Poetas

Poesía de España

Poemas de Graciela Baquero

Graciela Baquero es una poeta española nacida en Pontevedra en 1960. Desde muy joven sintió una vocación literaria que la llevó a estudiar filosofía y a impartir talleres de poesía. Ha publicado varios libros de poesía y relatos, y ha colaborado en medios de comunicación y catálogos de arte. Ha recibido premios como el de poesía «Universidad Politécnica de Madrid» y el «Premio Internacional Puerta de Oro» de relatos. Además, ha investigado sobre la voz como vehículo de la poesía y ha participado en proyectos artísticos multidisciplinares.

Su obra poética se caracteriza por un lenguaje espontáneo y automático, que busca conmover y perturbar al lector con imágenes sorprendentes y transgresoras. Su poesía es un «oficio de frontera», que la sitúa en la intemperie y en la alerta permanente. Algunos de sus poemarios son Contactos (1985), Crónicas del olvido (1997), Oficio de frontera (2006) e Historia de la fragilidad (2011). Su único libro de relatos es Pintura sobre agua (1990).

Graciela Baquero es una de las voces más relevantes de la poesía española contemporánea, y ha sido incluida en varias antologías. Su obra refleja su compromiso con la palabra y con la vida, y su búsqueda constante de nuevas formas de expresión.

El sueño

Todo es luz para los ojos móviles del sueño
bajo los párpados se despliega
la plácida temperatura de una playa
y allí está él y ella que era yo
sin más sonido que la presencia del otro

enfrentados
doblándonos sábanas
haciendo coincidir las puntas del afecto
él y ella que era yo se acercaban y separaban
por la exacta medida de la tela.

Zoofilia

Soy el olfato de ese perro
esa dirección que llega
pone el hocico entre mis piernas
y manso reconoce

Es entonces cuando mi hembra
se queda sin mujer.

Ciudad dormitorio

Al pasar
las construcciones la retrasan
la distraen
sonándose unas contra otras.

Y ahí está el aire
dispuesto a arrastrarla.

El otoño nunca vuelve
esta temperatura ayuda a morir sin espanto.

La mujer busca dónde dormir
en las puertas de las grandes sucursales
y sueña
que realmente duerme.

Observando
uno destruye su casa.

Olvido se descuida

Olvido se descuida. Su cabello es una maraña inviolable. Tiene largas las uñas, negras de hurgar, con la misma habilidad, su cuerpo y la basura. Se descuida y sin embargo no me pierde de vista; ella mete un palo en la boca del perro que me muerde y derriba la puerta de la casa donde he sido violada. Ella limpia los cuencos donde los ojos duelen y me da las palabras que me salvan la vida. ¿Dónde encarna el afecto?… Creo que nunca nos hemos abrazado. Olvido está tan cerca que resulta imposible verse en el otro y realmente encontrarse.

Todos los años

Todos los años, al comenzar la primavera, bajamos hasta el río por ver como el suicida de la dársena siete sale del agua y lo vuelve a intentar.