Poetas

Poesía de Francia

Poemas de Frédéric Mistral

Frédéric Mistral (1830-1914), un nombre inscrito con letras de oro en la literatura occitana y la historia cultural de Provenza. Nacido en Maillane, este poeta y escritor francés, cuyo nombre completo era Joseph Étienne Frédéric Mistral, fue un defensor apasionado de la lengua occitana, considerada por él como la «primera lengua literaria de la Europa civilizada».

Mistral provino de una familia acomodada y, a pesar de comenzar la escuela a los nueve años, demostró un talento innato para las letras. Sus estudios de derecho en Aix-en-Provence lo llevaron a convertirse en un firme defensor de la independencia de la región de Provenza y del idioma provenzal. Junto con el poeta Joseph Roumanille, fue cofundador del movimiento félibrige, una iniciativa destinada a revivir y promover la lengua occitana.

Uno de los logros más destacados de Mistral fue su obra maestra, «Mirèio» (Mireia), que le llevó ocho años de dedicación. Publicada en 1859, esta epopeya lírica cuenta la historia de amor entre Vincent y la bella provenzal Mireia. Su estilo de escritura, en la variante provenzal conocida como «mistraliana,» fue un intento de simplificar la ortografía occitana y, al mismo tiempo, preservar su riqueza y musicalidad.

«Mireio» es comparada con la tragedia de «Romeo y Julieta,» aunque la lengua occitana aporta una profundidad y pasión únicas a la narrativa. Incluso inspiró una ópera de Charles Gounod, titulada «Mireille,» en 1863.

Además de «Mirèio,» Frédéric Mistral escribió otras obras notables como «Calendau,» «Lis isclo d’or» («Las Islas de Oro»), «Nerto,» «La reino Jano» («La reina Juana»), y muchas más. Su compromiso con la revitalización de la lengua occitana y su contribución a la literatura provenzal le valieron el Premio Nobel de Literatura en 1904.

Mistral también fue un defensor apasionado de la cultura provenzal y, con el importe de su premio Nobel, fundó el Museon Arlaten en Arlés, un museo dedicado a preservar la herencia cultural de Provenza.

Su legado trasciende las páginas de sus obras; su apellido incluso inspiró a la célebre poetisa chilena Gabriela Mistral, quien lo adoptó como seudónimo en su honor. La huella de Frédéric Mistral en la literatura y la cultura occitana es indeleble, y su contribución sigue siendo celebrada en todo el mundo.

La copa

¡Provenzales, mirad la copa
Que nos viene de los catalanes:
Por turno bebamos juntos el vino de nuestras viñas!
¡Copa santa y desbordante,
Derrama hasta el borde
Derrama a chorros
Los entusiasmos y la energía de los fuertes!
Copa santa…
De una raza que renace
Somos quizá el primer brote;
Somos quizá de la patria
Los pilares y los jefes.
Copa santa…
Derrámanos las esperanzas
Y los sueños de los jóvenes,
Del pasado los recuerdos
Y del futuro la fe.
Copa santa…
Derrámanos el conocimiento
De lo Verdadero y lo bello,
Y las grandes alegrías
Que se ríen de la tumba.
Copa santa…
Derrámanos la Poesía
Para cantar todo lo que vive,
Pues es ella la ambrosía
Que al hombre en dios convierte.
Copa santa…
¡Por la gloria de la tierra
Vosotros, por fin, ser cómplices,
Catalanes alejados, oh hermanos,
Comulguemos todos juntos!

Traducción del provenzal: Pilar Blanco