Poetas

Poesía de México

Poemas de Mijail Lamas

Carlos Mijail Lamas Alfaro, poeta, traductor y crítico mexicano, nació en Culiacán, Sinaloa el 22 de febrero de 1979.

Mijail Lamas estudió Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Fue becario de la Fundación para las Letras Mexicanas en 2005-2006​ y 2006-2007. Ha sido becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sinaloa. Fue director de producción de la extinta editorial independiente PÁRAMO ediciones.

En 2011 obtuvo un accésit del Premio de Poesía Ciudad de Zaragoza con el poemario El canto y la piedra. El jurado de este concurso español, lo valoró como una “reivindicación de las tradiciones filosóficas presocráticas con una voz propia y aportes renovadores.”

Ganó el Premio de Poesía Clemencia Isaura del Carnaval Internacional de Mazatlán 2012, con Canción del navegante de sí mismo.​ El poemario está construido a partir de la figura del poeta lusitano Cesário Verde.

Janis

…la muerte nos anuda la corbata
Livio Ramírez

El aire me desgarra, Janis,
tu voz me parte el rostro
y mi corbata es el signo de todos los ahorcados.

Restos de mí se van rodando por el suelo
y el filo de tu voz
hace explotar mi lunes en pedazos.

Sólo, Janis, me queda
el hambre de este empleado que mira con desprecio
el rostro de sí mismo en los cristales,
el hambre de una fábrica de angustias,
certezas de saber que en el futuro
nada podrá ir mejor
y que esta bandera enarbolada de la juventud
también se caerá al suelo
y el último refugio tendrá que ser la piel
o el alcohol solitario.

Janis,
tu voz es un cuchillo
que vibra en la garganta del dolor.

Pero ahora el silencio.
He llegado al lugar de los pequeños señores
y me apresuro a aniquilar
estas ganas de mandar todo al diablo.

 

Peter Pan reclama

Y un buen día nos volvemos adultos
y vamos al trabajo enfundados en un traje,
pero llevamos un riff de Metallica sonando en la cabeza
y es ese nuestro único amuleto.

 

Segunda invocación a Apolo

Para Alí Calderón

En el poema todo se ordena en la disposición de las balas de un revólver.
Primero una palabra que propicia otra,
otra que afila su sentido,
una más como un hacha dando un tajo
y la última:
un disparo en el orden exacto de los versos.

He nacido oscuro para el resto del día
y tras una nube
el ojo de Dios guarda silencio.

Soy la sombra de todos los rostros,
dependiente de tiempo completo,
maestro por horas de miseria,
desempleado frente a las marquesinas.

Hoy llevo un dolor de piedra entre las manos.

Lejos de toda caridad
soy profeta y apóstol jubilado de la fe en mí mismo.
Oficio los silencios de la página.

Soy héroe,
peatón del instante y la sorpresa.

Aquí guardo la plegaria del azar
y una sensación de sed como aguja en las palabras.

Hoy no tengo necesidad de fingir
que elijo la vida que me toca.

 

A BORGES

a Virgilio frente al Palatino Monte
a Heráclito en su múltiple cauce erguido
a Cervantes frente al sueño del Hidalgo
a ti Averroes, en el laberinto del lenguaje
a Dante frente a los círculos del sueño
a Chesterton de bastón gastado y artilugio
a De Quincey con su opio y huestes de asesinos
a Mateo y Marcos que buscaban la primicia
al verbo de San Juan
a Shakespeare met the night mare
al horroroso espejo
al tiempo circular del Eclesiastés
al sol del tigre en la página de Blake
a los de Góngora raudos torbellinos
al paraíso: Alejandría soñada
a los dones que me roba la ceguera
a ustedes les digo:
(I Can’t Get No) Satisfaction