Confesiones

Beretta

María del Carmen Muzio

No me agradan los velorios pero era ineludible que fuera. Quería verlo por última vez. Parecía dormido, como la mayoría de los cadáveres, ya limpios y bien vestidos, dentro de una de esas cajas horribles donde semejamos un sueño reparador gracias a la eficiencia de los empleados necrológicos.

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Confesiones de cara al policial cubano

Leopoldo Luis

No pocas veces tildado de “menor”, el género policiaco exhibe un largo historial de vicisitudes e incomprensiones, en sus ya más de ciento cincuenta años de presencia insoslayable. De presencia en la literatura moderna —se entiende— porque en la determinación de sus oscuros orígenes la pista podría conducirnos hasta el mismísimo escenario de la tragedia griega.

Música de Fondo I

Daneris Fernández Fonseca

"Quiso tocarse la cadena, sentía un cordón opresivo y ardiente alrededor del cuello. No podía moverse. Era un dolor helado, paralizante, como si le hubieran metido el cuchillo entre las nalgas y todavía lo tuviera allí, tieso y frío. Desde el suelo vio a Marlon bajo el foco de la esquina, un mulato bajito y gordo lo tenía agarrado por las muñecas y le balanceaba los brazos, como si jugaran."

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Confesiones en la UNEAC

Leopoldo Luis

Me encantan las presentaciones de libros, aunque por lo común acuda poca gente. A veces —mientras dura la Feria Internacional, cada año— el número de asistentes es mayor