Poetas

Poesía de Cuba

Poemas de María Villar Buceta

María del Carmen Villar Buceta (Corral Falso de Macuriges, 25 de abril de 1899 – La Habana, 29 de junio de 1977) fue una poetisa, periodista y activista cubana adscrita a la vanguardia cubana de las décadas de 1920 y 1930, de la que destaca su poemario Unanimismo de 1927. Fue una de las pioneras del campo de la biblioteconomía en su país, de la que sería la primera profesora.

Hija de Froilán Villar González y de de Petra Buceta, debutó en 1915 al publicar el soneto Desilusión en el Diario de La Marina y fue hermana de la cuentista Aurora Villar Buceta (1907), con quien luchó en contra de la dictadura de Gerardo Machado.3​ Dentro de su labor como poetisa, destaca el poemario Unanimismo de 1927,3​ obra que «una de las obras más importantes durante el primer tercio del siglo XX»;5​ además, colaboró en varias publicaciones durante su vida, entre ellas El Heraldo de Cuba y La Noche —donde fue redactora— las revistas El Fígaro, Castalia y Social, entre otras.

Participó del denominado Grupo Minorista, organización cultural propulsora de la vanguardia en Cuba que el 6 de mayo de 1927 publicó un manifiesto, del que Villar Buceta y Mariblanca Sabas Alomá, serían las únicas mujeres signatarias.6​ Adicionalmente, fue una de las fundadoras del grupo Gorki.

Entre sus poemas más originales aunque poco antologado según la Antología de poetas cubanas del XIX y del XX de Milena Rodríguez está «Autorretro» donde se encuentra una actitud feminista que se lee en la contraposición irónica establecida entre el «entre-nulidad» y el «ente-iniciativa».

Sed de Vida

Es indudable, oh alma !, que quisimos
vivir la Vida muy de prisa: ese
fué nuestro error fundamental… Un loco
afán, una insaciable sed de vida,
turbó nuestra razón, y nos lanzamos
a conquistar la formidable cumbre
donde se asienta la Verdad que, absorta,
con una enorme turbación de nupcias,
se nos dió toda… Y la verdad fué nuestra !

Inaccesibles sobre nuestra cumbre
– tal un águila erguida sobre un risco –
las primicias del triunfo disfrutamos;
y ella, la huraña, fué como hembra pródiga
a la voracidad de nuestros besos…
Desde entonces, oh alma !… desde entonces
tuvimos los secretos de la Vida,
nuestra duda trocóse en certidumbre,
y nuestra certidumbre en desencanto:
a la tristeza de ignorarlo todo
siguió el dolor de la sabiduría !
Y fué nuestro dolor sin esperanza !

Quien nada espera nada cree; pero
Aprendimos la Ciencia de la Vida
En la desolación de nuestro triunfo !
Hemos llegado…! Hemos llegado ?…
Acaso hemos tergiversado nuestro oculto
Sentido de la Vida… En tu tristeza
ví la consumación del sacrificio
y tu impotencia ante lo irremediable…
Oh mariposa que en tu propio fuego
quemaste el polvo de oro de tus alas:
tú y yo sí comprendemos la tortura
de Prometeo atado a ingente roca !
Con nuestras manos, cual si fueran buitres,
Nos arrancamos todos nuestros sueños:
borramos todo inútil espejismo
que decorara nuestra perspectiva
interior; mas la cumbre nos dió en cambio
su facultad de dominarlo todo
y ver todas las cosas de la tierra
como a vista de pájaro…
Y ahora …!

Ahora iremos por todos los caminos
con nuestra fortaleza por escudo;
haremos florecer en cada yermo
una como ficción de primavera;
habra la floración de una sonrisa
comprensiva y piadosa en nuestros labios
para todos los débiles del alma
que quedan rezagados en su ruta;
y para aquellos que a nosotros lleguen
conscientes de su fuerza, les daremos
nuestras manos, en son de bienvenida!

Hermetismo

¡En casa todos vamos a morir de silencio!
Yo señalo el fenómeno; pero me diferencio
apenas del conjunto… ¡Tengo que ser lo mismo!
Dijérase que estamos enfermos de idiotismo
o que constituimos una familia muda…
de tal suerte en sí propio cada uno se escuda.
Como de nuestros otros nos sentimos avaros,
de nosotros la gente piensa: «son entes raros,
o egoístas, o sabe Dios qué…»
¡Tal vez dirán
que sólo nos preocupa la conquista del pan!
¡Yo en medio de todos, Señor, con mi lirismo!…
¡Cuán se agobia mi espíritu de vivir en sí mismo
y ver siempre estos rostros pensativos y huraños!
¡Y así pasan los días, los meses y los años!