Poetas

Poesía de España

Poemas de Hafsa Bint Hamdun

Hafsa Bint Hamdun fue una de las pocas mujeres que destacaron en el campo de la poesía árabe en al-Andalus, la España musulmana. Nacida en Guadalajara en el siglo X, Hafsa fue una mujer culta, sabia y refinada, que gozó de una buena posición social y que expresó sus sentimientos y pensamientos a través de sus versos.

La vida de Hafsa Bint Hamdun está envuelta en el misterio, ya que no se conocen muchos detalles sobre su biografía. Se sabe que pertenecía a la tribu de los Banu Hamdun, una de las más influyentes de al-Andalus, y que tenía el sobrenombre de al-Hiyariya, lo que indica que tenía alguna relación con la ciudad de Híjar, en la actual provincia de Teruel. También se cree que vivió en Córdoba, la capital del califato omeya, donde pudo frecuentar los círculos literarios y culturales de la época.

La obra poética de Hafsa Bint Hamdun tampoco se ha conservado íntegramente, sino solo algunos fragmentos que han llegado hasta nosotros gracias a las antologías y las biografías de los autores árabes. Estos fragmentos revelan el talento y la sensibilidad de Hafsa, así como su dominio del lenguaje y de los recursos estilísticos. Sus poemas tratan temas variados, como el amor, la belleza, la naturaleza, la vida social o la espiritualidad.

Uno de los aspectos más interesantes de la poesía de Hafsa Bint Hamdun es su visión del amor, que se aleja de los clichés y los estereotipos habituales en la literatura árabe. Hafsa no se conforma con ser una mera receptora pasiva del amor masculino, sino que expresa sus propios deseos, sentimientos y opiniones. Así, en uno de sus poemas dice:

Tengo un amante a quien no gusta hacer reproches
y, cuando lo dejé, de orgullo se llenó
y me dijo: ¿Has visto a alguien semejante a mí?
Y yo también le he preguntado: ¿Y has encontrado tú
quien me haga sombra?

En este verso, Hafsa muestra su independencia y su autoestima, al no aceptar las exigencias ni las presunciones de su amante. También demuestra su ingenio y su ironía, al replicarle con una pregunta retórica que pone en evidencia su valor como mujer.

Otro ejemplo de la originalidad y la creatividad de Hafsa Bint Hamdun es el siguiente poema, en el que compara al hombre hermoso con el vino:

Cree el hermoso que la vida es hermosa
que el fluir de sus favores abarca a todo el mundo;
pues él tiene un carácter como el vino tras ser mezclado,
y una belleza que no la hay más dulce en toda la creación;
su rostro es como el sol que atrae a los ojos
de su hermosura y los ciega con el exceso de su fuerza.

En este poema, Hafsa utiliza una metáfora muy atrevida para la época, al comparar al hombre con el vino, una bebida prohibida por el islam. Con esta comparación, Hafsa resalta las cualidades del hombre amado, como su dulzura, su calidez y su brillo, pero también sugiere su peligrosidad y su capacidad de embriagar y cegar a quien lo mira.

Hafsa Bint Hamdun fue una mujer excepcional en su tiempo, que supo expresar su voz propia y su personalidad a través de sus poemas. Su obra merece ser reconocida y valorada como un testimonio único de la cultura y la literatura andalusíes.

Cree el hermoso…

Cree el hermoso
que la vida es hermosa
que el fluir de sus favores
abarca a todo el mundo;
pues él tiene un carácter
como el vino tras ser mezclado,
y una belleza que no la hay más dulce
en toda la creación;
su rostro es como el sol
que atrae a los ojos de su hermosura
y los ciega con el exceso de su fuerza.

Oh señor, mis esclavos…

¡Oh señor, mis esclavos me tienen sobre ascuas!
No hay entre ellos ni uno bueno;
son ignorantes, necios, enojosos,
o tan listos, que en su astucia, no responden.

Tengo una amigo…

Tengo una amigo
que no se inclina ante los reproches,
y cuando la dejé,
se llenó de despecho y me dijo:
¿has conocido a alguién
que se me parezca?
y yo le dije también:
¿Y tú, has visto a alguien como yo?