Iluminaciones

Resumen del libro: "Iluminaciones" de

En «Iluminaciones», Alan Moore, el renombrado creador de obras maestras como Watchmen, V de Vendetta y From Hell, nos sumerge en un viaje literario a lo largo de cuarenta años de su prolífica carrera. Este compendio de cuentos revela la capacidad única de Moore para explorar el componente fantástico que yace bajo la superficie de la realidad.

Moore presenta nueve relatos cautivadores que abordan temas tan variados como la infiltración extraterrestre en un grupo de estudio paranormal, las trágicas consecuencias de un romance entre concubinas en un burdel para especialistas fantásticos, y el encuentro nostálgico de un anciano con su pasado en un balneario de juventud. Además, se sumerge en el intrigante y a veces kafkiano recorrido de la industria del cómic en los últimos setenta y cinco años, revelando el lado oscuro y palpitante del negocio de los superhéroes a través de personajes ingenuos, maniacos y con altibajos en sus carreras.

Desde fantasmas hasta criaturas de otro mundo y cerebros de Boltzmann que dan forma al universo en el Big Bang, «Iluminaciones» destaca la maestría de Moore para tejer historias luminosas que arrojan luz sobre el poder de la imaginación. Cada relato revela capas de profundidad y complejidad, capturando la atención del lector con giros inesperados y una narrativa magistral.

La habilidad de Moore para fusionar lo sobrenatural con la realidad cotidiana se manifiesta de manera excepcional en este libro, donde cada historia es una ventana a mundos extraordinarios. Con su estilo distintivo y su aguda observación de la condición humana, el autor nos invita a reflexionar sobre la intersección entre lo fantástico y lo mundano, revelando la riqueza que se esconde en las sombras de la realidad.

«Iluminaciones» se presenta como una obra esencial para los admiradores de la narrativa de Alan Moore y para aquellos que buscan explorar la magia que yace en lo aparentemente común. Con su característica maestría en la escritura y su capacidad para desentrañar las complejidades de la imaginación, Moore consolida su posición como una leyenda contemporánea en la literatura fantástica.

Libro Impreso

EL LAGARTO HIPOTÉTICO

La mitad de su cara era de porcelana.

Sentada en su balcón, masticando con aire ausente las anémicas flores azules que había arrancado de la jardinera que tenía en la ventana, Som-Som observaba el patio de la Casa Sin Relojes. Sencillo y circular, se extendía allí abajo como si se tratase de una sombría charca de agua estancada. Las baldosas negras, pulidas hasta alcanzar un brillo impasible fruto del paso de incontables visitantes, parecían más un remanso de aguas tranquilas, visto desde lo alto, que un simple suelo de piedra. Las grietas y las hendiduras, que podrían haber alterado ese efecto, tan solo resultaban visibles cuando una veta de musgo aparecía entre esas sinuosas costuras al atravesar lo que, de no ser por eso, semejaba una corriente de agua sin rasgo distintivo alguno. Esas marcas bien podrían haber sido el delicado entramado de limo de un estanque, dividiéndose y dispersándose con la más mínima salpicadura, con la más insignificante onda.

Cuando Som-Som tenía cinco años, su madre se percató de la dolorosa belleza que empezaba a concretar su rostro de niña, lo que le llevó a dejar atrás, sin que la niña fuese consciente de lo que ocurría, el laberinto de gritos nocturnos de Liavek hasta llegar a aquella casa de color pastel con ese patio redondo de piedras negras. Arrastrada por su madre, Som-Som atravesó a medianoche el suelo embaldosado oyendo el eco de sus propios pasos, como en un susurro, al rebotar en las altas paredes curvadas que rodeaban las tres cuartas partes de aquel recinto. La fachada cóncava de la Casa Sin Relojes completaba el círculo y, en mitad de ese amplio arco, se encontraban las siete puertas, cada una de un color diferente. Su madre se decidió a llamar a la que estaba justo en el centro, la de color blanco.

Oyeron el leve sonido de unos pasos discretos, seguidos por el chirriar de un pestillo al otro lado de la puerta, que se abrió de un modo sorprendentemente silencioso. Fue una chica de unos quince años, vestida de blanco sobre el blanco fondo de la habitación que se extendía tras ella, la que abrió la puerta. Oteó hacia la oscuridad en la que se encontraban con mirada ausente, carente de juicio.

La ropa que llevaba puesta se ajustaba a su cuerpo y tenía el color de la nieve, y unas leves sombras azules se destacaban entre los pliegues. Estaba cubierta de la cabeza a los pies, aunque la tela mostraba varios cortes que dejaban al aire su seno derecho, su mano izquierda y su impenetrable rostro, que más bien parecía una máscara.

Al observar a aquella delgada figura, enmarcada en un frío rectángulo de luz, en un primer momento Som-Som pensó que los fragmentos de carne del cuerpo de la chica que resultaban visibles debían de haber sido coloreados con algún tipo de pintura o polvos para darles aquel tono rosáceo. Al fijarse con detalle, sin embargo, entendió, con un chispazo de fascinación y temor, que su piel estaba cubierta por completo con palabras, diminutas pero legibles, tatuadas con un vívido color carmesí sobre el suave lienzo blanco que era su piel. Frases meticulosamente escritas, ambiguas y sugerentes, que se iniciaban, dibujando una espiral, en el centro granate de su pezón. Versos de una elegante y críptica pasión rodeaban la órbita de su ojo izquierdo antes de transformarse en una perfecta metáfora bajo la sombra que delineaba su pómulo. Sus dedos goteaban poesía.

«Iluminaciones» de Alan Moore

Alan Moore. Northampton 1953, está considerado como uno de los mejores autores dentro de la breve historia de la novela gráfica. Nacido en una familia de origen muy humilde, Moore fue expulsado de varios colegios y terminó sin completar formación reglada alguna. En 1979, tras varios años colaborando con fanzines y el movimiento underground cultural inglés, Moore comenzó a trabajar, primero como dibujante -labor que abandonó pronto- y luego como guionista en varias revistas. A partir de ese momento recibe encargos para colecciones como Dr.Who o 2000 A.D, que contaban con gran tradición en Inglaterra. Su primer gran éxito es Miracleman, seguido de V de Vendetta, que recibió el British Eagle Award de 1983, y que posteriormente sería adaptado al cine.

La mayoría de trabajos de Alan Moore son considerados de muy alto nivel y varios de ellos, como el mencionado cómic V de Vendetta, han sido pasados al cine, Watchmen, La liga de los hombres extraordinarios, From Hell, en adaptaciones que no han hecho otra cosa que producir un absoluto rechazo en Moore, hasta tal punto que se ha negado incluso a recibir su parte de los derechos de autor.

Famoso por su carácter excéntrico y su admiración por la estética victoriana, Moore ha trabajado para los principales grupos editoriales del cómic, como son DC y Marvel Cómics. Siempre lleno de quejas y de difícil trato, Moore ha combinado su trabajo para los grandes estudios con varias editoriales independientes.