George Turner

George Turner

George Reginald Turner. Nacido el 15 de octubre de 1916 en Melbourne, Australia, fue un escritor y crítico literario que dejó una marca indeleble en la ciencia ficción. Su incursión en este género llegó a los 60 años, desafiando convenciones y cosechando reconocimientos, incluido el prestigioso premio Arthur C. Clarke.

Melbourne fue testigo de su infancia y juventud, pero fue en las Fuerzas Imperiales australianas durante la Segunda Guerra Mundial donde Turner forjó su carácter. Después, desempeñó diversos roles, desde funcionario hasta técnico en la industria textil, antes de convertirse en un crítico literario de ciencia ficción en The Age.

Antes de aventurarse en la ciencia ficción, Turner dejó su impronta en la ficción convencional, con novelas como "The Cupboard under the Stairs" y "The Lame Dog Man", que recibieron reconocimientos literarios en Australia.

Su incursión formal en la ciencia ficción comenzó en los años 70, donde se labró una reputación en la revista SF Commentary. En 1978, publicó "Beloved Son", el primer capítulo de su Saga de La Cultura Étic, explorando temas post-apocalípticos y pandemias.

Pero fue con "The Sea and Summer" (1987), también conocida como "Drowning Towers", que Turner alcanzó la cima. Nominada al Premio Nébula y galardonada con el Arthur C. Clarke, la novela presenta un Melbourne sumergido por el cambio climático, ofreciendo una perspicaz reflexión sobre las consecuencias sociales.

Sus últimas obras, "Brainchild" y "The Destiny Makers", exploran thrillers políticos ambientados en futuros cercanos, adentrándose en la complejidad de la inteligencia genéticamente mejorada. Su legado culminó con "Down There in Darkness" (1999).

Aunque la Convención Mundial de Ciencia Ficción en Melbourne en 1999 lo honró como Invitado de Honor, Turner partió dos años antes. Su obra maestra, "The Sea and the Summer", se convirtió en la primera novela australiana en ser incluida en la lista de Obras Maestras de la Ciencia Ficción de Victor Gollancz Ltd., asegurando su lugar eterno en el panteón literario.