Poesía

Los espacios pueden ser palabras

Los espacios pueden ser palabras
Los espacios pueden ser palabras

Para mi compañera, mi madre, mis hijos y
todos los seres queridos y por querer,
son suyos estos versos.

LA RULETA RUSA

Cuando el canto embiste al mar
el viento amplifica la pedrada
se nos rompe la vidriera cursi
como algo real se pierde un rostro
y la mano vuelve a las arenas
a descifrar el grano
el peso fluye a otra gravedad
entre los dedos
la palma se imanta para el oro.
Te dices que la muerte
puede partir de la esperanza
y la esperanza puede ser el jamás
cuando el cautivo es un siego experto
en lo que no es concretamente sombras
Se pone el cañón sobre la sien,
solo habrá una bala para ti
en un giro de la tierra
si la noche y viene despejada
ofrecerá mil constelaciones.
Pero si la cara del sol
acepta el duelo de tu anciana vanidad
es que te alcanza
el rumbo y el amor.

LOBO HERIDO

Eres el abominable
apareces en los bares
a exponer tu agonía que fluye luego en el asfalto
cuando la calle te ofrece un aguacero
y ruedas en la infancia
como cachorro entre el lodo de contenes

y te crees fundador de la esperanza
con un vientre ornamental,
la piel de camaleón
y el alma está en la ventosa de los dedos

Te crees Jonás en busaca de la Ballena Bar
al ver el aro después de la tormenta
convocas al corro, te aplaude sobre el arco
cuando la palabra tiene al tiempo y brama
y es un corazón que muja
y rumias con salivas de esperanza.

LA SEÑAL DE UN DEDO

la señal de un dedo
sobre un lugar en la distancia
sobre un horizonte que arremolina el viento
un lugar que se niega a ser el día
con la obediencia solo de su orgullo,
el hombre sube
no presiente que se ahoga una muchedumbre.
El y un púlpito en la plaza
en la misma tarde
que lo envuelve todo.

Y vuelve a señalar el dedo
gira envuelve
como si la masa no pesara
y el punto del dedo
sobre el norte del espanto.

PALPAR

Palpar sin hacer vulgares los presagios
Crear un sitio donde se vislumbran otros,
hay que buscar en todas partes
al fin antes y después de la pared

GAVIOTAS LAS PALABRAS

si abordamos una apariencia íntima
con el lenguaje medular de las pasiones
y ofrecemos a los amigos de la calle
sabia de poeta amarga
puede que afloren árboles de amor
pavorosos somnolientos
rosas o lejanos
que salen de su sombra.

Sacúdanle los frutos
y den al temporal
las ramas y el aroma
quiebren los retoños sin piedad

Daré perpetuas frecuencias
si nuevas cabezas se amontonan
con el letargo del engendro.

Son gaviotas las palabras
pechos altivos en el día de la pesca
no es tiempo en que ellas anidan
su destreza no la impide el viento,
a pábulos con gracia rasante
que el hombre quiere llevarla a sus cadencias
al mundo de sus límites.
déjalas volar
no creas que por tus puertas
brota el mundo.

REY SOBRE LOS CIEGOS

Hay resplandores de apariencia
entre los escombros arrastrados por sus cuerpos,
son turbios los rumores de la rabia
y no hay aliento encubridor
en el festín de herrumbre de eslabones.
Cavar no cansa
si el austero jovial se sienta
cuando los perros
prefieren ir al rio con sus baldes
andan con el prurito de las pulgas.
Fueron dóciles
de hocicos tiernos para todas las caricias,
para hundir sus rabos, en qué pulpa
sabe Dios
que surten de magia a azarosos comediantes,
anuncian laderas que se abren,
conocen la función pectoral de las adelfas…
Un cincel va estropeando a las estrellas
les derriban a los troncos sus pescantes.
en estertor vuela un pincel
al fin Vang Ghog
sosegado, de esquirlas amarillas
le labran todo el rostro.
Fija postrera la mirada.
el fin del túnel la luz que ciega
al fin el mar.

EUFORIA DE LAS SOMBRAS

Entre la sombra densa de los mares
puede venir la luz con las gaviotas,
sobre el desorden de mi camarote
voy a fundir estrellas
para un manto que le haré a la aurora.
Me sostengo en esta noche
y escucho el cántico
junto al mundanal brío
de los presentes alaridos
no se escuchan las sirenas.
Voy rumbo opuesto a los designios
parto del eclipse de farándulas
al paso abierto de los cepos
en andas por los trillos.
Vengo con la rutina nutricia de la casa
ando entre estos hombres
propensos a la equidad de centrípetos abismos.
Ahora quiero aunar las sombras
de cada esquina hacer toda la luz
de una errática avenida,
estoy sobre la decantación de las semillas
donde se exhalan brotes prematuros a la vida
frente está el camuflado cegador.

Félix José Rosales Antúnez. Manzanillo, Cuba, 1954

Estudió en una escuela para instructores de arte en la especialidad de música y más tarde hizo la Licenciatura en Educación Artística en el Instituto Superior Pedagógico de Manzanillo Granma. Fue miembro del Movimiento de la Nueva Trova e integró el grupo musical. Ayacucho. Los espacios pueden ser palabras es su primer libro de poesía publicado.