Poetas

Poesía de México

Poemas de Juan Bañuelos

Juan Bañuelos (Tuxtla Gutiérrez, México, 6 de octubre de 1932-Ciudad de México, 29 de marzo de 2017)​ fue un poeta, ensayista, editor y catedrático universitario mexicano.

Mutaciones

Un Coyote Emplumado es más
que un lobo sin manada

es menos
que un árbol sin raíces

es más
que el aire sin ninguna fronda

menos que esa puerta que
la cierra el viento
es más que un río arrastrando
troncos y animales

menos
que un ciervo yugulado en la espesura

es más
que cualquier fruta
que no la come
el hambre
si la ve

También
es una tinaja sin grito
peregrinando
entre el cabello doloroso
de la hoguera

NORTE OESTE ESTE SUR
Nómada de la Aurora Boreal
con su carne vidriada
aúlla sobre un pantano hirviendo

Es la primera piedra parlante
‘llegué hace un rato
ya que soy la última araña de granizo’

Es el único entumecimiento
después del frenesí errabundo

el primer Sol de Huesos dejando tan nunca fluir
el río de agua quemada que roe
la eternidad en un grano de arena

Mira su reflejo en la corriente

difícil saber dónde nace el ojo de agua

dónde se dio el primo gesto del río
—gota a gota— de todo lo que existe
cuándo
el coyote aún sin plumas —casi encía de piedra
aulló a la Vía Láctea

cuándo extendió sus alas con un peso de nubes
con el paso de una sombra de eclipse
con su lasca hojosa enorme
y el oleaje de serpiente en la hierba

En danza
da el cielo
lo bonito
para mostrar el mundo
—dice el Balam que lee
las estelas—
la luz
una vez se va
y una vez vuelve
una vez se queda y una piensa
y una vez descansa
y una vez su fuerza hace que se quede
dentro de su casa
para que la busquen

Donde pisa la luz
quedan los surcos
Espera que llegue el agua
hasta la piedra /
que sabe toda la verdad

Norte
Sur
Poniente
Oriente

cuatro veces la nube camina
cuatro rumbos

Montañoso
no envejece

Insondable
no
no duerme:

El Coyote Emplumado
está vivo
—late su corazón
en mi palabra.

Donde sólo se habla del amor

A los hombres, a las mujeres
que aguardan vivir sin soledad,
al espeso camaleón callado como el agua,
al aire arisco (es el aire un pájaro atrapado),
a los que duermen mientras sostengo mi vigilia,
a la mujer sentada en la plaza vendiendo su silencio.
En fin, diciendo ciertas cosas reales
en una lengua unánime, amorosa;
a los niños que sueñan en las frutas
y a los que cantan canciones sin palabras en las noches
compartiendo la muerte con la muerte,
los invito a la vida
como un muchacho que ofrece una manzana,
me doy fuego
para que pasen bien estos días de invierno.
Porque una mujer se acuesta a mi lado
y amo al mundo

Hojamarga

Hija del campo
y de la luz/
vientre de piedra
sollamada/
nunca
se elevó
tan bajo
tu hambre/
tu sombra sin
su cuerpo/
la impostura/
la ceniza
de tus trojes
quemadas/
el látigo/los nadies
de la sed…
-qué sé yo qué!-

Y a punto
de salpicar
está
la sangre estando
fraternal
estaba
y doliente
dolida

La muerte
entona
entonces
zancudona
mente
una canción
de cuna
a donde el sol
camina

Perdida
a lo lejos
no puedo asir tu mano seca
como un río
Sé que vives: ven

no sé dónde – sé
que vives / van
a acudir /
vendrán
todos tus hijos: las mujeres
y los hombres murciélago /
los cigarra
y los hormigas/
también
los pobladores de las Siete
Cuevas/
son los hombres de
maíz
con su rostro de limo

Dime
qué ves/vuelve
la cara/
gira/
danza
alrededor
de nuestro Árbol
de la Vida

Sordomuda
(no se dice tu nombre
se respira)

Habla
me
aunque es de noche
no tardes en llegar
oh Patria amarga:
Acompaña
me
Acompaña
nos
aunque es de noche

En tierra de acahuales
andamos andando
Bailemos
Bailemos

Perversidad de la separación

Desautorizo
mi ternura /
vuélvanse
mis ojos
turbulencia /
pido castigo ejemplar
a mis palabras.
al alba
quito la escalera
para que ninguna luz
suba a las ventanas /
que sea
irreflexiva
como un perro
mi bondad
que en los charcos
sean glorificados
mis instintos
que la vida tropiece
y su pie herido
sea mutilado.
desautorizo
a mi sangre
y a mi sexo /
y para mis oídos
toda voz /
toda vez
toda sombra
todo siglo
sea mi espalda
una sábana
árida.
la ausencia es una unión definitiva.
todo
tengo prohibido:
incluso la amargura.