Poetas

Poesía de España

Poemas de Enrique Falcón

Enrique Falcón es uno de los poetas más relevantes y comprometidos de la actualidad española. Su obra se caracteriza por una escritura crítica y experimental, que busca desafiar el lenguaje establecido y denunciar las injusticias sociales. En este artículo, vamos a trazar una breve biografía de este autor, basándonos en la información que ofrece su página de Wikipedia.

Enrique Falcón nació en Valencia en 1968, en el seno de una familia obrera. Desde joven se involucró en diversos movimientos sociales y políticos, como la insumisión al ejército, la objeción fiscal a los gastos militares, el sindicalismo anarquista, el voluntariado con jóvenes y presos, y la participación en una comunidad cristiana de base. Estas experiencias marcaron su visión del mundo y su compromiso ético y estético.

Falcón se licenció en literatura española por la Universidad de Valencia y se dedicó a la docencia y a la escritura. Publicó su primer libro de poemas, El estado de las cosas, en 1991, y desde entonces ha editado más de una decena de obras poéticas, entre las que destacan La marcha de 150.000.000 (1999), galardonada con el premio Ojo Crítico de poesía, La Trilogía de las Sombras (2007-2013), que aborda el tema del conflicto civil desde una perspectiva histórica y global, y Sílithus (2020), un extenso poema escrito durante siete años como respuesta social de encargo.

La poesía de Falcón se inscribe en lo que él mismo ha llamado «prácticas literarias del conflicto», es decir, una forma de escritura que cuestiona el orden establecido y propone una comunicación irracional, fragmentaria y polifónica, que rompe con las normas sintácticas y puntuacionales y que incorpora elementos heterogéneos como testimonios periodísticos, citas literarias o referencias culturales. Su poesía es también una poesía de la conciencia, que no renuncia a la denuncia social ni a la expresión de las emociones.

Falcón ha sido reconocido como uno de los poetas más originales e influyentes de su generación, tanto dentro como fuera de España. Su obra ha sido traducida a varios idiomas y ha sido recogida en numerosas antologías y estudios críticos. Además, ha participado en diversos festivales y encuentros literarios internacionales, como el Día Mundial de la Poesía organizado por la Unesco en Berlín en 2015. Asimismo, ha publicado varios ensayos sobre teoría literaria y política, como Poesía y poder (2004) o Las prácticas literarias del conflicto: registro de incidencias (2014).

Enrique Falcón es un poeta que no deja indiferente a nadie. Su obra es un desafío constante al lector, que debe enfrentarse a un lenguaje que no se somete a las convenciones ni a las expectativas habituales. Su poesía es una poesía viva, que dialoga con la realidad y con la historia, que interpela a la conciencia y que invita a la acción.

España y poesía, viejita y regañada

con la complicidad de Eladio Orta

En mi país cocido de lejos buenamente con las tripas afuera
los poetas comen jeringuillas con leche
carne de avestruz
brotan de las cuevas con un poco de saliva
se derraman por el campo como niños sin dientes.

En mi país cuchillo en las trenzas de los buenos empresarios
no hay huelgas generales:
los poetas las evitan con un trapo en la boca
brotan de las cuevas con temblores de piel
y lamen los cercados de los hombres ricos.

En mi país castigo en periferia de los barrios más bellos
se prohíben cosas que no sean de madera:
con blancos mondadientes se arrancan los colmillos
los poetas honestos de todo el país
brotan de las cuevas con los párpados mudos
para luego calmarse con trescientos espejos
los poetas honestos de todo el país.

Mi
verdadero conflicto:
que me muerden mis versos,
que no tengo país.

Fragmento VIII /2 de La marcha de 150.000.000

Esta es la comarca
donde dieron tu cuerpo a la llanura
donde tú, tus caderas
erais agua y volteo de matanzas, mano
meciendo el hambre, tú loca canción.
Dame un nombre con el que acusarte
ahora en que te tiemblo ante la tumba:
ésta, la comarca
tu furia tierna en los delirios,
mientras mojamos tres dedos en la cruz,
flor para el caído
y puerta abierta en el lamento y los disparos.

(Miente al filo de los últimos en caer
invéntame tu historia
sé de nuevo voz de la miseria
en ti ésta es la miseria y su desnudo
roba tú el poema de los carceleros
invéntame
agacha la cabeza).

Para salvarnos
para decirnos agua, espera, revolución, sábana vencida
para salvarnos hemos vuelto del desastre
y hemos sido abril, el mes que te rindieron
abril aullido
abril cansado,
abril de insectos tiernos en mi manta
abril boca
abril lúbrico de los muertitos en pendiente
abril luz
abril posible
abril tripa vértigo y lamento
abril torpe
abril de las estudiantes y el interrogatorio
abril sin
abril pequeño
abril de la tormenta, del pájaro, la estampida
abril de la que muerde sus manitas
abril de la niña loca
abril del hombre de gritos
(no yo):
abril de antes
abril verbo pulgar
abril niño sucio que caes de mi lengua
abril sucio
abril ensuciándome degollación de quiénes
abril en las detenciones paramilitares
abril de los perdidos
abril permiso para las masacres en los mapas
abril disparo
abril blanco es tu silencio en las tardes públicas
abril derrota
abril siendo
abril tú (no quiero)
abril de las barricadas, enormes, boreales,
abril del muchacho en hora
abril del que cantaba en mi piel
abril hasta donde tú no has venido
abril lejos
abril instrumento-para-hacer-revueltas
abril calculadas en los nichos de tortura
abril amarte
abril de la espalda caída detengo su flor
abril y
abril y
abril cansarte
abril responde a la voz de los vencidos
abril deforme
abril desecho
abril torcido
abril in
abril inacabado
abril para el proceso
abril para el proceso popular
abril para el proceso popular de los niños tontos,
para los que hemos venido a salvarnos,
para los de nunca y dónde,
agachándonos la cabeza,
disparando a la comarca.

Fragmento VI /1 de La marcha de 150.000.000

Lamento.

Lamen todas las cuchillas las bocas de la tierra: lamento.
La caída de los brazos. Lamento.
Cien mil mujeres agitándose las venas. Lamento.
Un horror que acabe el llanto—
de cuevas en el ojo, en los ojos las cuevas
de los ojos, un ojo invocador
de araña, un ojo-lamento.

Se abajó a los más pobres de nosotros
nos mostró su sonrisa de lagos
frescos e inmaduros (aún) abajó
a nosotros su señal su lengua su saliva
catarata de sonidos tocó para nosotros
nos dio la brasa, llamó hermano a mi hermano,
llamó madre a mi madre
y bebió de su leche.
Con dolores de parto esta agua
naciendo de su risa:
(500 kilómetros de agua-madre
sacudiéndonos el polvo, el niño negro
amamantado en las aceras
y luciendo su azul de venas rotas).
Se abajó hasta nosotros,
los pastores de la periferia en las ciudades ricas
una bomba de luces, cabelleras,
hasta nosotros la mugre
la caverna maloliente, los cayados
(apoyo sobre luz, onda de luz
con 100.000 años de viaje).
Un
niño cósmico de hambres, niño
daño de los ojos, niño-revolución,
as-
co de pesebre.

Familia-cráter perseguida. Lamento.
Familia-tierra, familia-polvo: luz.
Un asco de pesebre y establos, se abajó hasta nosotros
mostrando los clavos de la mano
y el miedo de los poderosos en las manos
y la sangre de los niños imposibles en las manos.

Nueve millones de posadas vacías…
No
hay sitio,
para nosotros no queda sitio alguno
sólo algas y humus
de pesebre
y asco de noche
(mi niño borracho de estrellas, mi niño
amasando en la arena del Hombre-Dios).
Llamó hermana a mi podredumbre
bebió de la leche con nosotros
su sueño multiplicador de vías lácteas:
un ojo de lamento adorado en el establo.

Lamen todas las cuchillas los nacidos en la arena.

Esperábamos al nacido y el nacido llegó
a) no sobre leche con la boca
b) no candelabro ni acogida de incienso
c) no salón no capitel
d) no arma poderosa en las legiones de Masdar
e) no puñalada ni río de rentas ni hospedaje
f) no cabello trenzado con las cintas del príncipe tranquilo
g) no poder no cetro no galeras de amonita
h) no llegó entre los vítores del pueblo
i) no pisaron sus talones las alfombras de los reyes
j) no cercó sus dedos un anillo
k) no besó la mejilla de los sacerdotes
l) no censó las coronas no dispuso sus ejércitos
m) no inscribió su nombre en los altares de los templos:
Me miró en los ojos,
sólo ellos, en los ojos, el lamento de los ojos.

(…Agua, Dios mío, más agua…)

800.000 obuses sobre Sarajevo
y no puedo ayudar a este niño
con plomo en la cabeza,
una estrella gigante de plomo en su cabeza.
Su pantalla de ojo es el grito,
y el grito la impotencia
cargada de establos en este poema azul y enorme:
800.000 broches dorados
sobre el abrigo de Mrs Frame.
Por amor de Santuario yo he de hablar,
por ella haré gritar al niño
despojo, sangre de cuásar,
diadema de las gentes y cadera desposada…
o te llamarán más el esperado en nacer
ya no más desolación tu nombre:
como el novio que habita en la hembra
cubriéndola de noches,
como un novio que se ciñe la frente
con coágulos de Dios,
todo atavíos.
Por amor de Santuario lamento ha de cubrirte;
sobre sus murallas no descansará la luz de las estrellas:
a otros ha de alcanzar su dedo, a otros su poema de luz
y su asco de pesebre,
su risa preparada hace 100.000 años
y 2.000 más, años de años.
Belem, Andrómeda, Limbúe-Kutu—.
Que la Marcha
arranque.

Falseando alternativas

La justicia no es anónima,
nombre y dirección

Bert Brecht

(para Jorge Riechmann)

Ocurre que al amor le sigue
un rubor de tierra tras tu patio.

Ocurre que existe la injusticia,
su sal en el aullido
sin más temblor que la esperanza.

Ocurren las dos cosas
en el mismo tiempo que ambos preguntamos.

Y está por decidir

sobre qué posar la lengua
el poema que viene.

Hola de conquistas

a Diana Bellessi y Eliana Ortega

las mujeres enfermas que jugaron con burros
las que cavaron tumbas en las palmas de un trueno
las sólo voz dormidas en los centros solares
las hambrientas de todo
las preñadas con todo
las hijas del golpe y de los sueños mojados
las que fijan continentes que dejaron atrás
las niñas con pimienta en sus quince traiciones
las de pan-a-diez-céntimos sin cafetería
las del turno de visita con oficios de muerte
las madres eternas de los locutorios
las arrasadas, las caratapiadas, las comepromesas
las terribles solitas en las salas de baile
las clandestinadas pariendo futuros
las oficinistas que ahogaron sus príncipes
las acorraladas
las desamparadas, las sepultureras
las del polvo sobreimpuesto y el trago a deshora
las poquito conquistadas
las niñitas vestidas con mortajas azules
las que cosen el mundo por no reventarlo
las mujeres con uñas como mapas creciendo
las hembras cabello-de-lápida
(todavía más grandes que su propio despojo)
las corresquinadas, las titiriteras,
las que tierra se trajeron atada a los bolsillos
las nunca regresadas
las nunca visibles
las del nunca es tarde
las del vis-a-vis sin un plazo de espera
las reinas en los parques y en los sumideros

todas ellas las mujeres que me llegan con todos sus cansancios,
todas, en sigilo: las amantes

y mis camaradas.