Relatos

Mujer con flores blancas

Joana

Rubem Fonseca

Solamente me gustaban las mujeres bonitas, de cara y cuerpo. Podían ser ignorantes, idiotas, pero si eran bonitas me gustaban...
Siesta

La siesta del martes

Gabriel García Márquez

El tren salió del trepidante corredor de rocas bermejas, penetró en las plantaciones de banano, simétricas e interminables, y el aire se hizo húmedo y no se volvió a sentir la brisa del mar. Una humareda sofocante entró por la ventanilla del vagón.
Paseos dominicales. foto por Matthew Bennett en Unsplash

Abandonado

Guy de Maupassant

Es preciso estar loca para salir al campo a estas horas con un calor insufrible. De dos meses a esta parte, se te ocurren ideas muy extrañas. A la fuerza me haces venir a la orilla del mar, cuando en cuarenta y cinco años que llevamos de matrimonio jamás tuviste semejante fantasía...
Cielo estrellado. Foto por Greg Rakozy en Unsplash

La noche

Guy de Maupassant

Amo la noche con pasión. La amo, como uno ama a su país o a su amante, con un amor instintivo, profundo, invencible. La amo con todos mis sentidos, con mis ojos que la ven, con mi olfato que la respira, con mis oídos, que escuchan su silencio, con toda mi carne que las tinieblas acarician...
La santa. Foto por Escael Marrero

La santa

Gabriel García Márquez

Veintidós años después volví a ver a Margarito Duarte. Apareció de pronto en una de las callecitas secretas del Trastévere, y me costó trabajo reconocerlo a primera vista por su castellano difícil y su buen talante de romano antiguo...
Mar. Foto por Imleedh Ali en Unsplash

A las aguas

Guy de Maupassant

12 DE JUNIO 1880.- ¡A Loëche! ¡Quieren que vaya a pasar un mes a Loëche! ¡Misericordia!¡ Un mes en esta ciudad que dicen ser la más triste, la más muerta, la más aburrida de las villas! ¡Qué digo, una ciudad! ¡Es un agujero, no una ciudad! ¡Me condenan a un mes de baño…, en fin!...
Terrasini, Sicilia. Foto por Ignacio Brosa en Unsplash

El verano feliz de la señora Forbes

Gabriel García Márquez

Por la tarde, de regreso a casa, encontramos una enorme serpiente de mar clavada por el cuello en el marco de la puerta, y era negra y fosforescente y parecía un maleficio de gitanos, con los ojos todavía vivos y los dientes de serrucho en las mandíbulas despernancadas...
Kalamazoo. Foto por Harrison Fitts en Unsplash

Allá en Michigan

Ernest Hemingway

Jim Gilmore llegó a Hortons Bay procedente de Canadá y compró la herrería al viejo Horton. Era bajo y moreno, con grandes bigotes y manos grandes. Era bueno poniendo herraduras y no tenía mucho aspecto de herrero ni con el delantal de cuero puesto. Vivía encima de la herrería y comía en casa de D. J. Smith...
Mujer mirando el cielo. Foto por averie woodard en Unsplash

Especular

Rubem Fonseca

Como hacíamos todos los días, menos los domingos, estábamos lado a lado cada quien sobre su bicicleta en el gimnasio mientras hablábamos sin parar. La música estridente no nos molestaba...
Capri, Nápoles. Foto por Ty Van Haren en Unsplash

Diecisiete ingleses envenenados

Gabriel García Márquez

Lo primero que notó la señora Prudencia Linero cuando llegó al puerto de Nápoles, fue que tenía el mismo olor del puerto de Riohacha. No se lo contó a nadie, por supuesto, pues nadie lo hubiera entendido en aquel trasatlántico senil atiborrado de italianos de Buenos Aires que volvían a la patria por primera vez después de la guerra, pero de todos modos se sintió menos sola, menos asustada y distante, a los setenta y dos años de su edad y a dieciocho días de mala mar de su gente y de su casa...
Nieve. Foto por Wladislaw Sokolowskij en Unsplash

A campo traviesa en la nieve

Ernest Hemingway

El funicular se detuvo después de recorrer otro trecho. No podía seguir más allá, ya que la nieve estaba amontonada sólidamente entre los rieles. El vendaval barría la superficie abierta de la montaña, dejando cierto espesor de nieve...
Reja. Foto por Ye Jinghan en Unsplash

La prodigiosa tarde de Baltazar

Gabriel García Márquez

La jaula estaba terminada. Baltazar la colgó en el alero, por la fuerza de la costumbre, y cuando acabó de almorzar ya se decía por todos lados que era la jaula más bella del mundo. Tanta gente vino a verla, que se for­mó un tumulto frente a la casa, y Baltazar tuvo que descolgarla y cerrar la carpintería...
Palacio de Cristal. Foto por Sunyu en Unsplash

La capital del mundo

Ernest Hemingway

Hay en Madrid infinidad de muchachos llamados Paco, diminutivo de Francisco. A propósito, un chiste de sabor madrileño dice que cierto padre fue a la capital y publicó el siguiente anuncio en las columnas personales de El Liberal:..
Anciano. Foto por mari lezhava en Unsplash

El caso de los viejitos voladores

Adolfo Bioy Casares

Un diputado, que en estos años viajó con frecuencia al extranjero, pidió a la cámara que nombrara una comisión investigadora. El legislador había advertido, primero sin alegría, por último con alarma, que en aviones de diversas líneas cruzaba el espacio en todas direcciones, de modo casi continuo, un puñado de hombres muy viejos, poco menos que moribundos...
El llano en llamas - Juan Rulfo

El llano en llamas

Juan Rulfo

Serie de 17 cuentos en los que Juan Rulfo (1918-1986) trata entre otros asuntos, el problema de la tierra. Los personajes principales de cada cuento son los narradores, y muchas veces son los mismos personajes los que dan título a los relatos. Rulfo crea un mundo en donde los seres viven en relación con un presente trágico, la nostalgia del pasado y la falta de esperanza. El autor logró retratar de forma inigualable la problemática del campo y la visión mágica de los campesinos.
Fantasmagoriana

Fantasmagoriana

AA.VV.

A orillas del lago Leman, en las inmediaciones de Ginebra, verano de 1816. Los cuatro cuentos de terror que reúne este volumen evocan la célebre reunión de Byron, su médico y los Shelley que dio origen al mito de Frankenstein...
Alambre de púa. Foto por Spring Fed Images en Unsplash

El alambre de púa

Horacio Quiroga

Durante quince días el alazán había buscado en vano la senda por donde su compañero se escapaba del potrero. El formidable cerco, de capuera -desmonte que ha rebrotado inextricable- no permitía paso ni aún a la cabeza del caballo. Evidentemente, no era por allí por donde el malacara pasaba...
Favela. Foto por João Ritter en Unsplash

Ciudad de Dios

Rubem Fonseca

Su nombre es João Romeiro, pero es conocido como Zinho en la Ciudad de Dios, una favela en Jacarepaguá, donde controla el tráfico de drogas. Ella es Soraia Gonçalves, una mujer dócil y callada. Soraia supo que Zinho era traficante de drogas dos meses después de que empezaron a vivir juntos en un condominio de clase media alta en la Barra de Tijuca...

La nariz

Nikolái Gógol

La nariz de Nikolái Gógol es un cuento satírico que narra la extraña aventura de un funcionario ruso que pierde su nariz y la ve convertida en un personaje independiente. El autor utiliza el humor y el absurdo para criticar la sociedad de su época, marcada por el clasismo, la burocracia y la hipocresía. El cuento se divide en tres partes. En la primera, el barbero Iván Yakovlevich encuentra una nariz en el pan que le sirve su esposa para desayunar. Reconoce que es la nariz de uno de sus clientes habituales, el mayor Kovalyov, y trata de deshacerse de ella tirándola al río. Sin embargo, es detenido por un policía que sospecha de su actitud. En la segunda parte, el mayor Kovalyov se despierta y descubre con horror que le falta la nariz. Se pone una venda en la cara y sale a buscarla por las calles de San Petersburgo. En su camino, se encuentra con su nariz vestida con un uniforme de alto rango y entrando en una…

La casa y el cerebro

Edward Bulwer-Lytton

"La casa y el cerebro" es una novela de terror psicológico escrita por Edward George Bulwer-Lytton en 1859. La historia sigue a un joven heredero llamado Austin Ruthyn que regresa a la casa de su familia después de haber sido enviado a estudiar en el extranjero durante varios años. Sin embargo, una vez allí, descubre que hay algo extraño y siniestro que sucede en la casa, y se encuentra atormentado por visiones y sonidos que parecen tener una presencia sobrenatural. A medida que la historia avanza, el misterio se profundiza, y se revelan oscuros secretos y tragedias pasadas que han afectado a la familia Ruthyn durante generaciones. Austin comienza a sospechar que hay alguien o algo que está tratando de hacerle daño, y debe luchar para descubrir la verdad detrás de la historia de su familia antes de que sea demasiado tarde. En general, "La casa y el cerebro" es una novela intrigante que combina elementos de misterio, horror y psicología para crear una historia emocionante y perturbadora. La novela…