Ricardo II

Resumen del libro: "Ricardo II" de

Ricardo II pertenece a la serie de dramas históricos ingleses escritos por Shakespeare. Narra los acontecimientos que tuvieron lugar a raíz de la usurpación del trono por Ricardo en 1399 y el consiguiente advenimiento de la dinastía de los Lancaster. El drama gira en torno a la pérdida, conservación y conquista del poder, pero, a diferencia de las anteriores obras históricas, Shakespeare va más allá de los avatares del juego político e indaga en la condición humana del rey, en el comportamiento de los hombres y en las razones de sus actos. Su estilizado lenguaje, reflejo de la ceremonia y la pompa de la corte medieval, al dejar un resquicio para expresar el lamento, coexiste con el tono elegíaco y personal tan característico de este drama. Ángel-Luis Pujante, catedrático de la Universidad de Murcia y reconocido especialista en la obra de Shakespeare, es autor de esta excelente traducción, que ofrece arropada por un riguroso análisis de la base histórica del drama y de sus singulares características literarias.

Libro Impreso EPUB

INTRODUCCIÓN

I

Cuando en 1597 se publicó por vez primera RICARDO II, Shakespeare ya había escrito su primera tetralogía de dramas históricos ingleses, compuesta por las tres partes de Enrique VI y su popular Ricardo III. En ella abarcaba el período comprendido entre la muerte de Enrique V en 1422 y el final de la guerra entre las Casas de York y Lancaster en 1485. Con RICARDO II, Shakespeare retrocede al comienzo histórico del ciclo, que se inicia con la usurpación del trono de Ricardo y el consiguiente advenimiento de la dinastía de los Lancaster en 1399 (seguida después por Shakespeare en las dos partes de su Enrique IV y en Enrique V).

En RICARDO II Shakespeare trata la pérdida, conquista y conservación del poder, concretadas en el destronamiento del monarca y su sustitución por Enrique Bolingbroke (Enrique IV). Ricardo se revela como un rey arbitrario que debe ser depuesto, pero la rebelión de Bolingbroke también es un delito y un «pecado» que dará origen a nuevos desórdenes. El carácter sagrado de aquella realeza tiene en RICARDO II una proyección ritual, y la intriga política se enmarca en la pompa y ceremonia de la monarquía medieval, que ocupan un lugar destacado en este drama.

El contenido político de RICARDO II ya fue potencialmente subversivo en tiempos de Shakespeare: la escena de la abdicación no aparece en las primeras ediciones y, en la víspera de la rebelión de Essex contra la reina Isabel en 1601, se encargó una función especial de una obra sobre Ricardo II (con toda probabilidad la de Shakespeare) como propaganda en favor de la insurrección. Ochenta años después, esta fuerza política permanecía intacta: una adaptación del drama fue censurada y prohibida varias veces. No es probable que Shakespeare escribiera RICARDO II con fines subversivos, pero tampoco que fuese inconsciente de la carga política que manejaba.

La combinación de política, historia y ceremonia en RICARDO II ofrece un gran interés dramático, pero la obra demuestra asimismo la especial preocupación de Shakespeare por el comportamiento de los hombres y las razones de sus actos. En este sentido, RICARDO II ocupa un puesto singular entre los dramas históricos: en él se atiende especialmente a la tragedia personal de Ricardo, un rey irresponsable y egocéntrico reducido a ser humano que sufre y expresa dolorosamente su caída. Y, sin embargo, si la expresión del fracaso hace de RICARDO II el más íntimo y poético de los dramas históricos de Shakespeare, el tratamiento de la conquista del poder la convierte en una de sus obras políticas más sutiles y realistas.

II

Atendiendo al comienzo de la obra, observa Malcolm Page que ésta bien podría llamarse La segunda parte de Ricardo II: no empieza con un coro o una escena introductoria, sino directamente con una audiencia presidida por el rey, en la que no es posible saber exactamente qué ha pasado o cuál de las dos partes dice la verdad. Sin duda, este comienzo no carece de interés dramático, pero también nos parece que falta información previa. El problema puede complicarse cuando comprobamos que a un mismo personaje se le llama de dos o más maneras, según se use su nombre o su(s) título(s). Así, Gante es también Lancaster, Mowbray es también Norfolk, el asesinado Gloucester es también Woodstock, y Bolingbroke también es Hereford (y se llamará a sí mismo Lancaster al volver de su destierro).

Supone Page que los primeros espectadores de RICARDO II acudían al teatro con algún conocimiento de la historia de Inglaterra y de los sucesos concretos de que parte el drama. En el teatro moderno nuestro desconocimiento de ellos se puede suplir por distintos medios, como el de empezar con una escena muda que informe de la historia anterior o, al menos, la sugiera. En una edición moderna de este drama histórico de fondo político-familiar no debe faltar alguna información previa.

No se trata de ofrecer en forma resumida unas crónicas dinásticas (lo que por sí solo se opone a nuestro actual sentido de la historia), sino de que, como dice Holderness, nuestra apreciación de la obra cambia significativamente si partimos de los hechos anteriores: que el rey Ricardo llevaba años en una contienda con los nobles que estuvo a punto de acabar en guerra civil; que Bolingbroke y su tío, el después asesinado Gloucester, llevaban tiempo encabezando una tenaz oposición contra el rey para defender a cualquier precio sus propios intereses; que Bolingbroke le había infligido al rey una humillante derrota; que la muerte de Gloucester fue una de las respuestas del rey a una conspiración contra su vida; que fue Mowbray quien reveló al rey la conjura de Gloucester y Bolingbroke; que, de un modo más general, los sucesos reflejaban la larga lucha entre la monarquía medieval y la nobleza feudal. Pero vayamos por partes.

Ricardo II, nacido en 1367, era hijo de Eduardo, el Príncipe Negro, que murió antes que su padre, el rey Eduardo III. En consecuencia, a la muerte de éste y en virtud de la doctrina legal de la primogenitura, subió al trono su nieto Ricardo, que entonces contaba sólo diez años de edad. Durante su minoridad actuaron como protectores del reino sus tíos Juan de Gante (Duque de Lancaster), Edmundo de Langley (Duque de York) y Tomás de Woodstock (Duque de Gloucester).

Cuando empezó a reinar, Ricardo confirió altos cargos a dos de sus amigos. La nobleza los rechazó, ya que estos favoritos no pertenecían al estamento noble, y se asoció en diversos bandos y grupos de oposición. El más fuerte estaba dirigido, entre otros, por Gloucester, Warwick y Arundel, a los que más tarde se unirían Bolingbroke y Mowbray. Su primer paso consistió en asegurarse el apoyo de los comunes en el parlamento, con el cual lograron librarse de los favoritos del rey y establecer un consejo compuesto por trece lores con capacidad para supervisar el gobierno del reino. Sin embargo, Ricardo consiguió después que el parlamento, con la ayuda de algunos jueces, anulase las medidas tomadas contra los favoritos. Los nobles, encabezados por Bolingbroke, respondieron enfrentándose con éxito al rey y a su ejército. Una vez más, la nobleza pudo deshacerse de los favoritos y Ricardo se vio obligado a plegarse a los barones.

En 1397 Mowbray avisó a Ricardo de que su propia facción planeaba asesinarle, lo que supuso traicionar a su bando y ponerse del lado del rey. Ricardo hizo detener a Gloucester, Warwick y Arundel. Tras un plan de acusaciones bien medido, los tres fueron condenados. Gloucester, tenido por el más peligroso, murió cuando estaba prisionero en la fortaleza de Calais bajo la custodia de Mowbray. Todo indica que fue asesinado por orden del rey. Con Bolingbroke como único superviviente, la facción opositora fue aplastada y el rey empezó a gobernar de manera despótica. Amante del lujo y siempre con menos dinero del que requería, Ricardo no cesaba de aumentar los tributos y llegó a idear fueros y patentes especiales para ingresar fondos.

En 1398 Bolingbroke acusó a Mowbray de traición ante el rey por consejo de su padre, Juan de Gante, adelantándose de este modo a la posibilidad de que Ricardo le eliminara (es con esta acusación formal como empieza el RICARDO II de Shakespeare). El rey resolvió el conflicto entre Mowbray y Bolingbroke desterrando a ambos. Después, a la muerte de Gante, se aprovechó de la ausencia de Bolingbroke para apropiarse arbitrariamente de su gran patrimonio familiar. Ahí es donde cometió el grave error que le enfrentó con Bolingbroke y le llevó a su caída: la decisión del rey le dio un buen pretexto a Bolingbroke para romper su destierro, volver a Inglaterra y reclamar sus derechos de herencia. A su regreso encontró numerosos apoyos contra el rey, pues los demás nobles se habían dado cuenta de que Ricardo podía hacer con su hacienda lo que había hecho con la de Gante. El rey no pudo hacer frente a la amenaza de Bolingbroke y pronto acabó destronado y encarcelado. Murió después asesinado en el castillo de Pontefract (Pomfret en Shakespeare).

Shakespeare escribió RICARDO II basándose fundamentalmente en las Chronicles of EnglandScotland and Ireland (1578), de Raphael Holinshed, que tantos argumentos le proporcionaron para sus dramas históricos. Sin embargo, algunas escenas de la obra son invención de Shakespeare: la reunión de Juan de Gante con la Duquesa de Gloucester (II.i); las últimas horas de la vida de Gante (II.i); la escena del jardín (III.iv); bastantes detalles de la escena de la abdicación, especialmente los momentos en que Bolingbroke y Ricardo cogen la corona y Ricardo pide un espejo (IV.i); y la despedida de Ricardo e Isabel (V.i). En otros casos, Shakespeare ofrece su propia versión de algunos hechos. Según Holinshed, al volver el rey Ricardo de Irlanda, Northumberland, en nombre de Bolingbroke, le ofreció una serie de condiciones y compromisos y le garantizó su acatamiento, para después tenderle una emboscada y llevarle prisionero; al omitir este suceso y hacer a Ricardo más pasivo a su regreso de Irlanda, Shakespeare también hace que el bando de Bolingbroke no se nos muestre tan abiertamente traicionero.

Otra importante diferencia está en el tratamiento de algunos personajes: el asesinado Duque de Gloucester, a quien se califica en la obra de honrado y sencillo, era realmente impulsivo y violento; el Gante histórico era ambicioso, intrigante y alborotador, mientras que el Juan de Gante del drama es un dignatario noble, leal y patriótico, en cuya boca moribunda pone Shakespeare el mayor panegírico de Inglaterra de toda la literatura inglesa (indudablemente, Shakespeare necesitaba un personaje de estas características y, por tanto, con autoridad para enfrentarse al rey y reprocharle sus abusos).

Además de las crónicas de Holinshed, parece que Shakespeare también utilizó la Union of the two noble and illustre families of York and Lancaster (1548), de Edward Hall, que comienza en el mismo momento histórico que la obra. También se ha propuesto como posible fuente el poema de Samuel Daniel The first four books of the civil wars (1595), que bien pudo inspirarle a Shakespeare la presencia y el tratamiento emotivo de la reina (históricamente, Isabel era una niña cuando se casó con Ricardo). Por lo demás, en RICARDO II hay algunas semejanzas verbales con las Chronicles de Froissart en traducción inglesa (1523-1525), así como ciertos detalles que parecen proceder de la anónima Chronique de la traïson et mort de Richart deux roy Dengleterre, de alrededor de 1400, y de la Histoire du roy d’Angleterre Richard, de Jean Créton, escrita por las mismas fechas. Por último, es bastante posible que Shakespeare tuviera en cuenta el drama anónimo Woodstock, escrito seguramente entre 1592 y 1595, que versa sobre la muerte del Duque de Gloucester y viene a ser una especie de primera parte de RICARDO II.

Ricardo II – William Shakespeare

William Shakespeare. (Stratford-upon-Avon, Warwickshire, Reino Unido 1564 - 1616), dramaturgo, actor y poeta inglés, es uno de los más grandes autores de la literatura universal y clave en el desarrollo de las letras inglesas. Sus obras de teatro son consideradas auténticos clásicos atemporales y su influencia a lo largo de la historia de la literatura es indiscutible.

Si bien sus datos biográficos son pocos y muchos de ellos, inexactos, se ha llegado a la conclusión de que nació en Stratford-upon-Avon el 26 de Abril de 1564. De familia adinerada, aunque carente de poder en la zona, al parecer el joven Shakespeare recibió una educación superior a la media, aunque sin llegar a una formación universitaria.A los pocos años de contraer matrimonio y de ser padre, Shakespeare se mudó a Londres y comenzó su carrera en el teatro, primero como dramaturgo y luego pasando a dirigir su propia compañía de teatro, en la que también hacía las veces de actor, llegando a alcanzar una gran popularidad, siendo muy conocidas sus actuaciones en el teatro The Globe.

De las obras de Shakespeare, creadas en una época de transición en el teatro isabelino, habría que destacar casi todos sus títulos. Sus obras han sido interpretadas y adaptadas en innumerables ocasiones y son todavía hoy representadas y consideradas como fuente de inspiración. Quizá, si hubiera que elegir, habría que señalar Romeo y Julieta, El rey Lear, Hamlet, Macbeth o Julio César, entre las tragedias, y El sueño de una noche de verano, El mercader de Venecia, La tempestad o La fierecilla domada, entre las comedias. También habría que dedicar especial atención a sus recreaciones históricas, como Enrique VIII o Ricardo III, entre otras. En el campo de la poesía, Shakespeare celebra el amor con sus versos, destacando especialmente su serie de Sonetos o en Venus y Adonis. La mayor parte de sus poemas han sido antologados con criterios en ocasiones arbitrarios, dando como resultado numerosas antologías bajo su nombre.

En 1611, cuando ya disponía de una buena renta tras sus años en el teatro, Shakespeare se retiró a Stratford-upon-Avon, donde pasó a dedicarse de asuntos más prosaicos que las letras, como el casamiento de su hija o el reparto de propiedades.