Cuentos de Ciencia Ficción

Meiosis

José Martín Díaz Díaz

La moda unisexual pretende que los hombres usen vestuario masculino y femenino indistintamente, así como hemos hecho las mujeres por siglos. Pero esto nunca sucederá porque ellos siguen creyéndose superiores a nosotras.

La epizootia

Kurt Vonnegut

"El doctor Everett, un joven epidemiólogo del Departamento de Salud y Asistencia Social de Estados Unidos, era el tercero de los presentes. El doctor Everett había sido quien dio a la plaga el nombre que finalmente se quedó. La llamó «la epizootia»."

El racista

Isaac Asimov

"―Exactamente; y el corazón humano que tengo en el pecho ya está gastado a pesar de que no he cumplido todavía los sesenta años. Yo no quiero nada parecido a esto, muchas gracias. Yo quiero algo mejor."

Jenny

Kurt Vonnegut

"Aquellos sesos eran el sistema electrónico más ingenioso, más complicado y más bello que había visto. El dinero no era un problema cuando se trataba de Jenny..."

Flapjack, los marcianos y yo

Fredric Brown

Quiere oír cómo Flapjack salvó al mundo de los marcianos, ¿eh? Muy bien, socio. Sucedió en las orillas del Mojave, justo al sur del Valle de la Muerte. Flapjack y yo estábamos…

La manzana de Eva

Yadira Álvarez Betancourt

—Deberías volver a hacer juguetes, madre. —Ya no hago juguetes, sólo los reparo. La hija frunció el ceño ante la brusquedad de la respuesta. —Madre, no es que esté harta de venir hasta aquí a verte, pero deberías preocuparte más por tu bienestar y salir de este lugar.

En candela con Ochosi

Erick J. Mota

Primero fue el dolor de muelas. Y luego. Y luego también. El dolor de muelas persiste en todo momento y carece de posición de alivio. Los calmantes casi nunca funcionan y siempre la cura es mucho más dolorosa. No existe sentencia ni castigo en el mundo que supere a un dolor de muelas.

Dioses a la carta

Carlos Duarte

Hacía muchos años que vagaba por la vida con la sensación de albergar un vacío absoluto en alguna parte de mi organismo. Comía y comía pero no lo llenaba, ergo no era en el estómago. Respiraba fuerte y hondo pero nada: obvio, la cosa no era en los pulmones.

Sacrificio

José Luis Fariñas

Había cosas que quería para siempre: ardides, plenilunios, coleópteros de marzo, pánicos vitales de color azul prusia tostado, la semilla heptagonal de una noche de infancia bajo unos canisteles en flor o el dibujo escabroso de los días más imposibles, esos donde parece suceder sin detenerse la danza macabra de la felicidad...

Minucia

José Martín Díaz Díaz

Minucia no era persona, tampoco animal, supongo. Parecía un muñeco para niños, sin especie definida. Cuatro patas con manitas. Orejas redondas. Grandes ojos.

Fangio’s in memoriam big race

Yoss

The sweden Thor Olafssen, number one de la carrera, atravesó the colossal holograma publicitario bilingüe like a silver arrow y dobló around el Memorial Castro sin aminorar the speed, pero without neither derrapar por eso...

La bruja de abril

Ray Bradbury

En el aire, sobre los valles, bajo las estrellas, sobre un río, un estanque, un camino, volaba Cecy. Invisible como los nuevos vientos de la primavera, fragante como el aroma de los tréboles que se alzaba en los campos a la tarde, ella volaba...

Cacería cíclica

Elaine Vilar Madruga

Muh deambulaba por los recodos de lo que fue, en tiempos ya pasados, su hogar. Ahora, era la presa. El cazador lo seguía demasiado cerca, lo husmeaba, destruía sus madrigueras y escondites...
Veneno

Juguemos a los venenos

Ray Bradbury

—¡Te odiamos! —Gritaron los dieciséis chicos y chicas, apretándose alrededor de Michael en el aula. Michael gritó. El recreo había terminado, pero el señor Howard, el maestro, aún no había llegado.
Luz

Versos iluminados

Isaac Asimov

La última persona en quien se podía pensar como asesina era la señora Alvis Lardner. Viuda del gran mártir astronauta, era filántropa, coleccionista de arte, anfitriona extraordinaria y, en lo que todo el mundo estaba de acuerdo, una genio. Pero, sobre todo, era el ser humano más dulce y bueno que pudiera imaginarse...
Reloj de arena

Hola y adiós

Ray Bradbury

Pues claro que se iba, qué otra cosa podía hacer, el tiempo se había agotado y se iba, se iba muy lejos. Tenía ya hecha la maleta, había sacado brillo a los zapatos; se había cepillado el pelo y se había lavado expresamente detrás de las orejas...
Jean-Simon Berthélemy

El secreto de la tumba vacía

Manuel Quintero Pérez

“¡Córtalo con la espada, campeón!” El Macedonio ladeó el torcido cuello y levantó la rubia cabeza intentando descubrir al autor del alarido…
Passion led us here. Foto por Ian Schneider en Unsplash

Auténtico amor

Isaac Asimov

Mi nombre es Joe. Así es como me llama mi colega, Milton Davidson. Él es un programador, y yo soy un programa de computadora. Formo parte del complejo Multivac, y estoy conectado con otros componentes esparcidos por todo el mundo...
Futurium. Foto por Maximalfocus en Unsplash

¡Piensa!

Isaac Asimov

La doctora en medicina Genevieve Renshaw tenía las manos profundamente metidas en los bolsillos de su bata de laboratorio y, mientras hablaba con gran calma, sus puños se destacaban claramente de aquéllos.
A la Luna. Foto por Pramod Tiwari en Unsplash

Encuentro nocturno

Ray Bradbury

Antes de subir hacia las colinas azules, Tomás Gómez se detuvo en la solitaria estación de gasolina. -Aquí se sentirá usted bastante solo -le dijo al viejo. El viejo pasó un trapo por el parabrisas de la camioneta. -No me quejo. -¿Le gusta Marte? ...