El último día de un condenado a muerte

Resumen del libro: "El último día de un condenado a muerte" de

Desde su celda, un condenado a muerte comparte con el lector, hora por hora, minuto a minuto, los últimos momentos de su vida. Para aliviar su intolerable espera, escribe sobre sus vanas esperanzas de ser indultado, su último viaje en furgón o su miedo a enfrentarse a la multitud en la plaza de ejecuciones, pero también sobre el recuerdo de sus últimos paseos por París o la sonrisa de su hija Marie. A través de sus palabras, el condenado anónimo y sin rostro no tarda en convertirse en un hombre de carne y hueso, cercano a cada uno de nosotros…

Publicado en 1829, El último día de un condenado a muerte es un conmovedor alegato contra la pena capital, que Victor Hugo escribió en su lucha por la abolición de las ejecuciones judiciales, convertidas en espectáculo público en Francia tras la Revolución de 1793.

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Bicêtre

¡Condenado a muerte!

Hace cinco semanas que vivo con este pensamiento, siempre a solas con él, paralizado siempre por su presencia, encorvado siempre bajo su peso.

En otra época, pues me parece que han pasado años más que semanas, yo era un hombre como cualquier otro hombre. Cada día, cada hora, cada minuto tenía su propio sentido. Mi mente, joven y rica, estaba llena de fantasías. Se entretenía presentándomelas unas tras otras, sin orden ni objetivo, bordando con arabescos inextinguibles el tejido tosco y ligero de la vida. Muchachas, espléndidas capas de obispo, batallas ganadas, teatros llenos de ruido y de luz, y luego muchachas de nuevo y caminatas oscuras en la noche bajo los largos brazos de los castaños. Mi imaginación siempre estaba de fiesta. Yo podía pensar en lo que quisiera, yo era libre.

Ahora estoy preso. Mi cuerpo está encadenado dentro de un calabozo, mi mente está en prisión dentro de una idea. ¡Una idea horrible, sangrienta, implacable! No tengo más que un pensamiento, una convicción, una certidumbre: ¡condenado a muerte!

Haga lo que haga, este pensamiento infernal permanece ahí, a mi lado, como un espectro de plomo, solitario y celoso, expulsando toda distracción, enfrentándome cara a cara con el miserable que soy, sacudiéndome con sus manos de hielo cuando quiero mirar hacia otro lado o cerrar los ojos. Se desliza bajo todas las formas que mi mente busca para huir, se mezcla como un horrible estribillo en cuantas palabras me dirigen, se agarra conmigo a las rejas espantosas de mi calabozo; me obsesiona durante la vigilia, espía mi dormitar convulsivo, y reaparece en mis sueños con la forma de un cuchillo.

Acabo de despertarme entre sobresaltos, perseguido por él y diciendo: «¡Ah! ¡Sólo es un sueño!». Pues bien, antes incluso de que mis ojos pesados hayan tenido tiempo de entreabrirse lo suficiente para ver este pensamiento fatal escrito en la horrible realidad que me rodea, sobre las losas húmedas y rezumantes de mi celda, en los pálidos rayos de mi lámpara de noche, en la trama grosera de la tela de mi ropa, bajo la sombría figura del soldado de guardia cuya cartuchera brilla a través de la reja del calabozo, me ha parecido como si una voz me hubiera murmurado al oído: «¡Condenado a muerte!».

El último día de un condenado a muerte – Victor Hugo

Víctor Hugo. Escritor, poeta y dramaturgo francés, es considerado como uno de los grandes autores en lengua francesa de todos los tiempos y claro ejemplo del estilo romántico, típico del siglo XIX.

Nacido durante la convulsa época del alzamiento napoleónico, Víctor Hugo se crío siguiendo los pasos de su padre, un oficial del ejército, cuyos destinos se dieron por toda Francia, Italia e incluso España durante la ocupación francesa de dichos territorios, y fue criado por su madre, católica y monárquica, a diferencia de su padre, republicano y ateo.

Pese a su educación, Víctor Hugo representó una voluntad reformista y abiertamente en contra del enriquecimiento burgués. Siempre en contra del poder, se mostró crítico tanto con el Imperio como con la República, tampoco comulgó con la Comuna de París pero su posición siempre se manifestó a favor de los más desfavorecidos, una de las claves que configuran su obra.

Víctor Hugo comenzó su carrera literaria muy joven, siendo todavía un niño ya aparecieron sus primeras poesía y en 1823 publicó su primera novela Han d”Islande. De esta época son notables sus obras históricas, claves para el desarrollo del romanticismo francés, como Cromwell. En cuanto al teatro, la obra que le dio la fama fue Hernani (1830) que tuvo un gran éxito y fue adaptada a la ópera por Verdi.

De entre sus obras más conocidas habría que destacar, por ejemplo, Nuestra Señora de París, de gran éxito y que ha sido llevada al cine y al teatro, Hojas de otoño o, ya en el teatro, El rey se divierte. Sin embargo, con las revueltas de 1848 a 1851 las ideas republicanas de Hugo le obligan a exiliarse en Bélgica.

Es durante esa época alejado de Francia que escribe su obra más conocida y que lo consagró como uno de los mejores escritores del XIX, Los miserables (1862), denuncia descarnada de la realidad social de su país.

Con la caída del Imperio, Víctor Hugo volvió a Francia y participó activamente en política hasta ser nombrado senador.

Víctor Hugo murió en París a los 83 años de edad, el 22 de mayo de 1885.