Poetas

Poesía de Estados Unidos

Poemas de E. E. Cummings

E. E. Cummings (1894-1962) fue un poeta, pintor, ensayista y dramaturgo estadounidense nacido en Cambridge, Massachusetts. Es conocido por ser uno de los poetas más innovadores de la poesía moderna en lengua inglesa, destacando por su experimentación tipográfica y la creación de neologismos.

Desde temprana edad, Cummings mostró su interés por la literatura y el arte, contando con el apoyo de su padre, quien era profesor en la Universidad de Harvard. Estudió en la misma universidad y durante la Primera Guerra Mundial se alistó como voluntario en una brigada de enfermería en Francia, siendo detenido por sospechas de espionaje, experiencia que le inspiró para escribir su primera novela, «La gran habitación» (1922), la cual fue muy bien recibida.

La poesía de Cummings se caracterizó por una voz propia y original, que rompía con las convenciones gramaticales y ortográficas. Él jugaba con la puntuación, el espacio en blanco y la disposición de las palabras en el papel, creando efectos visuales y sonoros que expresaban su visión del mundo. También utilizaba neologismos, arcaísmos y palabras inventadas para crear un lenguaje personal y poético. Entre sus obras poéticas más destacadas se encuentran «Tulipas y chimeneas» (1923), «Vi Va» (1931), «Cincuenta poemas» (1941) y «Xaipe» (1950).

Además de poeta, Cummings también fue un prolífico pintor, dibujante y ensayista. Recibió numerosos premios y reconocimientos por su obra, entre ellos el Shelley Memorial Award (1945), el Bollingen Prize (1957) y el nombramiento como miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras. También fue profesor invitado en varias universidades, como Harvard, donde impartió las prestigiosas conferencias Charles Eliot Norton en 1952-1953.

Cummings falleció en 1962 a causa de un derrame cerebral en North Conway, Nuevo Hampshire, y fue enterrado en el cementerio Forest Hills de Boston. Su obra ha sido una gran influencia para muchos poetas posteriores y sigue siendo admirada por su originalidad y belleza.

Llevo tu corazón conmigo

Llevo tu corazón conmigo
lo llevo en mi corazón
nunca estoy sin él.
A donde quiera que voy vas tú mi amor;
Y donde aquello que hago yo sola
es gracias a tí, mi cielo.
No le temo al destino
ya que tu eres mi destino, cariño.
No quiero ningún mundo porque hermosa
tu eres mi mundo, mi bien.
Este es el secreto más profundo que nadie conoce…
Esta es la raíz de la raíz
y el brote del brote
y el cielo del cielo de un árbol llamado vida;
que crece mas alto de lo que el alma pueda esperar… o la mente ocultar
Es la maravilla que mantiene las estrellas separadas
Llevo tu corazón
lo llevo en mi corazón

Si te gustan mis poemas, déjalos…

si te gustan mis poemas, déjalos
caminar en el atardecer, un poco detrás de tí

entonces la gente dirá
“A lo largo de esta senda vi pasar a una princesa
en ruta a encontrarse con su amante era
hacia el anochecer con sirvientes altos e ignorantes.”

Me gusta mi cuerpo cuando…

Me gusta cuando mi cuerpo esta junto
al tuyo. Es algo tan nuevo.
Mejores músculos y más nervioso.
Me gusta tu cuerpo. Lo que hace,
sus modos. Me gusta sentir la columna
de tu cuerpo y sus huesos, y la tembladera
–firme- delicadeza y de la cual
vez y vez y vez
besare, me gusta besar esto y eso de ti,
me gusta, lentamente acariciar, la pelusa chocante
de tu piel eléctrica, y de lo-que-es que
viene sobre tu carne abierta. . . . Y los ojos grandes de amorosas migajas,

y posiblemente me gusta el encanto

bajo el mío del tuyo tan nuevo

Mi niña es alta con grandes ojos serios

Mi niña es alta con grandes ojos serios
tal como se para, con sus largas manos duras manteniendo
el silencio en su vestido, bueno para dormir
es su largo cuerpo duro lleno de sorpresa
como un blanco cable electrizante, cuando ella sonríe
una dura sonrisa larga que a veces hace
alegría limpia a través mi dolorosa cosquilla,
y el ruido débil de sus ojos fácilmente lijan
mi impaciencia hasta el borde—mi niña es alta
y tiesa, con piernas delgadas como una viña
que ha vivido por completo en la pared del jardín,
y que va a morir. Cuando siniestramente vamos a la cama
con estas piernas y ella empieza a levantarse y enroscarse
Sobre mí, y para besar mi cara y cabeza.

Quién sois, pequeño yo…

quién sois, pequeño yo

de cinco años o seis
mirando desde una alta

ventana: el oro de

la tarde de noviembre

pensando: que si el día
tiene que hacerse noche

ésta es una hermosa manera

Puedo acariciarte dijo él…

puedo acariciarte dijo él
gritaré dijo ella
sólo una vez dijo él
es divertido dijo ella

puedo tocarte dijo él
cuánto dijo ella
mucho dijo él
por qué no dijo ella

vámonos dijo él
no demasiado lejos dijo ella
qué es demasiado lejos dijo él
donde tu estás dijo ella

puedo quedarme dijo él
cómo dijo ella
así dijo él
si me das un beso dijo ella

puedo moverme dijo él
me quieres dijo ella
si lo estás deseando dijo él
pero me estás matando dijo ella

pero la vida es así dijo él
pero y tu mujer dijo ella
ahora dijo él
oh dijo ella

estupendo dijo él
no te detengas dijo ella
oh no dijo él
más despacio dijo ella

¿te corres? dijo él
ummm dijo ella
¡eres divina! dijo él
eres Mío dijo ella

Estás cansada

Estás cansada
yo creo
del perpetuo enigma de vivir y sus afanes;
y yo también.

Ven conmigo, pues,
y partiremos muy lejos
sólo tú y yo, ¿comprendes?.

Tú has jugado
yo creo
y has roto tus juguetes más queridos,
y ahora estás algo cansada;
cansada de las cosas que se rompen,
cansada, eso es todo.
Yo también.

Pero vengo con un sueño en mis ojos esta noche,
y llamo con una rosa
a la desolada verja de tu corazón.
¡Ábreme!
Que yo te mostraré lugares que nadie conoce
y, si tú quieres,
las perfectas regiones del Sueño.

¡Ah, ven conmigo!
yo te encenderé esa maravillosa burbuja, la luna,
que perenne flota.
Te cantaré la canción jacinto
de las probables estrellas,
y buscaré en las apacibles estepas del Sueño,
hasta encotrar la Flor Única,
que sustentará yo creo tu tierno corazón
mientras la luna se eleva desde el mar.

Búfalo Bill ha muerto…

Búfalo Bill
ha muerto
él cabalgaba

en un caballo semental color de plata y agua
y rompía unadostrescuatrocinco palomasdeunsaque
Jesús
era un hombre hermoso
y lo que yo quiero saber es
cuánto le gusta su muchacho de los ojos azules
Señor Muerte

Justamente –
primavera cuando el mundo es barro-
exquisito el pequeño
hombre cojo de los globos

silba lejano y pequeñito
y edybil llegan
corriendo por bolitas y
a lo pirata y es
primavera

el raro
viejo de los globos silba
lejano y pequeñito

y betysabel vienen bailando
en la rayuela y saltando la cuerda y
es primavera
y
el
hombre de las patas de chivo
el de los globos silba
lejano
y
pequeñito