Poetas

Poesía de México

Poemas de Daniel Téllez

Daniel Téllez (21 de julio de 1972. Ciudad de México). Poeta mexicano. Estudió la Licenciatura en Educación en la Escuela Normal Superior de México, la Especialización en Literatura Mexicana del Siglo XX en la Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Azcapotzalco y la Maestría en Letras Mexicanas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Colabora en diversas revistas académicas y literarias del país, entre las que destacan Blanco Móvil, Crítica, Luvina, Parque Nandino, Alforja, Tierra Adentro, Salamandra, Castálida, Viento en vela, Reverso, Desarrollo Académico, Letras Libres y Suplemento Laberinto (MIlenio Diario). Participa habitualmente en diversos Ciclos, Congresos y Encuentros Nacionales e Internacionales de Escritores. En 2003 fue Director Huésped de la revista Tierra Adentro con el No. 122 Lucha Libre y Literatura, sin límite de tiempo. Ha sido miembro del Consejo Editorial de la revista Tierra Adentro, Desarrollo Académico y Reverso (Jalisco).

En 2001 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven «Elías Nandino 2001» y en 2006 el Premio Municipal de Poesía «Rey Poeta Nezahualcóyotl 2006» a Creadores con Trayectoria.

Calumnia, que algo queda

Alegóricamente su familia fausta. Usted sintonizaba los periódicos embarazosos toscos. Sisaba protagonismo a las radionovelas crepusculares. Plantó su trípode y trepó santiamenes a los matojos de su apotegma. Estaba al cabo de la calle en que verdeaban los entes más boyantes. ¿Qué fijaba el futuro? ¿La epifanía facturaría limosnas? El linaje fue el impar filo impoluto sobre la greda.

Curarse en salud

Santuario a la ligereza. Un cambio de rumbo inobjetable en el acopio de su vida. Usted era ratón de biblioteca o lo que es lo mismo no era frágil. La vida es un arrendamiento. Como el dato duro del papel periódico que se transforma en horas. Ha prescindido del infierno florido atado a su muñeca. Ahora parcela en el ciberespacio. Vegeta historias extintas en los otros, quita horas al ciclo con el pulgar izquierdo. Es un cacharro desechable. Una movilidad histórica. Vuelve a la estantería de la juventud desde la profecía del chacal.

Mutatis mutandi

Usted es un caso extraño. Nada le hace mella. Vuelve sin rencor a sus pulgosas chácharas. El encuentro con el santo de Asís, los primeros tabloides, Burroughs, los Populibros, la música vernácula y Lolita. El cuarto sin televisor pero con los goles de Maradona en el paladar. La prosperidad vista en la administración de recursos que hacía su madre. Esto es una biografía aunque no haya iras incendiarias. Es un vuelo chárter que habla de justicia porque el axioma de la deserción proviene de su espíritu migrante. En la lobreguez de la vivienda estrecha, dormita, porque en la guerra no hay paladines.

V

no me exijas la hurracarrana
no solicites
porque en ello hay absoluto amor
la posición no es para dos, tan diferentes

si arrancamos la médula espinal
que sea por amor
en cualquier filo de la casa
adentro
no en trapecio ajeno

viii

no asistas al otro en su lucha,
de veras
déjale en su sangre,
no prolongues su savia, no
apremies al azar la sanación de sus llagas

nunca le asistas
al húmero rudo que tiene ánimo
y un par de albas mañas
para matar dos cucos:
el amor y la ceguera