Poetas

Poesía de España

Poemas de Julia Otxoa

Julia Otxoa (San Sebastián, 13 de marzo de 1953) es una poeta, narradora y artista plástica española. Pertenece a la generación de jóvenes que consolidaron el género microrrelato en España, en cuya obra confluyen corrientes artísticas como surrealismo, el existencialismo y la literatura del absurdo. Su extensa obra, con más de 30 libros publicados, ha sido traducida a varios idiomas y recibido numerosos premios.

Todos los trajes de la muerte

La vida es insoportable
sobre las cenizas de las víctimas.

No me hables de los héroes,
he visto todos los trajes de la muerte,
la sombra de la sangre derramada
es siempre imborrable y única.

Miro nuestra casa
y sólo veo fantasmas.

El tiempo de las plantaciones

En invierno,
al llegar el tiempo de las plantaciones,
me gusta contemplar
ese desfile de jardineros desarmados
cruzando la ciudad,

llevando sobre sus hombros
en lugar de fusiles
árboles dormidos.

Esa imagen es para mí
tan hermosa
que vence toda la sinrazón
de la barbarie en la que estamos,

algo así
como asistir a la poderosa fragilidad
de las raíces de la menta
levantando las piedras.

Intentando vivir

¡Este es mi tiempo!
ha dicho Caín,
y la gente asustada se ha ido por ahí
intentando vivir,
navegando con sus barquitas de colores
por las calles inundadas de llanto.

Cómo me dueles, mujer de nylon y escaparate

Cómo me dueles, mujer de nylon y escaparate,
de belleza en siete días,
y norte deshabitado,

mujer colonizada y rota,
sin huella de alas sobre el tiempo,

cómo maldigo esa tela de araña
que decidió tus puntos cardinales.

Tengo frío junto a los estandartes

Tengo frío junto a los estandartes,
el rumor de sus himnos
hiela mi corazón
como la negra memoria
de una guerra perpetua.

Siete de la mañana

Siete de la mañana, todavía no ha amanecido
desfilan por las vacías calles los nacionales espectros.
Atravieso el puente de la Avenida de la Libertad,
levanto los ojos al cielo,
allí está Marina Tsvíetaieva ahorcada de una estrella.
Oscila su cuerpo en la oscuridad,
péndulo del reloj de nuestros días.

En medio de todo esto

En medio de todo esto
los niños siguen arrojando
sus caídos dientes a la luna
suplicando nuevos alfabetos de hueso
para nombrar la vida.

Oración para Franz Kafka

Bendita sea la terrible belleza de Franz Kafka
creyéndose un insecto entre nosotros,
hasta su recuerdo acudo en busca de consuelo.
Mi cabeza es un volcán que nunca duerme,
junto a mí todo es hoy El jardín de las delicias
pintado por El Bosco.
Nada entiendo.

Estoy subida en el tejado,
ya no leo los periódicos,
leer la prensa cada día,
es abrir una pequeña tumba de papel.

No sé quién soy.
El siglo a mi alrededor es incomprensible.

En aras del método,
hemos abandonado la búsqueda de la belleza.
Nos estrellamos