Poetas

Poesía de Argentina

Poemas de Javier Villafañe

Javier Villafañe (Buenos Aires, 24 de junio de 1909-Buenos Aires, 1 de abril de 1996) fue un titiritero, poeta y narrador argentino. De adolescente solía concurrir al teatro del barrio de La Boca, como espectador del teatro de los pupi sicilianos, creado y dirigido por el matrimonio de Sebastián Terranova y Carolina Ligotti, originarios de esa isla italiana, de los que se hizo amigo. El 26 de junio de 1933 construyó su títere-presentador de todas sus obras, Maese Trotamundos, que daría origen a un legendario personaje que es parte de muchos de sus libros.

Con su carreta La Andariega recorrió, en principio, junto a su amigo, Juan Pedro Ramos, Argentina y también Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Venezuela. El Teatro de Títeres La Andariega surgió después de que, desde el balcón de su casa, vieron a un joven viajando detrás de una carreta, cara al cielo, por lo que decidieron comprar una jardinera y un caballo.

La primera función de títeres fue en un baldío del barrio de Belgrano, el 22 de octubre de 1935. Mientras viajaba, enseñaba a los niños de las escuelas a construir sus propios títeres a partir de una calabaza, con la técnica de papel maché y cartapesta; a su vez, se dedicaba a la escritura de poemas. cuentos y obras de títeres que representaba, recogiendo también dibujos de niños para ilustrar sus cuentos. Las escenografías de sus obras eran realizadas por artistas plásticos como Emilio Petorutti, Antonio Berni o Elba Fábregas.​ En una oportunidad, durante el año 1940, vivió en la barca de un amigo alemán, llamado Carolus de la ciudad de Gualeguaychú (Entre Ríos, Argentina) barca a la que llamaron «La andariega del río». En 1940 recibió una beca de la Comisión Nacional de Cultura para «divulgar la actividad titiritera».

En Venezuela vivió después de que, en 1967, su libro Don Juan el Zorro fuera objetado y retirado de circulación por la dictadura militar imperante en Argentina, por lo cual debió exiliarse. Retornó a su país en 1984, y recibió numerosos premios entre los que se incluyen dos Premios Konex de Platino en 1984 y 1991 y un Premio Konex. Diploma al Mérito en 1994.

JUDAS

-¿Qué estás haciendo hombre?
-Anudo una soga para ahorcarme
y mientras tanto miro
tanta paz en el lomo de los perros
tanta rama subiendo por los árboles
tanto cielo
tanta aguja con hilo
tanto pan pesado en la balanza
tanta harina perdida por el suelo.

LOS GRANDES NEGOCIOS

Cambiar un monte por un caballo
Una red por una barca
La H por la J
Un cuchillo por una lámpara
Una plegaria por una golondrina
Un perfume por un olor
Una pared por una enredadera
Un círculo por un punto
Un recuerdo por una veleta*
Una tijera por un alfiler.
Hemos perdido mucho tiempo caminando
Somos viejos ahora, pero todavía
quedan grandes negocios por hacer
cambiar, por ejemplo
un resorte por una incubadora
o un árbol por las alas de un buitre.

EL QUE EMPEZÓ POR COMERSE LAS UÑAS

Empezó por comerse las uñas
después se comió las manos
el codo
el hombro
la espalda
el vientre
las rodillas
los pies
Se quiso ir
y se buscaba en la silla
debajo de la mesa
en el ropero
detrás de la puerta
en la sombra de la pared
en la calle
y no estaba

El ciudadano

¿Has pensado en esto del vivir
-préstamo a plazos-
con los días cortados a medida
tan iguales los martes a los jueves?
¿Has pensado
que todas las mañanas te despiertas
con la boca en su sitio
y los zapatos debajo de la cama?
Y después, el agua,
el cepillo de dientes,
el vestirse,
salir, volver,
las conversaciones,
el periódico,
y dormir
y despertar otra vez al día siguiente.
¿Has pensado en la carga tremenda
de andar llevando a un ciudadano a cuestas?

En Montemar Silvia se preguntaba

Cuando se mira
un espejo
en otro espejo
¿cuál es el espejo
que se mira
y qué ve un espejo
en el espejo
cuando el otro espejo
también lo está mirando?

Diálogo

Estaban en un caño. Hablaban.
-¿Y si tuviéramos un perro?
-¿Para qué?
-No sé. Para tener un perro.
-Yo tuve muchos perros.
-Yo también tuve muchos perros. ¿Y si tuviéramos un gato?
-¿Para qué?
-No sé. Para tener un gato.
-Yo tuve muchos gatos.
-Yo también tuve muchos gatos. ¿Y si tuviéramos un pájaro en una jaula?
-¿Para qué?
-Para tener un pájaro. Alguien que esté con nosotros.
-¿Para qué?
-No sé. Para tener algo.

Este es mi cuerpo

Este es mi cuerpo que creció conmigo;
estos mis brazos,
mi saliva, mi lengua
(y me muerdo mi lengua con mis dientes);
esta es mi boca,
y escucho unas palabras que construye mi boca,

Digo: bosque, perro, hembra,
arroz, sombrero, pulga, humo.
Me sube un árbol por la espalda;
siento sus ramas en la tierra que piso,
oigo su sombra,
su piel reseca derramada
como un tambor desparramándose.
Todo mi cuerpo totalmente mío;
nadie puede impedirme que lo preste
o que huya con él.
que lo tienda en la hierba o en un lecho,
o lo cubra, si quiero, con tatuajes.

Vernos por dentro

Quiero ver algo más
que estas prolijas nubes,
que lágrimas y rostros.
Frabricad unos vidrios, oculistas,
unos ojos por detrás de los ojos,
para vernos por dentro
los ocultos resortes que nos mueven,
los minúsculos seres devorándonos,
el corazón latiendo, los pulmones,
los repliegues donde crecen el odio,
los celos, el rencor,
y la sangre arrastrando
parásitos y gérmenes.
Oh bosques, ríos encendidos; mundo
multiforme y complejo
de imprevistos paisajes renovándose.