Gérard de Nerval

Gérard de Nerval. Cuyo verdadero nombre era Gérard Labrunie, nació el 22 de mayo de 1808 en París, Francia. Desde su infancia, la pérdida de su madre a una edad temprana dejó una profunda huella en su vida y en su trabajo artístico. Fue criado por su tío abuelo en la campiña de Valois hasta que, en 1814, fue enviado de regreso a París. Durante sus vacaciones, solía visitar Valois y fue allí donde empezó a escribir su libro "Canciones y leyendas de Valois".

Gérard de Nerval llevó una vida llena de viajes y experiencias variadas. Ejerció diversos trabajos, como periodista, aprendiz de imprenta y ayudante de notario. Durante su vida, entabló amistades significativas con figuras literarias destacadas de su tiempo, como Alexandre Dumas, Théophile Gautier y Victor Hugo.

En 1826-1827, tradujo del alemán la obra "Fausto", de una manera personal y creativa, lo que lo llevó a conocer a figuras literarias alemanas como Friedrich Schiller y Heinrich Heine, con quienes estableció amistades y tradujo algunos de sus poemas.

En enero de 1834, recibió una herencia de su abuela materna, lo que le permitió viajar al sur de Francia y más tarde al extranjero, llegando a lugares como Florencia, Roma, Nápoles, y otras ciudades europeas. Durante este tiempo, Nerval se convirtió en un periodista y fundó la revista "Monde dramatique", aunque finalmente tuvo que venderla debido a problemas financieros.

En su vida amorosa, Gérard de Nerval experimentó una atracción fatal por la actriz y cantante Jenny Colon, a quien dedicó un culto idólatra. También tuvo experiencias sentimentales en sus viajes, como su encuentro con Marie Pleyel en Viena y su enamoramiento de una muchacha drusa en Beirut.

A lo largo de sus viajes, Gérard de Nerval se enfrentó a numerosas crisis de locura, que incluyeron depresión, sonambulismo y esquizofrenia. Estos trastornos llevaron a temporadas en hospitales psiquiátricos, donde su locura se agravó debido a su obsesión con lecturas de ocultismo, cábala y magia. Una de las situaciones más notorias que provocó su internamiento fue el pasear a una langosta con una cinta azul.

A pesar de los desafíos que enfrentó, Nerval dejó una obra literaria significativa y misteriosa que refleja las inquietudes y profundidades del alma humana. Algunas de sus obras más destacadas incluyen "Viaje a Oriente", donde relata leyendas escuchadas durante sus viajes por Europa y África del Norte; "Les Illuminés, ou les precurseurs du socialisme", una colección de relatos y retratos sobre personajes como Nicolás Edme Restif de la Bretonne y Cagliostro; "Las hijas del fuego", una galería de retratos femeninos que invocan el amor; y "Aurelia", una obra que influyó en el movimiento surrealista y narra su particular viaje vital al lado de la locura.

En 1855, Gérard de Nerval puso fin a su tormentosa vida ahorcándose en la 'rue de la Vieille-Lanterne' en París. Esta trágica muerte inspiró una famosa litografía de Gustave Doré. Nerval está enterrado en el célebre cementerio parisino de Père-Lachaise.

El legado de Gérard de Nerval perduró a lo largo de los años y ejerció una influencia significativa en escritores posteriores. Marcel Proust, René Daumal y Antonin Artaud fueron algunos de los autores que se vieron inspirados por su obra. Nerval fue un espíritu atormentado, pero su trabajo sigue siendo reconocido y admirado por su profundidad y su capacidad para expresar las complejidades del alma humana. Con su famoso lema "Je suis l'autre" ("Soy el otro"), dejó una huella duradera en la literatura francesa y en el pensamiento surrealista.