Poetas

Poesía de Argentina

Poemas de Cecilia Pavón

Cecilia Pavón (Mendoza, 1973) es una escritora y traductora argentina. Vive en Buenos Aires, donde se licenció en Letras por la Universidad de Buenos Aires.

DESEO

¿Cuántas formas de deseo existen? ¿puede ser que tantas?

¿No podría llegar un milagro, a través del cual yo cerrara
los ojos y simplemente te encontrara besándome y eso
cargara sobre sí la marca de la eternidad o el infinito?

Pero debe haber tantos deseos como formas: cuadrado,
con forma de flecha, redondo, triangular, con puntas,
con aristas, vertical, deshecho, inanimado.

Todavía recuerdo el momento en que el amor parecía
posible: mes de noviembre, aire luminoso, un muchacho
dormía conmigo,
hablábamos en la cama mientras fumábamos marihuana
y tabaco mezclados, él me tomaba la mano
bajo las sábanas.

Hace seis meses que no he besado a nadie.
Seis meses sin hacer el amor. Tengo 27 años,
desde los 18, nunca antes me había pasado.

Mi cuerpo en estado de alerta, podría usar muchos verbos
para describirlo paredes que se levantan
y que vienen a poblar especies de hiedras mentales.

Es otoño, lamento que se acerque el invierno.
Siento que me deben un verano.

Caramelos de anís

Cerraron los shoppings, los bancos, los cines
sólo pensás en dejarte llevar como
esa vagabunda de la película
vanguardista, sin argumento, de la que te habló
un amigo en un baile
Nunca fuiste ninguna parte
y cuando pudiste salir
sólo llegaste a un país en el que te robaron
la imaginación.
Y de vuelta
en el aeropuerto
los empleados de la aerolínea tuvieron que rodear
con una cuerda tu valija
que explotó por estar llena de cosas.
Amás las bicicletas o la danza:
pensás que sólo ellas podrían darte
un sentimiento de cambio concreto
salís a buscar amigos
volvés sola
pasan los días y no llamás a los teléfonos
anotados con letra tan pequeña
en papelitos
los dejás en el balcón
y el sol le borra los números.

TRENZA

Y pensé que mi día es como una larga trenza de pelo negro y sedoso
y dentro de esa larga trenza está este libro en el que caen las palabras
un día tengo fe
un día pierdo la fe
un día tengo fe
un día pierdo la fe
y en el día se trenzan la fe y la falta de fe
la fe y la falta de fe
la fe y la falta de fe.

Supermercado mayorista

Es un día hermoso
y voy al mayorista a comprar productos de limpieza.
Gabriela me dio la consigna de escribir como un animal
(tenemos un ejercicio que es darnos consignas de escritura).
¿Qué pensarán los animales de este sol que hay
hoy en Buenos Aires?
Cada vez que hay un día como este,
con el cielo perfecto y un azul,
casi cian
pienso qué suerte, ¿cuántos años más durará?
¿Cuántos años más durará la atmósfera?
Voy en bicicleta a un bar que está frente a Parque Patricios
y miro los árboles que son como venas.
Hoy voy al mayorista a comprar jabón para lavar la ropa,
amo el mayorista
con sus góndolas multiplicadas por tres hasta el techo,
góndolas cubriéndolo todo hacia los costados.
Me encanta sentir que todo ahí es barato
mientras agarro seis botellas de jabón marca Ariel
calculo hasta cuándo me durarán.
Después tomo un café en el barcito del mayorista
que también es mucho más barato
que cualquier café del barrio.
¿Hasta cuándo durará la atmósfera?

ÁRBOL

Cuando te enamorás el mundo
se vuelve un lugar tan sensual que te lastima
el amor no se puede conjugar en pasado
y de repente un árbol oscuro crece en el living de tu casa

Recorrerás las ramas de ese árbol para siempre,
Y siempre será un milagro.

MP3

Bajo toda la música que me dicen
y me gusta toda la música
pero la que más me gusta
es la que escuchamos juntos
(mentira).

FIESTAS

Fiestas fiestas fiestas fiestas y más fiestas
no sé cuándo se terminarán las fiestas
sueños sueños sueños sueños sueños y más sueños
no sé cuándo se terminarán los sueños
realidad realidad realidad y más realidad
no sé cuándo se terminará la realidad
siempre me pregunto
qué es más real?
esto o aquello?
esto o aquello?

esto o aquello?

Gonzalo

No en un millón de años

Vuelvo a escribir entre drogados, pero
sin drogarme.
Junto a Gonzalo, vestido de jeans
tomó drogas para caballos, me pide que
lo acompañe a hablar por teléfono
(al hospital?) está mareado, pobrecito
parece un pobre ángel herido,
un pobre animal desamparado.
¿Por qué tomaste eso, Gonzalo?

Para probar, sólo para probar.

Estamos en un shopping,
somos amigos del dueño,
está cerrado porque ya es la madrugada
y hay una fiesta.

Caminamos por este lugar tan grande
lleno de glamour, lujo, sofisticación.
El piso de parquet brilla.
Cuando llegamos a su casa se acuesta
como un peso muerto
Se deja caer y se desviste.
Dejá de escribir con la mente
me dice,
y me muestra
una revista porno que le regaló un amigo
No es una revista vulgar,
es pornografía estetizada,
y le agradezco al cielo tener un
amante tan sutil esta noche

Una mujer con ocho pijas en la cara,
nunca había visto
algo parecido,
pero ella es hermosa,
verdaderamente hermosa,
y parece muy segura de lo que hace.

Hacemos el amor y conversamos.
Estoy exhausta de tanto hablar,
las letras se mezclan con cualquier cosa,
se me pierde la mente y la garganta.
Gonzalo habla sobre la playa.
La playa es su lugar preferido,
quiere morir en la playa,
quiere dejar todo e irse a una isla desierta.
Yo,
no puedo parar de mirar
las puertas del placard.
Va de pared a pared,
Adentro no hay nada.
Qué lindo placard,
le digo,
y qué bien decorada
está tu casa.
Y al escuchar esto me abraza
con tanta pasión
y me da millones de besos
los mejores besos que he recibido
los besos que estaba esperando
hace
millones de años.