Zulema de la Rúa

Incorpóreo

Zulema de la Rúa Fernández

"Los vecinos la miran alejarse, un leve suspiro en los labios, no se conforman con el hecho de que alguien tenga un amigo incorpóreo, quizá comparten la idea de que la amistad es un fenómeno de honestidad mutua, donde todos deben dar la cara."
Cristiano Ronaldo. Foto Enrique Lin

Mis noches con Cristiano Ronaldo

Zulema de la Rúa Fernández

Lo conocí en Madrid, durante el Festival de Novela Romántica. Yo había escrito un cuento sobre cómo me había besuqueado con un negrón de seis pies en un cuartucho de Centro Habana, y cómo, gracias a sus veinticinco centímetros, había terminado más oscura que él, en realidad morada, con la presión alta, taquicardia, ojos bizcos, y cómo resucité en un hospital a los pocos días, convertida en zombie, con la lengua a un costado y pidiendo más

Bomba sexual

Zulema de la Rúa Fernández

No es fácil ser una bomba sexual. Menos aún si vives en La Habana y caminas lentamente por cualquier acera. No es fácil tener un súper culo bamboleante. Los hombres se te acercan. Abusadorcita. Locota. A ti lo que hay que llenarte toda de leche.

Escaleras al suelo

Zulema de la Rúa Fernández

No sé de dónde soy, le respondo, ni cómo he llegado aquí… Ella me sonríe y regresa al hardcore, a la apoteosis de cuerpos enloquecidos, a los cabellos en remolinos. El tiempo empuja las nubes de la ventana y las canciones de Rammstein quedan en absoluta libertad para estrujar las columnas de esta casa.

Lectura para quedarse en La Habana

Leopoldo Luis

La autora de los trece relatos que integran el volumen Cuentos para huir de La Habana no es Zulema de la Rúa Fernández, una enfermera —en realidad una Licenciada en Enfermería— que apenas rebasa los 30 años, a quien no me he topado nunca en una peña literaria (de esas que tienen lugar cada semana en cualquier rincón de la ciudad) y a quien mucho menos he visto aparecer en una revista (reseñada por algún periodista importante) o en la terraza de tertulias del vespertino Hola, Habana, al que tantos artistas glamurosos acuden para promocionar su obra.