Poetas

Poesía de Chile

Poemas de Reynaldo Lacámara

Reynaldo Lacámara es un poeta chileno-español, columnista y promotor cultural que forma parte de la Generación del 80. Nació en Santiago en 1956, hijo de padre argentino y madre catalana, pero vivió su infancia en Rosario, Argentina. Estudió Ingeniería Electrónica en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y se radicó en Santiago después de eso. Fue presidente de la Sociedad de Escritores de Chile, ocupó otros cargos en la esfera cultural, y participó activamente en el Colectivo de Escritores Jóvenes de la SECH. Lacámara ha sido gestor de diversas actividades culturales y literarias y ha sido invitado a diversos centros culturales y ferias del libro. Durante su carrera, ha sido antologador y sus poemas han sido traducidos y musicalizados. Su poesía trasciende y ilumina ámbitos diversos y es reconocida por su cercanía al dolor del hombre concreto y su entorno.

El párpado

El párpado es una pausa para mirar la noche
El párpado nos deja solos
corta las distancias
y somos irrealizables, oníricos
El párpado es una herida
por donde los sueños gimen
A veces es una pequeña boca que habla colores el párpado

El párpado es un pozo más inabarcable que el silencio
Es la defensa el insecto que no entró
la insistente muerte golpeando sus puertas

El párpado a telón abierto
a escenario cotidiano
Bolsa que guarda lo adquirido
Imágenes quedan escondidas
vivientes en algún recuerdo
Y el párpado inmenso del universo
termina y empieza
cuando cierra sobre la piel
el pequeño párpado.

Estaciones y regresos

No…
no he podido llegar más lejos…
Lo caído
alcanza estaciones
Los durmientes juntan siglos de sueños verdes.
Sobre los rieles,
el humo de las aveniencias.
Soy el amor que vuelve a cada paso…
Cada durmiente es un minuto de eternidad.
Se acaba la línea
¿Te acuerdas,
hace muchos siglos,
cuando tocábamos la bandera?
Polvo en los ojos, lluvia…
Puedo relatar un pájaro o dos
a veces pasa una formación de gaviotas, o el
viento tras nubes o distancias ampliamente azules.
Te lo cuento desde aquí,
desde el rostro de los días incontables.
un día desde el polvo
el viento
enarbolará
otra Bandera

Valparaíso

(La semilla)
Eres
un sol entregado a los almendros
una simiente que el año confirma,
esta es tu primera arcilla.
El minero de Marga-Marga
aún le arranca estrellas a la noche
con una mano colgada
a un gesto indócil de pregunta.

Entre las amargas entrañas
la primavera más injusta.
El destino subterráneo
prepara al hombre de sal.

Voces

La nube
el pájaro más voluble del ocaso.
El pájaro
nube disgregándose,
exbalación
que aspira llegar
a tierra
El arco-iris
puerta de luz bajo el agua
Se pierde lo profundo de la obsidiana
el ánfora azul,
desbocada de sueños
¡La tuya es historia fresca muchacho!
20 años
y 500 arcabuces.
Capitán:
ni la sangre más delgada
ha podido pasar inadvertida.
Mentras el destino del pensamiento
prueba
la guerra ultravioleta:
el olvido
es
el último disparo
de
la
muerte.

Muralista

En un ramo de rostros
está lo vivido y lo deseado
con la brocha se alzan los anhelos, los dolores, la bandera;
y en una ola viene el invento más puro
la verdad del que tiñe la memoria
sin transigir con los dolores.

El futuro viene en la luz danzando.