Cuentos Escoceses

Fábulas

Robert Louis Stevenson

"Fábulas" de Robert Louis Stevenson, publicadas postumamente en 1896, nos ofrece una mirada única al ingenio literario del autor, un año después de su célebre obra "El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde" (1886). Al liberarse de la presión de la reacción de sus lectores, Stevenson se sumerge en un estilo más descreído y sarcástico, dotando a estas fábulas de una precisión elíptica que cautiva al lector. Estas breves narraciones, traducidas magistralmente al español por Borges y Roberto Alifano, han sido definidas por el primero como una "breve y secreta obra maestra". En 2006, la Universidad de Yale descubrió dos nuevas fábulas, "El simio científico" y "El relojero", que se incluyen por primera vez en esta edición, lo cual constituye un acontecimiento literario de relevancia. Alifano, en el prólogo, destaca la sorprendente vigencia de esta obra, subrayando que más de un siglo después de su publicación, sigue asombrando a los lectores y proporciona una valiosa lección para aquellos que aspiran a escribir. En "Fábulas", Stevenson revela su maestría…

La viuda de las montañas

Walter Scott

«La viuda de las montañas» es uno de los relatos más trágicos de Scott y carece de contrapuntos cómicos. La narración retoma uno de los temas centrales de Scott: la negativa —en este caso de Elspat MacTavish, la viuda de las montañas— a aceptar el cambio radical que ha acontecido en Escocia con su unión a Inglaterra...
El diablo en la botella. Por William-Hatherell

El diablo de la botella

Robert Louis Stevenson

Había un hombre en la isla de Hawaii al que llamaré Keawe; porque la verdad es que aún vive y que su nombre debe permanecer secreto; pero su lugar de nacimiento no estaba lejos de Honaunau, donde los huesos de Keawe el Grande yacen escondidos en una cueva...
Tres monos jugando

El mono científico

Robert Louis Stevenson

En cierta Isla de las Antillas había una casa y una playa cerca de una arboleda. En esa casa habitaba un vivisector y, en los árboles, un clan de simios antropoides. Resultó que el vivisector atrapó a uno de ellos y lo encerró durante algún tiempo en una jaula del laboratorio...
Resurreccionistas

El ladrón de cadáveres

Robert Louis Stevenson

Todas las noches del año nos sentábamos los cuatro en el pequeño reservado de la posada George en Debenham: el empresario de pompas fúnebres, el dueño, Fettes y yo. A veces había más gente; pero tanto si hacía viento como si no, tanto si llovía como si nevaba o caía una helada, los cuatro, llegado el momento, nos instalábamos en nuestros respectivos sillones...

Markheim

Robert Louis Stevenson

-Sí -dijo el anticuario-, nuestras buenas oportunidades son de varias clases. Algunos clientes no saben lo que me traen, y en ese caso percibo un dividendo en razón de mis mayores conocimientos. Otros no son honrados -y aquí levantó la vela, de manera que su luz iluminó con más fuerza las facciones del visitante-, y en ese caso -continuó- recojo el beneficio debido a mi integridad...