Poetas

Poesía de Chile

Poemas de Leo Lobos

Leo Lobos (Santiago, 29 de mayo de 1966) es un poeta, ensayista, traductor, artista visual y gestor cultural chileno que ha sido reconocido y galardonado por organismos y universidades internacionales como lo son la UNESCO y la Universidad San Marcos, respectivamente.

Nieve – uno

Para ver Nieve en la noche
Debes cerrar tus ojos
En su transparencia
Radiante
Verás entonces
Con los ojos cerrados
Una
Vez más
Nieve dentro de ti

Urban Night life

Salimos de ahí disparados a seguir girando
por el lado oscuro de la ciudad
un grupo de rastas fuma en las afueras
de un local nocturno donde esta noche toca un demonio,
quiero irme, aunque el aroma de tranquilidad que aquí se respira me retiene, comemos verduras cocidas que ellos venden bajo el pórtico de un rascacielos donde nos refugiamos de la lluvia. Uno de ellos recorta fotografías de revistas y pinta los marcos donde las expone sobre
un pedestal – maleta, otro, dibuja en un enorme block a grandes trazos innumerables imágenes difusas.

Quemamos la antigua imagen que teníamos de ellos y de paso
las nuestras se hacen cenizas
que el viento
lleva.

Los vagabundos del karma

El cielo es blanco como el suelo blanco
Ciegos e invisibles vamos
En esta marcha

Para no olvidar en nosotros
El recuerdo de nosotros que se borra insistente

¿cambiará esta luna?

Buscando luces en la ciudad luz

A Paz Carvajal y a la tan necesaria Paz para este mundo y el otro.

Busca que busca
la luz de la palabra cruzando
ríos y lagos
mares y montañas internándose en
ciudades laberintos actuales bosques
sumergidos desde Santiago a Boston desde
Nueva York a París, París, París y en este
bosque blanco que, otra cosa, la misma cosa
la veo parada ahí
en la calle
pensando quizás en el eco
de las aguas entre la multitud y los autos veloces
buscando la luz, buscando las luces de una piel
que nadie podrá herir
mientras perdidos transeúntes
le preguntan
por dónde
por qué camino
por qué lugar se entra
se sale del espejo
donde a ratos logran escuchar a un triste Lewis Carroll
llorar por una niña llamada
Alicia
atrapada por
él
en
una
historia
paradojal

Silencioso dentro de la noche

“Ser como o rio que deflui
silencioso dentro da noite”

Manuel Bandeira

Fluir, leve andar
descalzo inflar lentamente los pulmones
pesar cada paso sentir
cada instante entrar
silencioso dentro
de la noche
como sí ella
fueras

Perdidos en La Habana

Se puede ver a lo largo de Cuba verdes
o rojos o amarillos descascarándose con el
agua y el sol, verdaderos paisajes de estos
tiempos de guerra

Después de tres botellas de ron
ella lloraba en el lobby
del Hotel Capri, mientras le leía poemas que no eran míos,
Hablaba de las playas a las que llegó
en motocicleta, cuando aún el sol brillaba
los cubanos son niños que lo miran todo
decía

Otro él, aparece desde el centro del salón y necesito
más de un segundo para
reconocerle
me acerco y me cuenta de mujeres, palacios de salsa,
de bailes mágicos
no hay, pienso
no existe una isla
sin orillas…
No quiero habanos
no tengo dólares
mejor será
desaparecer antes que la noche

Una secreta forma

«las palabras como el río en la arena
se entierran en la arena»

Roberto Matta

El automóvil esta poseído por la fuerza
de los animales que le habitan
como un carruaje tirado por caballos
sobre piedras húmedas de un pasado verano
Río de Janeiro aparece de repente como
la secreta forma que el Atlántico
deja entrever desde sus colinas de azúcar:
ballenas a la distancia algo
comunican a nuestra humanidad sorda
y cegadas por el sol preparan su próximo vuelo
caen ellas entonces una vez más como
lo han hecho desde hace siglos
caen ellas en las profundidades entonces
caen ellas y crecen en su liquido amniótico.

No pidas frutos al árbol que no riegas

Así como el queso atrae a las ratas, las competencias, deportivas o guerreras, atraen a los humanos que no se han liberado de su egoísmo.
Alejandro Jodorowsky

Rodeada de relámpagos es el rayo quien te besa
Georges Bataille

No pidas frutos al árbol que no riegas
No pidas nada a la nada que respiras no pidas aire no pidas más

Escucha en silencio el árbol te dice
con sus mudas hojas lo que en verdad eres

Un reloj de sol que a cada momento proyecta
la hora que es, el alma, la energía diferente de cada hora

No pierdas el día no fuerces tus horas limpia tu sombra riega las flores
presiente a los árboles y sus raíces buscar el agua
corre, ve y dile a los demás

Océanos palpitantes

Al amor solo le basta un corazón que lo palpite
como el mar que ha mordido todas las playas
como el viento
que lo desborda
en el estallido
de todas sus olas

Temor

«La mejor parte es sentirse vivo pintando y la peor es necesitar hacer pinturas para sentirse vivo» Geoffrey Lawrence

Reverencia emocionada
cuando todo
deje
de
importar
cuando todo este oscuro
cuando todo este perdido

Que la musa te toque con sus
dedos la espalda
y te empuje al camino

Que la frialdad de las ciudades
que la rosa de la nada
que el fango inmóvil
que la arena movediza del desierto
no borre la tristeza de tinta
que ha de alcanzar el agua

Y sea aire movido por los labios
una
vez
más

Corazón uno

Segundo tras segundo ese amigo que es pura devoción
como una divina noria está haciendo circular la vida en ti

late con un ritmo que viene del momento
en que el espíritu se manifestó

si te concentras sentirás en tu pecho la primera palabra
el redoblar del trueno
su enigmática danza obedeciendo la incesante orden de la multiplicación

dentro de tus costillas llevas un motor terco
seguro como una flecha que avanza en un cielo vacío