Poetas

Poesía de Chile

Poemas de Alejandro Zambra

Alejandro Zambra (Santiago de Chile, 24 de septiembre de 1975) es un escritor chileno. Nació en Villa Portales y vivió sus primeros años en Valparaíso y Villa Alemana. Cuando tenía cinco años de edad su familia se mudó a la villa Las Terrazas, en Maipú. Estudió en el Instituto Nacional José Miguel Carrera, luego ingresó a la Universidad de Chile y se licenció en Literatura Hispánica. Luego de egresar en 1997 se fue a Madrid a seguir el Curso de Posgrado en Filología Hispánica del Instituto de la Lengua Española (CSIC). En 2008 se doctoró en Literatura por la Universidad Católica.

Fue profesor de la Facultad de Comunicación y Letras de la Universidad Diego Portales durante más de diez años. Editó, junto con el poeta Andrés Anwandter, la revista de poesía Humo y con la periodista Andrea Insunza la revista Dossier. Ha colaborado con críticas literarias y columnas en diversos periódicos como Las Últimas Noticias (donde durante tres años tuvo la columna Hoja por hoja), El Mercurio, La Tercera y The Clinic; también ha escrito para el suplemento literario Babelia de El País, la revista española Turia o la mexicana Letras Libres.

El año 2015 la Biblioteca Pública de Nueva York becó al autor con una estadía de nueve meses en esa ciudad para que trabajase en un libro sobre bibliotecas, llamado Cementerios personales. Allí, conoció a Jazmina Barrera, una ensayista mexicana; se casaron y decidieron instalarse en Ciudad de México, donde residen desde 2017. Tienen un hijo, Silvestre.

Zambra y Barrera han traducido conjuntamente La balada de Rocky Rontal, de Daniel Alarcón (Estruendomudo, Santiago, 2017) y Pequeñas labores, de Rivka Galchen (Ediciones Antílope, México, 2018).

INVERNESS

II

No quisiera quedarse, ni salir
Ezra Pound

Cuatro paredes cuando sopla
el viento:

sin movimientos
o con el solo movimiento de los ojos
un hombre pone su atención
en el suelo

Mañana hablaremos del mar
Mañana cambiaremos el lugar
de esa ventana.

EL DÍA SIGUIENTE

Sobre la carga de los días persistentes
En el lugar en que debía estar una sombra
En espera del antiglio roce entre los peces y la sal

Desde aquí es posible escuchar
la respiración de la lluvia

(Observa el movimiento de las aguas.
Cuáles son las sombras que originó tu paso.
Cuál es ese sueño que no recuerdas.
Cuál es tu tristeza. Cuáles son las formas de
tu tristeza.
Tu llanto. Cuáles son los colores de tu llanto).

La noche es la invención de la paciencia
Y esta noche todo sucede por última vez

El viento no respeta la forma de los árboles.
Las raíces pierden el sentido de sus años
La música se desvía hacia la orilla del océano
Y tú vuelves a ofrecer
tus cicatrices al viento

Ven, el invierno conoce la duración de tu viaje
Ven, esta noche es el día siguiente

Deja que los dioses calmen tu dolor
Sólo ellos pueden hacerlo
Yo sólo miro por la ventana
Y espero el final de nuestro último abrazo.

POEMA EN UN LIBRO VACÍO

Y, con todo, el cuerpo es un lugar donde nada muere
Paul Auster

Observo una de las cuatro paredes
Cuando alce una mano
esa sombra será mi sombra
Hace dos horas es tarde
También es tarde en la pared.

Tomo la posición de un cuerpo cansado
Decido que el viento golpea intensamente en la ventana
Decido la situación de mis ojos
Pienso en una fotografía
En la mesa hay un vaso con agua hasta la mitad
Beberlo es lo único que está pendiente.

Observo una de las cuatro paredes
Cuando pienso, esa sombra es sólo una sombra
con bordes exactos e inevitables
una imagen parecida a un cuerpo
Hace dos horas llegué a este cuarto
Al cerrar la puerta sentí el ruido
que hace algo al destruirse
Quizás era la última nuez
o una fotografía difícil
o los restos de un espejo.
Si abriera la puerta no miraría hacia el suelo.
Para qué.

Observo una de las cuatro paredes
Propongo las orillas de mi sombra
Mi sombra se refiere a la pared
Todo se refiere a la pared
En la pared es tarde
Hace dos horas el viento insiste contra la ventana
Traspaso papeles de una caja a otra
No son recuerdos, son fragmentos
que anticiparon esta hora equívoca.

Miro una fotografía
La oculto en un libro
Si alguien lo abriera
pensaría que marqué la página
en que dejé de leer
o que quise recordar ese poema,
este poema.

Puedo asegurar que no es así.
No es así.

No necesito mirar mis manos
Sé que las tengo cerradas
Miro, en cambio, hacia el lugar
donde está la mesa
Veo el vaso y no veo el agua
Veo el agua y no veo el vaso
Es como si pudiera jugar con las palabras.

Observo una de las cuatro paredes
Si alzo una mano esa sombra será la mía
Si hago el menor movimiento
ocurrirá la sombra de alguien
que toma un vaso de agua
y piensa en sí mismo
como en un extraño.

PROPIEDAD DE LA ESPERA

Trata de sentir el suelo
Sus pies se hunden en la arena seca
Busca sus pies
Detiene el movimiento de sus manos
Ha encontrado sus pies pero no los mira
Todo es igual a como era antes
Necesito explicar que es así,
que todo es igual a un momento anterior,
doloroso.
Supongo que hay mar ante sus ojos
y que ella mira el mar
como mira el centro de un espejo difícil.