Poesía

Poesía de Amilkar

LAS REGLAS DEL JUEGO

Si el diámetro del ecuador lograra atravesar al del aro en llamas, habremos vencido otra difícil prueba en nuestro devenir cósmico. De lograrlo, una vez caídos en terreno de nadie (según postulados físicos), nos entregaríamos gozosos al inmemorial exterminio que nos prodigamos en espera de otros cataclismos. Por lo pronto, el balón está en terreno divino. Aferrado a su escurridiza curvatura, El Instructor sopesa cada tanto.

CAPRICHO ESTACIONAL

Cuando digo que la hoja es verde,
en realidad
predomina el amarillo caduco.

Es la última que se resiste al invierno.

Aseverar que sus funciones han cesado,
pudiera adelantar en un día
el arribo de noviembre.

A TROYA (con todos los hierros)

                  Teme a los griegos, aunque
                        te ofrezcan regalos.
                     Profecía de Casandra

Es la evidencia más grandilocuente de cualquier armisticio:

Un caballo enorme (mucho mayor de lo que aparenta),
ensamblado por contrafuertes de PBC, adocenando
circuitos integrados, placas digitales, antenas parabólicas
y cables que conectan con una brillante campana de cristal.

En la ciudad, depuestas las armas, festejan en las calles.

Frente a la pantalla,
los guerreros se deleitan con voluptuosas criaturas
que entonan cantos de sirena.

LA FUENTE DE LA VIRGEN

Este animal enorme y azul
se desangra cuando te lavas las manos,
como Poncio, en una pileta.

Miríadas de piquetes tributan al olvido
su fluido visceral.

Los sicarios apresuran el proceso
con la punta de sus lanzas.

PODOLOGÍA HIPOCRÁTICA

Mucho tiempo antes de Aquiles, ya el común de los mortales denominaba talón a la extremidad calcánea; solo que esta era menos vulnerable.

FIDIAS

El artista enmudece.

No puede precisar
si su recinto
es un laboratorio
o un taller.

Entonces crea.

PNEUMA

El bosque lo antecede en el tiempo cuando corta el aire con sus bronquios. Como un aeroplano, que para su propósito enrevesa la simplicidad biológica de un pájaro, el órgano debe armarse de resortes, clavijas y membranas, que terminan por convertirlo
en organismo.
Al margen de semejantes complejidades, la catedral agradece la reinvención del bosque.

Amilkar Feria Flores. La Habana, 1967. Escritor y artista visual.

Licenciado en Pedagogía en Artes; Diplomado en Antropología Cultural y en Producción Simbólica. Su desempeño se ha centrado en la ilustración artística para prensa y libros. Ha publicado los títulos: Las dulces horas, Premio Pinos Nuevos 2007 (Poesía, Ediciones Unión, 2008)); Algunas animalezas y otras bestialidades (Narrativa, Ediciones Extramuros, 2010) y Crónicas diluvianas (Narrativa, 2010).