Poetas

Poesía de Argentina

Poemas de Rafael Squirru

Rafael Squirru (23 de marzo de 1925 – 5 de marzo de 2016) fue un poeta, conferencista, crítico de arte y ensayista argentino.

Ofrenda

a Celina González

Quisiera algo más que un collar de palabras
Enhebrándote mi cariño
Pero cada uno da lo que tiene
Y nunca más de su medida.
Nos los albañiles del verbo,
El bastimento donde descansa
Amor y Primavera.

Yo no sé de las cosas
Que se pesan con el oro.
Toma pues esta constelación de mis Tres Marías
Toma la rosa que respiro
Toma el fantasma de los siete colores
Toma mi potro renegrido
Y sabe que cuando ya no estemos
La voz que vino de tu vientre
Seguirá proclamando tu sangre.

No mueras (fragmento)

El amor es un milagro cotidiano
Que mantiene la blancura de los cisnes
Y nos ciega de repente
Para que palpemos la luz del alma
Oscurecida por un vértigo de cosas.

La luz del amor es fuerte como la del sol
Y tal vez por eso ambulamos ciegos
Cuando nos da en la cara.

3

He llegado a este Ganges de mi tierra
Barroso e infinito como ninguno.
Sentado a sus orillas
Reconociendo a Siva en mis pies cruzados
Medito.

Cómo bajan las aguas
Arrastrando la culpa de los míos
Que hice mía desde que vi la luz!
No ser cuando se puede ser
No ser cuando se debe!

Corriente tumultuosa
Sumergiendo vidas
Bajo una planilla de impuesto a los réditos.

Mi pensamiento delante de mí
Posado
Como el pájaro de Brancusi.
Las esencias de las cosas
Desnudas.
Amor hecho Belleza.

El dedo de Dios y el catecismo
Expulsados
Fuera
Como dos alumnos
Que tiraron tizas contra el pizarrón.
Padecer y morir
Padecer y padecer
El espíritu rebelado en cruz
Clavado contra la muerte
Sangrando sobre los tinteros
La sed quemando mis ojos y los tuyos
Húmedos cuando se miran
Por qué?
Y por qué las flechas
Mordiendo el cuerpo de los justos?

El río mueve sus aguas
Inexorable.
Las egresadas de la Pitman
Hacen repiquetear sus dedos
Y el pájaro
Vuela y se aleja gritando
Como si fuese una gaviota. (1)

8 (fragmentos)

Pregunto si esta existencia será algo más
cuando el sol golpea mi ventana sin decirme nada.
Si la felicidad está en perderse como plantas
en la química del proceso
sin preguntar
o si es todo drama tropical
o insuficiencia hepática.

Pienso a veces que nos hemos equivocado de esquina
y la verdad espera sentada en otro café
al que no hubiéramos entrado nunca
porque tiene luz de neones.

Y en medio de esta duda mía
ríe un chico
y habla el sol en la ventana.

17 (fragmento)

Mi vida será
Si con ella
Añado sol a tus días.

26

El viento sopla recio
traspasando la garganta de mi ciudad.

Trae fuego
sobre inícuas asambleas
falsos pontífices
usurpadores del púlpito y de la cátedra.

Caigan sombras sobre la diestra, colmada de soborno.
Despavoridos huyan los que mintieron de la ciudad del justo.

Conozco la victoria de las ruinas.

Cuando se haga el gran silencio
tu voz, Castellani, seguirá sonando como una trompeta.

28

Borda la abuela
En la silla hamaca
Borda la abuela paraguaya
Blanca la su cabeza
Blanquecinos los recuerdos
Blanca blanquísima la su alma.(3)

30

Hoy te tuve tan cerca
pero tan cerca
que casi olvido el destino
que casi olvido que nada nos pertenece.
Hubiese querido atrapar tus ojos en los míos
tus ojos que miran el vacío
azules, tristes, negros
luces de un dolor que quiero.
Dios! Qué belleza tus ojos
que anochecen mi alma!
Dios! Quiero dormir tus ojos
dulcemente tendido.
Quiero llagarme en tu misterio
buscarte en la tiniebla espesa
que te nombra.

33 (fragmentos)

Llevo una pampa pesada
Tengo derecho a mis lágrimas.

He visto manejar el verbo
A los profesionales
Por ellos también lloro
Pobres tramposos ingenuos
Presos en la propia jaula.

34 (fragmento)

Cuando hayas saciado tu voracidad de piraña
Devuélveme los ojos
Que me voy quedando ciego.

40 (fragmento)

Estar solo
Con mi soledad poblada
Las gotas del ocio
Disputándose el latido que se acorta.

43 (fragmento)

Es inteligente
Saber que
El sol puesto o arriba
es más que un crédito a sola firma,
Una lágrima
que un cargamento de penitencias,
«El rinoceronte existe»,
Un misterio no se come
con cubiertos de pescado,
Lo que pasa, todo,
tiene que pasar,
Si podemos dudar
es porque somos indudables,
Ser río es más que catarata.
La mosca, el animal más limpio
y el más molesto,
Dos más dos
son cinco,
No es obligatorio agitar ondas sonoras,
sí, perturbarlas.

Risa es virtud,
Y saber llorar
suprema inteligencia.

64

Tus ojos zarcos queriendo trepar la piedra tocada por el indio.
Quiénes fueron? Cómo vivieron? Por qué cayeron?
Fueron sagre-maíz, papa-dordillera
Vivieron la noche
Cayeron
Como lluvia

URGRUND ANECDÓTICO

I

Y tu, cómo te sentirías
viendo al diablo
desnudo, abrumado,
confesándote:
«Yo soy el diablo»?

II

Una noche
como que las piernas
enroscándose
en tirabuzón.

III

Se apoderó de mi sexo
devuelto
me sentí sin ropa.

IV

Satori de comprender
que era derecho
por lo torcido.