¿Qué es la Ilustración?

Resumen del libro: "¿Qué es la Ilustración?" de

¿Qué es la Ilustración?, de Immanuel Kant, es un libro que recoge el famoso ensayo del filósofo alemán sobre el concepto de ilustración y su relación con la libertad, la razón y el progreso. El libro también incluye otros textos de Kant sobre temas como la moral, la política y la religión.

La ilustración, según Kant, es la salida del hombre de su minoría de edad, es decir, de su incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Para ello, el hombre debe atreverse a pensar por sí mismo, sin someterse a la autoridad de ningún dogma o tradición. Kant defiende que la ilustración es un proceso histórico que implica el desarrollo de las ciencias, las artes y las instituciones políticas. Así, la ilustración conduce al progreso de la humanidad hacia una mayor perfección y felicidad.

El libro es una obra fundamental para comprender el pensamiento de Kant y su influencia en la filosofía moderna. Kant es uno de los representantes más destacados de la Ilustración, el movimiento cultural que se desarrolló en Europa en los siglos XVII y XVIII y que se caracterizó por el afán de conocimiento, la crítica a la superstición y el fanatismo, y la defensa de los derechos humanos. El libro ofrece una visión clara y profunda de las ideas de Kant sobre la ilustración y sus implicaciones éticas, políticas y religiosas.

El libro está dirigido a un público interesado en la filosofía y en la historia de las ideas. El estilo de Kant es complejo y abstracto, pero el libro cuenta con una introducción y unas notas explicativas que facilitan su comprensión. El libro es una lectura recomendable para quienes quieran conocer mejor el pensamiento de Kant y su relevancia para el mundo actual.

Libro Impreso

I. Kant y la Ilustración

El siglo XVIII es conocido en términos historiográficos como «el Siglo de las Luces». Los pensadores de aquella época estaban convencidos de poder acabar con las tinieblas del oscurantismo y entendieron que su misión consistía en alumbrar al género humano con la luz del pensamiento racional. Tal era el fantasma que recorría la Europa de aquel entonces. En Inglaterra se llamaban freethinker, en Francia philosophes y en Alemania Aufklärer. Pero ya fueran librepensadores ingleses, filósofos franceses o ilustrados alemanes, todos ellos compartían un mismo culto: el confiar en que con las luces de la razón podían combatir toda superstición y transformar el orden establecido «civilizando a la humanidad», por utilizar la expresión de Voltaire. Mientras Diderot impulsa el magno proyecto de la Enciclopedia, Kant emprende su crítica de la razón, instituyendo un tribunal que garantice sus pretensiones legítimas y cancele cualquier presunción infundada, no mediante argumentos de autoridad, sino a través de las leyes eternas e inmutables que la propia razón posee. Todo ha de someterse al dictamen de semejante tribunal presidido por la razón humana y aquello que pretenda zafarse de tal crítica, como sería el caso de la religión revelada o la legislación codificada, suscita una justificada sospecha en contra suya, pues la razón sólo dispensa su respeto hacia «lo que puede resistir un examen público y libre». Este dictamen, contenido en el prólogo a la primera edición de su Crítica de la razón pura (1781), anuncia las líneas maestras del razonamiento seguido por Kant en el opúsculo que nos ocupa.

Su Contestación a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración? es publicada en 1784 por la Berlinische Monatsschrift, la Revista mensual de Berlín. Kant ha cumplido 60 años y es bien conocido como el autor de la Crítica de la razón pura. Además, aunque no ha publicado nada en la década de 1770, su fama como docente universitario había transcendido las fronteras de su Königsberg natal, confiriéndole un enorme prestigio en toda Europa. Su propósito en el aula no era enseñar filosofía, sino aprender a filosofar, tal como señalaba en el anuncio de los cursos que impartía sobre las más variopintas materias: antropología, ética, filosofía del derecho, filosofía de la religión, geografía, lógica, pedagogía o metafísica.

Un antiguo discípulo suyo —nada menos que Herder— nos comenta lo siguiente a propósito del magisterio kantiano: «Tuve la suerte de tener como profesor a un gran filósofo al que considero un auténtico maestro de la humanidad. Este hombre poseía por aquel entonces la viveza propia de un muchacho, cualidad que parece no haberle abandonado en su madurez. Su ancha frente, hecha para pensar, era la sede de un gozo y de una amenidad inagotables; de sus labios fluía un discurso pletórico de pensamientos. Las anécdotas, el humor y el ingenio se hallaban constantemente a su servicio, de manera que sus lecciones resultaban siempre tan instructivas como entretenidas. En sus clases se analizaban las últimas obras de Rousseau con un entusiasmo sólo comparable a la minuciosidad aplicada al examen de las doctrinas de Leibniz, Wolff, Baumgarten o Hume, por no mentar la perspicacia derrochada a la hora de exponer las leyes naturales concebidas por Kepler y Newton; ningún hallazgo era menospreciado para mejor explicar el conocimiento de la Naturaleza y el valor moral del ser humano. La historia del hombre, de los pueblos y de la Naturaleza, las ciencias naturales, las matemáticas y la experiencia: tales eran las fuentes con que este filósofo animaba sus lecciones y su trato. Nada digno de ser conocido le era indiferente; ninguna cábala o secta, así como tampoco ventaja ni ambición algunas, empañaron jamás su insobornable pasión por dilucidar y difundir la verdad. Sus alumnos no recibían otra consigna salvo la de pensar por cuenta propia; nada le fue nunca más ajeno que el despotismo. Este hombre, cuyo nombre invoco con la mayor gratitud y el máximo respeto, no es otro que Immanuel Kant».

Así pues, al querer definir el término «Ilustración», Kant viene a identificarla con su propio quehacer como profesor universitario. Sus alumnos —según el testimonio de Herder— no recibían otra consigna que la de pensar por sí mismos y ésa será justamente la divisa del movimiento ilustrado: ¡atreverse a pensar! Acostumbrarse a ejercitar nuestra propia inteligencia sin seguir necesariamente las pautas determinadas por cualquier otro. El hombre debe aprender a emanciparse de toda tutela y alcanzar una madurez intelectual que suele rehuir por simple comodidad.

¿Qué es la Ilustración?: Immanuel Kant

Immanuel Kant. Filósofo alemán. Nació en 1724 y murió en 1804. Es considerado por muchos como el pensador más influyente de la era moderna. Nacido en Königsberg (en la actualidad, Kaliningrado, Rusia) el 22 de abril de 1724, Kant se educó en el Collegium Fredericianum y en la Universidad de Königsberg. En la escuela estudió sobre todo a los clásicos y en la universidad, física y matemáticas. Tras la muerte de su padre, tuvo que abandonar sus estudios universitarios y ganarse la vida como tutor privado. En 1755, ayudado por un amigo, reanudó sus estudios y obtuvo el doctorado. Después, enseñó en la universidad durante 15 años, y dio conferencias, en primer lugar, de ciencia y matemáticas, para llegar de forma paulatina a disertar sobre casi todas las ramas de la filosofía.

Aunque las conferencias y escritos de Kant durante este periodo le dieron reputación como filósofo original, no se le concedió una cátedra en la universidad hasta 1770, cuando se le designó profesor de lógica y metafísica. Durante los 27 años siguientes continuó dedicado a su labor profesoral y atrayendo a un gran número de estudiantes a Königsberg.

Las enseñanzas religiosas nada ortodoxas de Kant, que se basaban más en el racionalismo que en la revelación divina, le crearon problemas con el Gobierno de Prusia y en 1792 Federico Guillermo II, rey de esa nación, le prohibió impartir clases o escribir sobre asuntos religiosos. Kant obedeció esta orden durante cinco años, hasta la muerte del rey, y entonces se sintió liberado de su obligación. En 1798, ya retirado de la docencia universitaria, publicó un epítome donde se contenía una expresión de sus ideas de materia religiosa.

Falleció el 12 de febrero de 1804.