Versos del Pluriverso

Ernesto Cardenal

Resumen del libro: "Versos del Pluriverso" de Ernesto Cardenal

Ernesto cardenal continúa su indagación poética en estos «Versos del Pluriverso», donde de nuevo se fragua ese raro equilibrio entre historias del cosmos e historias del corazón que caracteriza su obra reciente y que el poeta nicaragüense conjuga de forma siempre conmovedora: «… a la estrella Cygnus X-1 la acompaña / una cosa invisible con la masa de cien soles / que parece que antes era estrella y hoy hoyo negro. / Existe la teoría de que me quisiste. / Mi prima Silva la sostiene».

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PLURIVERSO

Nuestro ciclo es el de las estrellas:
nacen, crecen, mueren; nuestro ciclo es corto
—y el de ellas.
Ellas parecen estables
pero están muriendo como nosotros.
La segunda ley de la termodinámica es
que la estrella es un fenómeno pasajero.
El hoyo negro en que estamos y llamamos universo…
La segunda ley de la termodinámica predice
que sólo puede haber un final del universo:
morir de frío.
Y dicen: irá expandiéndose siempre,
y la distancia entre partícula y partícula será mayor
que el diámetro que hoy tiene el universo observable.
Acabado todo el proceso.

El universo estabilizado

El estado final de la materia.
Eso es entropía.

Y algo que aumenta con el tiempo.
Un progreso irreversible hacia el desorden.
Hasta el desorden total de la materia.
Entropía es el tiempo que se va
y no vuelve nunca para atrás.
Las curvas exponenciales de sus cuerpos:
todas las muchachas que yo amé
se las llevó la entropía.

Donde una estrella fue
sólo hay negrura y vacío,
un hoyo negro.
La Segunda Ley:
que las cosas pueden ser más caóticas pero nunca menos.
El equilibrio termodinámico cuando cesa todo cambio…
El desequilibrio de las estrellas no durará siempre.
Alegre desequilibrio, ellas ardientes en los espacios fríos.

Y donde ya no quede nada, tan sólo

solitarios hoyos negros.
Hoyos negros, hoyos negros, hoyos negros,
de donde la luz ya no vuelve,
ni los astronautas.

Nuestra vida pasa a la velocidad de la luz
que es lo único absoluto de la Relatividad,
de la luz que no se atrasa ni vuelve para atrás.
Nunca para atrás. Astrofísica triste.
Astrofísica triste del amante solitario en la noche.

Los que están en la constelación del Centauro
ven nuestro sol en la constelación de Casiopea
simplemente como otra estrella más.
Ellos no saben nada de nosotros.
Tú y yo en la constelación de Casiopea, y
los del Centauro ignorando la muerte de la Tierra.

El espacio es sin substancia
y es su nada la que es curva.

Y Wheeler:
«No hay nada en el mundo sino curvo espacio vacío».
Donde la realidad es como un sueño.
Ondulaciones de la nada.
Átomos en su confuso mundo de semi-existencia.
Resultó la realidad ser ondas
pero no como las que rompen en una roca
o las del sonido o de la luz,
sino elusivas volubles ondas de probabilidades.
Y de ellas están hechos nuestros cuerpos,
sólidos cuerpos con seguros de vida,
documentos de identidad, parados por semáforos,
encerrados en oficinas, con rutinas newtonianas.
Y de noche sobre nosotros las estrellas interrogantes
ondas de probabilidad también ellas como nosotros,
sin tener nunca realidad como nosotros
a nos ser por un observador como nosotros que
ondulamos en ondas de probabilidad.
Con la creación comenzó la expansión.

Y tiritan azules los astros a lo lejos…

Dicen que habiendo infinitud de mundos
hay un mundo en que Napoleón venció en Waterloo.
Y un mundo en que ella aceptó ser mi amor en Granada.
Pero esos mundos y el nuestro no se juntarán jamás.

…