José Echegaray

José Echegaray. Fue un hombre de múltiples facetas: ingeniero, matemático, científico, economista, político y dramaturgo. Nacido en Madrid en 1832, se trasladó a Murcia con su familia a los cinco años, donde desarrolló su pasión por la literatura y las matemáticas. A los catorce años regresó a Madrid para estudiar en el Instituto de Segunda Enseñanza San Isidro y luego en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, donde se graduó con el número uno de su promoción y posteriormente ejerció como profesor.

Su carrera académica y científica fue brillante: ingresó en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales a los treinta y dos años, introdujo en España la geometría de Chasles, la teoría de Galois y las funciones elípticas, fundó la Real Sociedad Matemática Española y publicó numerosos trabajos sobre física, hidráulica, economía y sociología. Su formación económica le llevó a defender las tesis librecambistas de Frédéric Bastiat y a participar activamente en la política española de finales del siglo XIX.

Fue ministro de Hacienda y de Fomento en varias ocasiones, bajo los gobiernos del Partido Liberal. Desde sus cargos impulsó importantes proyectos de infraestructura, como el Canal de Isabel II o el ferrocarril del Norte. También fue presidente del Ateneo de Madrid y de la Real Sociedad Española de Física y Química. Su compromiso social le llevó a ser miembro fundador de la Sociedad Abolicionista Española y a defender causas como el sufragio universal o la educación pública.

Pero quizás sea más conocido por su faceta literaria, especialmente como dramaturgo. Empezó a escribir teatro a los cuarenta años, influenciado por autores como Goethe, Balzac o Shakespeare. Su obra se caracteriza por el uso del drama como vehículo para expresar sus ideas morales, sociales y filosóficas. Sus personajes se enfrentan a conflictos éticos, pasionales o existenciales que les llevan a situaciones extremas. Su estilo es grandilocuente, retórico y simbólico.

Entre sus obras más destacadas se encuentran El gran Galeoto (1881), O locura o santidad (1877), La duda (1892), El hijo de Don Juan (1892) o El loco Dios (1900). Su éxito fue enorme tanto en España como en el extranjero, donde sus obras se tradujeron y representaron con frecuencia. En 1904 recibió el Premio Nobel de Literatura junto con el francés Frédéric Mistral, siendo el primer español en obtener este galardón. Murió en Madrid en 1916, dejando un legado impresionante como hombre universal.