Nikolái Gógol

"¡Demonios! ¿Qué se habrá creído él? Si tiene cara de bola de billar con cuatro pelos en la cabeza que se unta de pomada y lleva rizados que es una irrisión. Y se cree que a él todo le está permitido. Ya comprendo por qué está furioso: es que me tiene envidia..."

La pluma magistral de Nikolái Gógol dejó una huella imborrable en la literatura rusa del siglo XIX, compartiendo créditos con el gran Aleksandr Pushkin como fundador de la gran prosa rusa. Sus "Historias de San Petersburgo", destilando una visión satírica y mordaz de Rusia, allanaron el camino para su obra maestra, "Almas muertas". La novela, publicada en 1842, recibió una resonancia notable y provocó cierto revuelo, catapultando a Gógol a la fama y consolidando su reputación como un narrador excepcional. El protagonista, Chichikov, traza un plan intrigante para adquirir "almas muertas", es decir, la propiedad de siervos fallecidos, con el propósito de utilizarla como aval para obtener un crédito estatal antes del próximo censo. Así, el relato se sumerge en las peripecias de Chichikov mientras recorre la Rusia rural, y el resultado de sus acciones constituye uno de los momentos culminantes de la literatura rusa. Gógol no solo demuestra su talento para la sátira en esta obra, sino también su habilidad excepcional para retratar caracteres inolvidables. A través de su…

La nariz de Nikolái Gógol es un cuento satírico que narra la extraña aventura de un funcionario ruso que pierde su nariz y la ve convertida en un personaje independiente. El autor utiliza el humor y el absurdo para criticar la sociedad de su época, marcada por el clasismo, la burocracia y la hipocresía. El cuento se divide en tres partes. En la primera, el barbero Iván Yakovlevich encuentra una nariz en el pan que le sirve su esposa para desayunar. Reconoce que es la nariz de uno de sus clientes habituales, el mayor Kovalyov, y trata de deshacerse de ella tirándola al río. Sin embargo, es detenido por un policía que sospecha de su actitud. En la segunda parte, el mayor Kovalyov se despierta y descubre con horror que le falta la nariz. Se pone una venda en la cara y sale a buscarla por las calles de San Petersburgo. En su camino, se encuentra con su nariz vestida con un uniforme de alto rango y entrando en una…

En el departamento ministerial de **F; pero creo que será preferible no nombrarlo, porque no hay gente más susceptible que los empleados de esta clase de departamentos, los oficiales, los cancilleres..., en una palabra: todos los funcionarios que componen la burocracia...