Calderón de la Barca

La dama duende - Pedro Calderón de la Barca

La dama duende

Pedro Calderón de la Barca

La dama duende es una de las obras donde mejor se encarnan todos los rasgos de la comedia de capa y espada, caracterizada por el ambiente urbano, el protagonismo de hidalgos, los enredos amorosos, la función de los celos, los desafíos, los conflictos de rivalidad entre hombres y las damas discretas. Obra cómica, por encima de todo, pretende entretener y divertir al público.
El alcalde de Zalamea, una obra de teatro de Calderón de la Barca

El alcalde de Zalamea

Pedro Calderón de la Barca

El alcalde de Zalamea» es una de las obras más populares de Calderón de la Barca y contiene todos los grandes ingredientes de la literatura universal: venganza, pasión, crimen, honor, orgullo, justicia, lucha de clases… Esta universalidad unida a la maestría en la dramatización es lo que hace de esta obra publicada en 1651 (escrita, presumiblemente, en 1636) un clásico imprescindible, un texto sorprendentemente actual pese a haber sido escrito hace ya casi cuatro siglos.
La vida es sueño, una obra de teatro de Calderón de la Barca

La vida es sueño

Pedro Calderón de la Barca

Pocas obras maestras se muestran tan vigentes hoy día (un hoy especialmente predispuesto a la añoranza barroca) como La vida es sueño. Drama religioso o filosófico que, desde el absoluto seiscentista, urde sus raíces en los mitos orientales, la literalidad de su lección moral es capaz, sin embargo, de traducirse en lectura política (educación de príncipes) y en grito revolucionario. Pero, sobre todo, es pieza clave en la historia del conocimiento (mal que pese a la intransigencia de ciertas críticas unilaterales), del reconocimiento por parte del hombre de su conciencia de existir.

Restos de otros grandes del Siglo de Oro corrieron la misma suerte que los de Cervantes

Isliada Editores

Cervantes, Lope de Vega, Calderón o Quevedo, fueron hombres que con su pluma trascendieron las fronteras del tiempo para convertirse en grandes de la literatura universal; sin embargo sus restos mortales corrieron la misma «mala suerte» que los de cualquiera de  sus coetáneos en lo que concierne a su conservación. Por ejemplo, Lope de Vega, […]