramante. Su enfoque holístico, que incorporaba aspectos científicos, artísticos y funcionales, sigue siendo una inspiración para arquitectos contemporáneos que buscan integrar la belleza y la utilidad en sus creaciones.

La vida y obra de Vitruvio han dejado una marca profunda en la evolución de la arquitectura y el diseño, y su compromiso con la búsqueda constante de conocimiento y excelencia continúa inspirando a generaciones de profesionales en todo el mundo. Su legado perdura como un testimonio de cómo el pensamiento multidisciplinario y la pasión por la innovación pueden trascender el tiempo y enriquecer el panorama de la creatividad humana.