Poetas

Poesía de Argentina

Poemas de Jorge Sánchez Aguilar

Jorge Sánchez Aguilar, poeta y ensayista argentino, emerge como una voz literaria arraigada en la rica tradición guaraní. Nacido en la ciudad de Corrientes en 1936, Sánchez Aguilar tejió su poesía con hilos que se sumergen profundamente en la cultura de su tierra natal. Su obra, aunque apreciada por su profundidad filosófica, también se nutre de su experiencia como profesor de diversas disciplinas, desde filosofía y psicología hasta latín y dibujo.

La poesía de Sánchez Aguilar se erige como un puente entre el pasado ancestral y el presente moderno. Sus versos capturan la esencia de la región guaranítica, llevándonos a un viaje literario a través de las tierras y las almas que han dado forma a su identidad. Su labor de campo en la comunidad Mby´a Guaraní en Misiones le brindó una perspectiva única, que se refleja en sus poemas impregnados de una profunda conexión con la naturaleza y la cultura indígena.

Sánchez Aguilar ha sido un incansable promotor de la literatura, coordinando el taller literario Koeyú y contribuyendo a diversas antologías tanto en Argentina como en toda América Latina. Su obra poética se destaca por su diversidad temática y su capacidad para abordar cuestiones filosóficas y espirituales con una maestría literaria excepcional.

Entre sus obras más destacadas se encuentran «Tierra sin mal» (1979), «Donde bebo mi estar» (1988), «Los sueños del colibrí lanza-relámpagos» (1997) y «Frutos subiendo del abismo» (2005), entre otras. Cada una de estas obras revela la evolución artística y la sensibilidad de Sánchez Aguilar a lo largo de las décadas.

El 14 de noviembre de 2022, la literatura perdió a un poeta excepcional, pero su legado perdurará en sus versos que celebran la cultura guaraní y exploran las profundidades del alma humana. Jorge Sánchez Aguilar dejó una huella imborrable en la literatura argentina y continúa inspirando a generaciones de lectores y escritores con su poesía enraizada en lo más profundo de la tierra que amaba y entendía tan bien.

Algunos poemas

a Olga Piñeiro

y el Verbo se hizo agua/
y comenzó a fluir
por el cedro sagrado de la lengua/
y se nos hizo agua la boca/
por eso está sin cesar húmeda de vos/Poesía

si el lenguaje no fuera una agua que fluye/
¿pudieran las palabras seguir siendo ríos
en la boca seca?/y el silencio?/
y el profundo origen del canto?/
y el espejo de las voces?

metafonía: el zorzal desata una cascada de agua
dándole cuerpo a la nostalgia del Paraíso?

¡la palabra-alma imagen del Verbo/
al ser soñada y pronunciada/
onomatopeya de Dios!

La isla

y sueñas con las nubes puras sobre la isla,
cuando el alba verde crece lúcida
en el seno de las aguas misteriosas.

Saint Jhon Perse

Aquí estamos
en la isla
donde abrimos nuestras manos
y las dejamos vacías
sin otra posesión que
la palabra juntasol
al mediodía
en las orillas de los sueños
en la isla
desplegaremos
vientos que vigilen
el crecimiento de la sed brotada
en los desamparos de la madrugada
en la isla
apostaremos
los palmares
amparo del puro asombro
del agua contra la noche dura
en la isla
pondremos en libertad
los pájaros incubados
en la otra región del agua
donde nacen los pies
desnudos
¡nuestra única obsesión:
las hermosas palabras primeras
fundamento del lenguaje
para desnacer y nacer de nuevo!
y no tenemos más
soñamos con las nubes puras del soñar
gritamos por causa de la isla
¿cuándo crecerá verde el alba lúcida?

Y el amor nos consume
«en el seno de las aguas misteriosas»

EN LA CASCADA DE PUNTA CORRAL (SALTA)

sólo es mío el esperar la resurrección

la cascada me bebe a contraamparo
llena la canastita de mi vacío
donde está bailando un colibrí
sin fronteras y sin otros umbrales
me envuelve con su piel de fruta madura

el baile naciendo del agua
en los pétalos de sus plumas
el pájaro mensajero
acompasa el relámpago silencioso
y el pavor del mediodía

lleno de luz estaba siendo
y volé gozante
a Verónica Ardanaz

AMÉRICA VUELVE A TU CASA

América vuelve a tu casa
libérate de la A opresora de tu nombre
así podrás reestrenar el traje del colibrí
y volver por tu herencia: la Risa y el Rocío

vinimos a este mundo a soñar sin miedo
sabiendo que no se puede apagar
con saliva de discursos mentirosos
nuestros pechos que se consumen en
hogueras

la tierra no sólo sirve
para enterrar nuestros huesos
sino antes que nada para que haya vida
y vida en abundancia
todos los días reguemos
la parcela de la aurora que nos toque

¡un gran Viento se ha levantado!