Relatos

Libros. Foto por Joanna Kosinska en Unsplash

Buenas esperanzas

Tommaso Landolfi

¿Qué harías si tuvieras que viajar a una redacción para cobrar por tu trabajo y te dijeran que no pueden pagarte hasta que llegue una carta misteriosa? Eso es lo que le ocurre al protagonista de este relato, que se enfrenta a la indiferencia y la burocracia de un mundo que no valora su talento.

Comienzos de una fortuna

Clarice Lispector

¿Qué harías si tuvieras mucho dinero? ¿Cómo te sentirías si nadie te entendiera? ¿Qué pasaría si tu vida fuera diferente? Estas son algunas de las preguntas que se plantea Arturo, el protagonista de este cuento de Clarice Lispector, una de las escritoras más originales y fascinantes de Brasil. Arturo es un joven que sueña con tener una fortuna y que se siente incomprendido por su familia. Su historia nos muestra el contraste entre sus aspiraciones y la realidad que lo rodea, así como su dificultad para comunicarse con los demás.

Al final del arco iris

Jack London

Lee el emocionante relato de Montana Kid, un forajido estadounidense que llega a Alaska durante la fiebre del oro y se ve envuelto en una serie de peripecias y conflictos con los nativos y los buscadores de oro. Disfruta del contraste entre la cultura occidental y la indígena, así como del humor y la ironía de Jack London al retratar las costumbres y los valores de los personajes. Al final del arco iris es un cuento breve que te hará vivir una aventura inolvidable en el lejano norte.

La historia de un picaflor

Rubén Darío

Sumérgete en el mundo de la naturaleza con “La historia de un picaflor” del insigne poeta Rubén Darío. Este cuento te llevará en un viaje poético a través del ecosistema y el papel de las aves en la polinización. Aprende sobre la importancia de proteger y conservar nuestro entorno mientras disfrutas de la belleza de la prosa de Darío.

El oro de Tomás Vargas

Isabel Allende

Descubre la historia de Tomás Vargas, un hombre que guarda sus ahorros en oro enterrándolos en lugar de confiar en los bancos. Acompaña a Tomás en su vida diaria y descubre cómo sus decisiones afectan su destino.

Ana María

José Donoso

"Todos los días acudía a almorzar bajo el sauce y a dormitar un poco junto a esa isla de verdor, lo único vegetado del barrio. Y a las dos de la tarde volvía a la construcción donde trabajaba, dos cuadras más allá por la calle en que casi todos los sitios permanecían sin casas aún y secos."

El campanario

Herman Melville

Sumérgete en la obsesiva búsqueda de un hombre por conocer al misterioso relojero encargado de las campanas de una catedral en construcción. A través de una prosa exquisita, Herman Melville explora los temas de la soledad, la marginación y la crueldad humana en un relato que te mantendrá en vilo hasta el final. Descubre cómo la vida de un hombre solitario se entrelaza con la construcción del campanario y su imponente presencia en el horizonte de la ciudad. No te pierdas esta obra maestra de uno de los grandes escritores estadounidenses del siglo XIX.

Un artista del hambre

Franz Kafka

"Aparte de los espectadores que sin cesar se renovaban, había allí vigilantes permanentes, designados por el público (los cuales, y no deja de ser curioso, solían ser carniceros); siempre debían estar tres al mismo tiempo, y tenían la misión de observar día y noche al ayunador para evitar que, por cualquier recóndito método, pudiera tomar alimento"

La traída de aguas

E. L. Doctorow

"Yo estaba seguro de que se daba cuenta de mi cercanía. Más aún, hacía días que deducía yo de sus actos una loca intuición de cooperación, como si se hubiese lanzado a sus empresas en beneficio suyo y mío."

El oro inglés

Felipe Trigo

"¡Si fuese de cristal! Las maniobras de siempre. Mi habitación tenía la cama en un ángulo del fondo. Igual estaría colocada la cama en la de encima, y allá se habían dirigido los pasos: la inglesita levantaría el embozo… Después sentí el dulce y picado taconeo hacia el rincón opuesto. ¿El tocador?…"

El robo de Tiztla

Elena Garro

"El jefe de la policía pareció desconcertado. Insistió en mirar con ojos vidriosos a Fili y ésta agachó la cabeza, entornó los párpados y se acomodó las trenzas sobre el pecho. El hombre miró a su derredor e hizo una especie de mueca, que quiso ser sonrisa, a la señora y a sus hijas, que escuchaban el interrogatorio con aire distraído, como si no les interesara lo más mínimo. Ahora era el turno de Carmen, la cocinera."

La mica

Carmen Lyra

"Era una vieja más fea que un susto en ayunas: tuerta, con un solo diente abajo, que se le movía al hablar, hecha la cara un arruguero y con un lunar de pelos en la barba."

La serpiente del sueño

Robert E. Howard

"Faming se inclinaba hacia delante, agarrándose a los brazos de la silla, la cara extraña y pálida bajo la luz espectral; un fino hilo de sangre goteaba del labio en el que había clavado sus dientes. Asombrados, le miramos, y de pronto se agitó con una risa breve semejante a un bufido."

El muro

Jean-Paul Sartre

"En realidad lo que nos servía de celda era uno de los sótanos del hospital. Se sentía terriblemente el frío debido a las corrientes de aire. Toda la noche habíamos tiritado y durante el día no lo habíamos pasado mejor. Los cinco días precedentes había estado en un calabozo del arzobispado, una especie de subterráneo que debía datar de la Edad Media: como había muchos prisioneros y poco lugar se les metía en cualquier parte."

Asesinato

John Steinbeck

"Jim Moore nació en la vieja casa y creció en ella. Conocía muy bien todos los maderos del establo y cada una de las vigas del granero. Sus padres murieron antes de que él cumpliera los treinta años. Había celebrado su mayoría de edad dejándose la barba."

Elisabeth

Kjell Askildsen

"Cuando volví a casa de mi hermano, él aún no había llegado. Dije a Elisabeth que mi madre había enviado saludos para ella. ¿No te encontraste con Daniel?, preguntó. No, contesté. Fue a buscarte, dijo ella. ¿A casa de mi madre?, pregunté. Sí, respondió."

El hombre muerto

Leopoldo Lugones

Descubre el sobrecogedor relato de un hombre que, tras sufrir una enfermedad que lo dejaba inconsciente a menudo, despierta un día convencido de que ha muerto. Nadie logra hacerle cambiar de opinión y vive atormentado durante treinta años en una aldea, deseando la muerte que no llega y sufriendo una sed de la nada insoportable. ¿Será capaz algún día de encontrar la paz que tanto anhela? Con un desenlace inesperado y escalofriante, este cuento de Leopoldo Lugones te mantendrá en vilo hasta la última palabra.

Moñigüeso

Onelio Jorge Cardoso

"Moñigüeso vivía en casa de la vieja Elvira, quien, por el bien quedar con Dios y el buen atendimiento de la arboleda, le dio refugio en su “Quinta”. Habitaba en el patio, sobre el corral de los cerdos. De allí lo tumbaba veinte veces al día la llamada de la vieja Elvira. Venía entonces, inexpresivo y torpe, hasta la cerca de metal que resguardaba el pequeño patio del resto de la propiedad, y balbuceaba:"

Amadeus Knödlseder, el incorregible buitre de los Alpes

Gustav Meyrink

"Y él, que hasta el momento había sido el orgullo del Jardín Zoológico, él, el venerado buitre de los Alpes… se lo creyó: se apoderó del caño de goma y lo llevó en rápido vuelo hasta su barra, donde comenzó a tironear y tironear hasta que el caño se fue haciendo cada vez más largo y finito, rompiéndose por fin arrojándolo hacia atrás con violencia, de modo que, por primera vez en su vida, cayó al suelo provocándose una dolorosa torcedura en el cogote"

A rodar

Tommaso Landolfi

"Para ser exactos, el muerto ya tenía en sus manos el arma homicida. Ello era parte de las precauciones más prudentes, porque nunca se sabe, de un ángulo de tiro apenas aberrante, los típicos engreídos funcionarios de la científica acaso podrían deducir algo."