Cuentos de Agatha Christie

Los cuatro sospechosos

Agatha Christie

"Ninguno de ellos tiene una coartada ni es capaz de atestiguar la declaración de los demás. Pero una cosa es cierta: nadie del exterior pudo hacerlo ya que la presencia de un extraño hubiera sido advertida con seguridad en el pueblecito de King’s Gnaton."

Nido de avispas

Agatha Christie

John Harrison salió de la casa y se quedó un momento en la terraza de cara al jardín. Era un hombre alto de rostro delgado y cadavérico. No obstante, su aspecto lúgubre se suavizaba al sonreír, mostrando entonces algo muy atractivo...

Una broma extraña

Agatha Christie

-Y esta -dijo Juana Helier completando la presentación- es la señorita Marple. Como era actriz, supo darle entonación a la frase, una mezcla de respeto y triunfo...
Estación de policía. Foto por hessam nabavi en Unsplash

La huella del pulgar de san Pedro

Agatha Christie

Ahora, tía Jane, te toca a ti -dijo Raymond West. -Sí, tía Jane, esperamos algo verdaderamente sabroso -exclamó en tono festivo Joyce Lempriére. -Vamos, vamos, no se burlen de mí, queridos -replicó la señorita Marple plácidamente-. Creen que por haber vivido toda mi vida en este apartado rincón del mundo probablemente no he tenido ninguna experiencia interesante...
Hierba. Foto por Aaron Burden en Unsplash

La hierba mortal

Agatha Christie

Ahora usted, señora B -dijo don Henry Clithering. La señora Bantry, su anfitriona, lo miró con aire de reproche. -Le he dicho muchas veces que no me gusta que me llame señora B. Es una falta de respeto. -Scherezade, entonces…
Hoja en un lago. Foto por Andre Hunter en Unsplash

La ahogada

Agatha Christie

Don Henry Clithering, excomisionado de Scotland Yard, estaba hospedado en casa de sus amigos, los Bantry, cerca del pueblecito de St. Mary Mead. El sábado por la mañana, cuando bajaba a desayunar a la agradable hora de las diez y cuarto, casi tropezó con su anfitriona, la señora Bantry, en la puerta del comedor. Salía de la habitación evidentemente presa de una gran excitación y contrariedad...
Poker night. Foto por Michał Parzuchowski en Unsplash

El rey del trébol

Agatha Christie

La verdad -observé dejando el Daily Newsmonger a un lado- tiene más fuerza que la ficción. La observación no era original, pero pareció gustar a mi amigo, que, ladeando la cabeza de nuevo, se quitó una mota imaginaria de polvo de los bien planchados pantalones y observó:..
El cuarto hombre - Agatha Christie

El cuarto hombre

Agatha Christie

El canónigo Parfitt jadeaba. El correr para alcanzar el tren no era cosa que conviniera a un hombre de sus años. Su figura ya no era lo que fue y con la pérdida de su esbelta silueta había ido adquiriendo una tendencia a quedarse sin aliento, que el propio canónigo solía explicar con dignidad diciendo “¡Es el corazón!”...
Cinta métrica. Foto por Siora Photography en Unsplash

El crimen de la cinta métrica

Agatha Christie

Asiendo el llamador, la señorita Politt lo dejó caer sobre la puerta de la casita. Luego de un breve intervalo llamó de nuevo. El paquete que llevaba bajo el brazo le resbaló un tanto al hacerlo, y tuvo que volver a colocarlo en su sitio...

Tragedia navideña

Agatha Christie

El cuento "Tragedia Navideña" de Agatha Christie es un relato corto y emocionante que nos presenta un misterio de asesinato durante la Navidad en una casa de campo. Christie crea una trama cautivadora al presentarnos a varios personajes sospechosos, cada uno con un posible motivo para haber cometido el crimen. A través de una narrativa fluida y bien construida, Christie mantiene al lector en vilo y ofrece pistas para intentar resolver el misterio por su cuenta. En general, "Tragedia Navideña" es una excelente opción para aquellos que disfrutan de historias misteriosas y emocionantes, y un gran ejemplo de la habilidad de Agatha Christie para crear una trama intrincada e intrigante.

El caso de la doncella perfecta

Agatha Christie

"La señorita Marple pareció algo sorprendida. La impresión que tenía de Gladdie, que alguna vez viera tomando el té en la cocina en sus «días libres», era la de una joven robusta y alegre, de temperamento despreocupado."

El caso del bungalow

Agatha Christie

-Ahora recuerdo un caso… -dijo Jane Helier. Su bello rostro se iluminó con la sonrisa confiada del niño que busca aprobación. Era la sonrisa que conmovía a diario al público de Londres y que había hecho la fortuna de los fotógrafos-. Le ocurrió a una amiga mía -dijo con precaución...