Reseña

Bienvenida Teresa Dovalpage

Es innegable que vivamos donde vivamos a los escritores cubanos nos une una similitud de pensamiento que es la razón más fuerte para el acercamiento de las literaturas y que actúa como regla no escrita —independiente del enfoque y del rigor del criterio social— porque los cubanos siempre escribimos sobre Cuba.

Teresa Dovalpage, quien nació en la Habana y se graduó de Licenciada en Lengua Inglesa en la Universidad capitalina de la isla, reside en EE.UU, exactamente en Taos, un pueblo  rodeado de montañas en el  suroeste americano.

Considerada junto a Chely Lima y Daína Chaviano, una de las voces más auténticas de la literatura femenina cubana extra fronteras, es de esa generación que ha recorrido todas las parábolas, todos los caminos de la penuria en el exilio y que ha pasado por las llamas y por el océano intelectual entre las dos aguas y que cuando se tiene parte de la vida hecha, torna más dura la metamorfosis.

Hace pocos días recibí su última novela: Orfeo en el Caribe, publicada por la editorial madrileña Atmósfera Literaria, dirigida por el crítico, narrador y amigo Luife Galiano. Su tema; la vida de un grupo de músicos integrantes de Mal de Ojo, una banda habanera, y la preparación de una fuga en balsa desde La Habana hacia el exilio de Miami. Todo ello genera ricas subtramas y personajes, de modo que la claridad de los hechos aparece envuelta en una niebla que desemboca en un amargo fin de fiesta.

No puedo negar que me impactó el tema —pues los cubanos hemos tenido que marcar muchas cruces en la lista de nuestros sentimientos, en lo que a las vidas que se ha llevado el Estrecho de la Florida se refiere— pero más que ello la forma original que escoge la autora para desarrollar la trama, pues el hecho de que otros escritores hayan tratado en sus obras este fenómeno social, no impide a Teresa Dovalpage delinear las fronteras entre lo que tiene la historia de profundamente humano y la originalidad del pensamiento artístico a la hora de plasmar su argumento como literatura.

Y no es que la autora no demuestre su fino humor, como en sus otros libros de cuentos y sus anteriores novelas, pero esta es una jovialidad menos abierta  que muestra lo inhumano de lo humano, lo cómico de lo trágico.

Eury, ¿te irías conmigo?le dice Orfeo a su novia Eury la gorda, a quien ama.

Esta gorda, lectora de novelas románticas, es una estudiante universitaria, exiliada nostálgica de su propio hogar y que se enamora perdidamente del joven mulato en quien ve la única esperanza, pues en 20 años de vida ningún otro hombre se ha fijado en ella.

Y allí en el Malecón sentí que el destino me susurraba un canto de esperanza. Era un canto sobre otro mundo donde podría leer en su idioma original todos los libros que dieron a luz las hermanas Brontë y Florence L. Barclay, y todos los best-sellers del New York Times. Un canto sobre mi propia casa (no una beca llena de ladrones ni el apartamento de tía), un canto sobre un piano Yamaha que tocaría cuando quisiera, sin molestar a nadie. Un canto sobre el cuarto propio —¡ay, Virginia!— donde tomarme tranquilamente una taza de té. Oh, yes. 

Casi sin darme cuenta le contesté que sí, que cómo no, qué cuándo era la cosa porque por mí, ya me estaba montando en la lanchita”

Entonces, el problema político de la fuga del país se convierte meramente en un problema espiritual y estético.

En el centro del drama está el personaje protagónico de Orfeo Vázquez, un joven y talentoso músico cubano sin futuro, a quien su padre, un funcionario gubernamental con posibilidades económicas, le ha regalado un automóvil, y por tanto tiene un nivel adquisitivo superior al de los demás jóvenes que lo rodean;  ha encontrado el amor de su vida en la rolliza Eury, no obstante decide abandonar ilegalmente el país hacia la Florida, en una barca, en busca del “sueño americano”,  lo cual es andar en Cuba mesclando dinamita con fuego.

Esta renovada Teresa Dovalpaje se nos refleja ya no solo por la exterioridad sino por su espíritu, pues a través de sus páginas todo lo mira con ojos del pueblo cubano. Orfeo en el Caribe abre sus puertas a vocablos populares, que universalizan las expresiones poéticas contenidas en ellos, con lo cual les confieren una nueva dignidad.

La novela resuma profesionalidad en cada una de sus páginas. A ratos Teresa Dovalpage se asemeja a Raymond Chandler por la profundidad de la historia y la dureza del lenguaje; otras a Dashiell Hammet, por el desenfado con que narra las cosas más tremebundas; aunque algunos elementos la acercan más a la prosa sutil de Rodolfo Pérez Valero. Un conocido crítico me hablaba de que la novela crea un mundo de seres aislados dentro de la sociedad, rico en historias angustiosas, al estilo de Dostoievski. Quizás ella se nutrió de las fuentes de algunos de esos maestros del género. Pero lo seguro es que la novela es Universal porque contiene todas las manifestaciones de la vida y las utiliza poniendo al descubierto la riqueza sicológica de sus personajes, proyectándolos más allá de las fronteras de Cuba.

No resulta tarea fácil descubrir, antes del final, el enigma de esta novela negra de amor, aunque el lector tiene en sus manos todos los elementos. Orfeo en el Caribe rompe cánones, rechaza la diferencia insondable entre los géneros. Lección de novela. Lección de teatro. La realidad de los personajes no reside en el lugar donde se desarrolla la trama, ni en el tiempo, ni siquiera en la magnífica historia que narra, sino en las pasiones y en la verosimilitud de los sentimientos y las circunstancias.

Bienvenida entonces al gremio de la novela negra, Teresa Dovalpage. ¡Enhorabuena Orfeo en el Caribe!

Calabazar de Sagua. Cuba

13 de Octubre de 2013

Reinaldo Cañizares Mesa. Calabazar de Sagua, Cuba, 1963: Narrador y periodista

Ingeniero Químico y Diplomado de Realizador de Programas televisivos de la Escuela Internacional de Periodismo. Actualmente dirige el Canal Municipal de TV ENCVISION. Ha recibido varios premios, entre ellos el Fantoches 2012, el Premio accésit de Novela corta Katharsis, de la Universidad Complutense de Madrid y fue Segundo Finalista del Premio de Novela Silverio Cañada de Semana Negra en Guijón, así como del XECC de Marlex Editorial y el Primer Concurso de Novela Corta Dopamina, de Dopamina Ediciones, en España. Es miembro de la Asociación Internacional de Escritores Policiacos y aparece en diversas antologías de cuentos del género neo policiaco en varios países de iberoamericana. En su obra destacan los libros de cuentos: Espigas y Angeles (1999), Alucinaciones del último sobreviviente (2001), Cuba. Locas y Criminales (Editorial The Write Deal, 2012, EE.UU, y Editorial Suburbano 2013, EE.UU); El Guardián de la Caleta (Editorial Rove, 2012, Argentina); El monstruo del espejo y otros horrores (Editorial Rove, 2013, Argentina; y las novelas: Never More (Editorial Capiro, 2004, Cuba), Hasta que la muerte nos una (La Pereza Ediciones, 2013, EE.UU y Editorial Suburbano, 2013, EE.UU), Tierra Negra…Tierra Roja (Alas de Fuego Ediciones, 2013, Argentina). Tiene en proceso editorial las novelas: Los Vándalos, por Atmósfera Literaria, España; y Señores del Tiempo, Editorial Terranova, Puerto Rico.