El diario de Ana Frank

Resumen del libro: "El diario de Ana Frank" de

El Diario de Ana Frank, escrito por Anne Frank, es una obra conmovedora que narra la vida de una familia judía alemana durante la Segunda Guerra Mundial. La historia se desarrolla en Ámsterdam, donde los Frank se ven obligados a esconderse de la Gestapo en una buhardilla adjunta a la oficina del padre de Ana. Ocho personas, incluyendo a la joven Ana, conviven en un espacio confinado desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, cuando son descubiertos y deportados a campos de concentración.

Lo más notable de este relato es que Ana, con tan solo trece años, logra plasmar sus vivencias y emociones en un diario estremecedor. La obra es un testimonio único que ilustra el horror y la brutalidad del régimen nazi, así como los sentimientos y experiencias personales de Ana y sus compañeros de reclusión. A través de las páginas del diario, el lector es testigo de la lucha diaria por la supervivencia en condiciones precarias.

Anne Frank, la autora de este diario, captura la angustia de la persecución y la incertidumbre del futuro con una prosa sincera y directa. Su habilidad para expresar las emociones más profundas en medio del caos es admirable. La tragedia final se revela cuando, tras su detención, Ana fallece en el campo de concentración de Bergen-Belsen en marzo de 1945.

El Diario de Ana Frank es una obra atemporal que sigue siendo relevante hoy en día, recordándonos la importancia de la tolerancia y la resistencia frente a la injusticia. La voz de Ana trasciende el tiempo, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva y asegurando que su diario nunca sea olvidado.

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Diario

2 de junio de 1942.

Espero poder confiártelo todo como aún no lo he podido hacer con nadie, y espero que seas para mí un gran apoyo.

28 de septiembre de 1942 (Añadido)

Hasta ahora has sido para mí un gran apoyo, y también Kitty, a quien escribo regularmente. Esta manera de escribir en mi diario me agrada mucho más y ahora me cuesta esperar cada vez a que llegue el momento para sentarme a escribir en ti.

¡Estoy tan contenta de haberte traído conmigo!

Domingo, 14 de junio de 1942.

Lo mejor será que empiece desde el momento en que te recibí, o sea, cuando te vi en la mesa de los regalos de cumpleaños (porque también presencié el momento de la compra, pero eso no cuenta).

El viernes 12 de junio, a las seis de la mañana ya me había despertado, lo que se entiende, ya que era mi cumpleaños. Pero a las seis todavía no me dejan levantarme, de modo que tuve que contener mi curiosidad hasta las siete menos cuarto. Entonces ya no pude más: me levanté y me fui al comedor, donde Moortje, el gato, me recibió haciéndome carantoñas.

Poco después de las siete fui a saludar a papá y mamá, y luego al salón, a desenvolver los regalos; lo primero que vi fuiste tú, y quizá hayas sido uno de mis regalos más bonitos. Luego un ramo de rosas y dos ramas de peonías. Papá y mamá me regalaron una blusa azul, un juego de mesa, una botella de zumo de uva que a mi entender sabe un poco a vino (¿acaso el vino no se hace con uvas?), un rompecabezas, un tarro de crema, un billete de 2,50 florines y un vale para comprarme dos libros. Luego me regalaron otro libro, La cámara oscura, de Hildebrand (pero como Margot ya lo tiene he ido a cambiarlo), una bandeja de galletas caseras (hechas por mí misma, porque últimamente se me da muy bien eso de hacer galletas), muchos dulces y una tarta de fresas hecha por mamá. También una carta de la abuela, que ha llegado justo a tiempo; pero eso, naturalmente, ha sido casualidad.

Entonces pasó a buscarme Hanneli y nos fuimos al colegio. En el recreo convidé a galletas a los profesores y a los alumnos, y luego tuvimos que volver a clase. Llegué a casa a las cinco, pues había ido a gimnasia (aunque no me dejan participar porque se me dislocan fácilmente los brazos y las piernas) y como juego de cumpleaños elegí el voleibol para que jugaran mis compañeras. Al llegar a casa ya me estaba esperando Sanne Lederman. A Ilse Wagner, Hanneli Goslar y Jacqueline van Maarsen las traje conmigo de la clase de gimnasia, porque son compañeras mías del colegio. Hanneli y Sanne eran antes mis mejores amigas, y cuando nos veían juntas, siempre nos decían: «Ahí van Anne, Hanne y Sanne». A Jacqueline van Maarsen la conocí hace poco en el liceo judío y es ahora mi mejor amiga. Ilse es la mejor amiga de Hanneli, y Sanne va a otro colegio, donde tiene sus amigas.

El club me ha regalado un libro precioso, Sagas y leyendas neerlandesas, pero por equivocación me han regalado el segundo tomo, y por eso he cambiado otros dos libros por el primer tomo. La tía Helene me ha traído otro rompecabezas, la tía Stephanie un broche muy mono y la tía Leny, un libro muy divertido, Las vacaciones de Daisy en la montaña. Esta mañana, cuando me estaba bañando, pensé en lo bonito que sería tener un perro como Rin-tin-tín. Yo también lo llamaría Rin-tin-tín, y en el colegio siempre lo dejaría con el conserje, o cuando hiciera buen tiempo, en el garaje para las bicicletas.

Lunes, 15 de junio de 1942.

El domingo por la tarde festejamos mi cumpleaños. Rin-tin-tín gustó mucho a mis compañeros. Me regalaron dos broches, un punto para libros y dos libros. Ahora quisiera contar algunas cosas sobre las clases y el colegio, comenzando por los alumnos.

Betty Bloemendaal tiene aspecto de pobretona, y creo que de veras lo es, vive en la Jan Klasenstraat, una calle al oeste de la ciudad, que ninguno de nosotros sabe dónde queda.

En el colegio es muy buena alumna, pero solo porque es muy aplicada, pues su inteligencia va dejando que desear. Es una chica bastante tranquila.

A Jacqueline van Maarsen la consideran mi mejor amiga, pero nunca he tenido una verdadera amiga. Al principio pensé que Jacque lo sería, pero me ha decepcionado bastante.

D. Q. es una chica muy nerviosa que siempre se olvida de las cosas y a la que en el colegio dan un castigo tras otro. Es muy buena chica, sobre todo con G. Z.

E. S. es una chica que habla tanto que termina por cansarte. Cuando te pregunta algo, siempre se pone a tocarte el pelo o los botones. Dicen que no le caigo nada bien, pero no me importa mucho, ya que ella a mí tampoco me parece demasiado simpática. Henny Mets es una chica alegre y divertida, pero habla muy alto y cuando juega en la calle se nota que todavía es una niña. Es una lástima que tenga una amiga, llamada Beppy, que influye negativamente en ella, ya que esta es una marrana y una grosera.

J. R., a quien podríamos dedicar capítulos enteros, es una chica presumida, cuchicheadora, desagradable, que le gusta hacerse la mayor; siempre anda con tapujos y es una hipócrita. Se ha ganado a Jacqueline, lo que es una lástima. Llora por cualquier cosa, es quisquillosa y sobre todo muy melindrosa. Siempre quiere que le den la razón. Es muy rica y tiene el armario lleno de vestidos preciosos, pero que la hacen muy mayor. La tonta se cree que es muy guapa, pero es todo lo contrario. Ella y yo no nos soportamos para nada.

Ilse Wagner es una niña alegre y divertida, pero es una quisquilla y por eso a veces un poco latosa. Ilse me aprecia mucho. Es muy guapa, pero holgazana. Hanneli Goslar, o Lies, como la llamamos en el colegio, es una chica un poco curiosa. Por lo general es tímida, pero en su casa es de lo más fresca. Todo lo que le cuentas se lo cuenta a su madre. Pero tiene opiniones muy definidas y sobre todo últimamente le tengo mucho aprecio.

Nannie van Praag-Sigaar es una niña graciosa, bajita e inteligente. Me cae simpática. Es bastante guapa. No hay mucho que comentar sobre ella.

Eefje de Jong es muy maja. Solo tiene doce años, pero ya es toda una damisela. Me trata siempre como a un bebé. También es muy servicial, y por eso me cae muy bien. G. Z. es la más guapa del curso. Tiene una cara preciosa, pero para las cosas del colegio es bastante cortita. Creo que tendrá que repetir curso, pero eso, naturalmente, nunca se lo he dicho.

El diario de Ana Frank

Ana Frank. La vida de Ana Frank, una joven alemana de ascendencia judía, es un testimonio conmovedor de los horrores del Holocausto. Su legado más perdurable es su diario íntimo, conocido como el "Diario de Ana Frank," en el que documentó su vida oculta durante casi dos años y medio en Ámsterdam, escapando de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. A través de sus palabras, Ana nos sumerge en su mundo, revelando no solo los desafíos y el sufrimiento que enfrentó, sino también su profunda humanidad y espíritu resiliente.

El diario de Ana Frank se inicia en su decimocuarto cumpleaños, cuando recibe un pequeño cuaderno a cuadros rojos y blancos como regalo. A partir de ese momento, Ana canaliza sus pensamientos, emociones y experiencias en su diario, escribiendo en lengua neerlandesa. Su narración refleja su vida antes del auge del nazismo en Alemania, una infancia plácida en Fráncfort, con amigos de diferentes creencias y orígenes. Ana era una joven apasionada, extrovertida e impulsiva, con una mente inquisitiva y una gran pasión por la lectura.

El exilio de la familia Frank a Ámsterdam en 1934 marca un punto de inflexión en la vida de Ana. Los nazis habían llegado al poder en Alemania, y las leyes antisemitas y las tensiones políticas hacían que la vida en su país natal fuera insostenible para su familia. En los Países Bajos, vivían en un barrio de inmigrantes judíos, rodeados de otras familias que compartían su destino. El estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939 y la ocupación alemana en 1940 marcaron el inicio de su vida oculta.

Ana y su familia se vieron atrapados en un mundo donde las leyes anti-judías los excluyeron de la sociedad y les robaron sus derechos básicos, como el acceso a la educación o el cine. A pesar de las dificultades, Ana continuó su educación en el Liceo y mantuvo su amor por la lectura y la escritura. Durante este tiempo, Ana escribía en su diario sobre sus sentimientos, reflexiones sobre la religión y la naturaleza humana, y su crecimiento como escritora.

El 6 de julio de 1942, la vida de Ana y su familia dio un giro radical cuando recibieron una llamada de la "unidad central para emigración judía" que ordenaba la deportación de Margot, la hermana de Ana, a un campo de trabajo. Para evitar que los deportaran, la familia Frank se trasladó apresuradamente a su escondite en la parte trasera del edificio donde trabajaba su padre, Otto Frank. A este escondite se unieron más tarde la familia Van Pels y Fritz Pfeffer.

La vida en el escondite fue difícil y tensa. Ana, Margot y las otras personas ocultas en la casa compartieron sus alegrías y frustraciones, pero también enfrentaron conflictos y tensiones. El diario de Ana, sin embargo, fue su refugio, donde volcaba sus pensamientos y emociones más profundos. Su estilo de escritura mejoró con el tiempo, y su confianza como autora creció.

Durante su confinamiento, Ana creció y se dio cuenta de la difícil realidad del mundo exterior. Era consciente de las deportaciones y del dinero ofrecido por denunciar a los judíos escondidos. A pesar de los desafíos, estableció conexiones significativas con sus compañeros de escondite, incluso desarrollando sentimientos románticos por Peter van Pels.

La tragedia final llegó el 4 de agosto de 1944, cuando la policía nazi descubrió el escondite de la familia Frank. Todos los ocupantes fueron arrestados y enviados a campos de concentración. El destino fue cruel con Ana y su familia. Margot y Ana murieron de tifus en Bergen-Belsen en marzo de 1945, apenas dos meses antes de que el campo fuera liberado. De los ocho que se ocultaron en el escondite, solo Otto Frank sobrevivió.

El Diario de Ana Frank, que fue salvado por Miep Gies y Bep Voskuijl, se convirtió en un testimonio conmovedor de los horrores del Holocausto y el espíritu de supervivencia. Publicado en 1947 por su padre bajo el título "La casa de atrás," se ha traducido a más de 70 idiomas y ha conmovido a lectores de todo el mundo. A través de sus palabras, Ana Frank continúa siendo una voz inmortal que nos recuerda la importancia de la tolerancia, la empatía y la lucha contra la intolerancia y el odio.

La vida de Ana Frank es un recordatorio de la resiliencia humana y la importancia de recordar el pasado para evitar que se repitan las atrocidades del Holocausto. Su diario sigue siendo una obra literaria y un testimonio histórico de gran relevancia que inspira a generaciones a nunca olvidar las lecciones del pasado.

Cine y Literatura
Película: El diario de Ana Frank

El diario de Ana Frank

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