La vida por la opinión
Francisco Ayala
Esto no son cuentos. Ocurre que, por su carácter vehemente, o quizá por falta de experiencia cívica, los españoles han propendido siempre a tomar la política demasiado a pechos. La última guerra civil los dejó deshechos, orgullosísimos, y con la incómoda sensación de haber sufrido una burla sangrienta...
La ratesa
Günter Grass
Günter Grass nos presenta una conmovedora fábula en la que nos plantea la posibilidad de un desastre nuclear. En un mundo que se va destruyendo a sí mismo, la supervivencia queda en manos de una sociedad que se difumina entre lo ratesco y lo humano. Una narración maravillosa, entre Orwell y Swift, sobre la pesadilla posible de la barbarie humana. Grass consigue sumergir al lector en las contradicciones de nuestro tiempo con una ficción muy realista.
El rey burgués
Rubén Darío
¡Amigo! El cielo está opaco, el aire frío, el día triste. Un cuento alegre… así como para distraer las brumosas y grises melancolías, helo aquí...
Berta Isla
Javier Marías
Muy jóvenes se conocieron Berta Isla y Tomás Nevinson en Madrid, y muy pronta fue su determinación de pasar la vida juntos, sin sospechar que los aguardaba una convivencia intermitente y después una desaparición. Tomás, medio español y medio inglés, es un superdotado para las lenguas y los acentos, y eso hace que, durante sus estudios en Oxford, la Corona ponga sus ojos en él. Un día cualquiera, «un día estúpido» que se podría haber ahorrado, condicionará el resto de su existencia, así como la de su mujer. Berta Isla es la envolvente y apasionante historia de una espera y de una evolución, la de su protagonista. También de la fragilidad y la tenacidad de una relación amorosa condenada al secreto y a la ocultación, al fingimiento y a la conjetura, y en última instancia al resentimiento mezclado con la lealtad. Y es también la historia de quienes quieren parar desgracias e intervenir en el universo, para acabar encontrándose desterrados de él.
Vedi Napoli
Manuel Quintero Pérez
El guía se acercó, lo tomó por el codo y le habló al oído con su ofensivo aliento nicotínico. «Señor, ponga su mano en mi hombro para que no tropiece». Álvaro hizo como le pidió y avanzaron unos pasos hacia el interior de la capilla San Severo…
Cuatro caminos hacia el perdón
Ursula K. Le Guin
En un mundo donde toda la humanidad está dividida en bienes y propietarios, donde tradición y liberación se entienden como términos contrapuestos y las mujeres son esclavas de esclavos, la libertad toma muchas formas: conocimiento, amor, compasión o coraje. Los planetas Werel y Yeowe, en los extremos del universo, albergan una sociedad compleja y perturbadora, en la que unos pocos e inolvidables personajes luchan por llegar a ser plenamente humanos. En esos mundos remotos –que se parecen mucho al nuestro– no hay preguntas insignificantes ni tampoco fáciles respuestas.
El adolescente y el nigromante
Fred Danilo Baltodano Alemán
Dos personajes se sujetan al picaporte de una historia detenida en las dragas del tiempo. Sobrevivientes en una isla donde la hecatombe económica ha dejado las más verosímiles imágenes que, a destiempo, parecerían sacadas de la misma Biblia...
Caballo
Onelio Jorge Cardoso
Desde potrico ya le dijo siempre: ¡caballo!, y así fue echando cuerpo con la palabra como un susto y una orden. De modo que cuando el alazán pudo llevar encima el hombre, se estremecía al oír su palabra: —¡Caballo! —y el animal vibraba del casco a la oreja; ¡brrr! hacía y el suelo trepidaba bajo sus patas...
Nicholas Nickleby
Charles Dickens
Cuentan que la pequeña Harriet Thackeray, hija del novelista inglés William Thackeray, le preguntaba a su padre con consternación: «Papá, ¿por qué tú no escribes libros como Nicholas Nickleby?». Y es que, como apuntaba uno de los más importantes críticos de su época, Walter Bagehot, «no hay ningún escritor inglés contemporáneo cuyas obras sean leídas con tanto deleite por toda la casa, criados y señores, niños y adultos». Esta observación se ajusta estupendamente a Nicholas Nickleby, una de esas largas novelas por entregas que los lectores de Dickens esperaban con tanta avidez. Con avidez semejante pero sin incómodas interrupciones podrá ahora disfrutar el lector contemporáneo de las aventuras y desventuras de Nicholas. La novela es, en primer lugar, un feroz ataque satírico contra las escuelas de Yorkshire de la época, donde los menores recibían un trato brutal por parte de individuos avariciosos y crueles, que habiendo demostrado su absoluta incompetencia en todo tipo de oficios y negocios solo tenían como último recurso hacerse maestros. Es posible que el lector contemporáneo…
Crónicas italianas
Stendhal
Poco antes de escribir «La Cartuja de Parma», Stendhal (1783-1842) adquirió «unos viejos manuscritos en tinta amarillenta» de los siglosXVI y XVII que le entregaron en vivo costumbres y personajes del Renacimiento y del posrenacimiento italianos. Pero lo que le interesaba de esas crónicas no era su valor puramente histórico, sino el mundo de pasiones enérgicas, amores tremebundos o tiernísimos y crímenes de alto bordo que sacaban a la superficie. Como refleja «Rojo y negro», Stendhal siempre se había sentido atraído por los beaux crimes, trágico resultado de amores desenfrenados y traicionados, de venganzas por ofensas al honor o de desmesuradas ambiciones. La traducción, adaptación y transformación que hizo de esas Crónicas italianas («La abadesa de Castro», «Vittoria Accoramboni», «Los Cenci», «La duquesa de Palliano», «San Francesco a Ripa», «Vanina Vanini», «Favores que matan» y «Suora Scolastica») hicieron que pasaran a formar parte de su obra con los mismos merecimientos que sus grandes novelas.
Sueños de robot
Isaac Asimov
-Anoche soñé -anunció Elvex tranquilamente. Susan Calvin no replicó, pero su rostro arrugado, envejecido por la sabiduría y la experiencia, pareció sufrir un estremecimiento microscópico. -¿Ha oído eso? -preguntó Linda Rash, nerviosa-. Ya se lo había dicho. Era joven, menuda, de pelo oscuro. Su mano derecha se abría y se cerraba una y otra vez. Calvin asintió y ordenó a media voz...
La princesa de Babilonia
Voltaire
La princesa de Babilonia vive en un mundo en el cual la realidad se confunde con la magia y el presente se une al pasado; protagonista de una magistral farsa, donde la ironía y el cinismo de Voltaire aparecen disfrazados por el fascinante escenario oriental de Las mil y una noches. Pero tras el mítico esplendor de los unicornios y los fastuosos jardines de Babilonia surge la triste realidad del presente histórico y social de la Europa del siglo XVIII, una realidad que sólo el genio del gran escritor francés fue capaz de transformar en fábula.
Los caminos
Haroldo Conti
A veces pienso que los días de mi vida se parecen a las teclas de esta máquina. Son redondos y precisos y justamente porque no hacen otra cosa que escribir...
Consideraciones sobre la Revolución francesa
Madame de Staël
Madame de Staël fue una de las grandes cabezas políticas de su tiempo y ejerció una influencia decisiva sobre más de medio siglo de vida cultural y política de Francia y Europa. Profunda defensora de las libertades políticas, se enfrentó sin contemplaciones tanto al terror jacobino como al autoritarismo de Napoleón. Estas Consideraciones sobre la Revolución francesa, centradas en la lucha por establecer las libertades civiles y un equilibrio de poderes que evitara cualquier dictadura, ya fuera de un hombre o de una clase, constituyen la primera gran obra en ofrecer una reflexión de conjunto sobre los sucesos revolucionarios y sus consecuencias. Haber tratado personalmente a los protagonistas de aquellos años de hierro le permite, junto con su sentido psicológico de novelista, trazar impagables semblanzas de un sinfín de hombres y mujeres ilustres. Por las páginas de este libro desfilan grandes personajes de la historia, desde su venerado padre, el ministro Necker, a Mirabeau, de Luis XVI a María Antonieta, de Marat a Robespierre, del general Lafayette a Bonaparte, de…
La regenta
Leopoldo Alas (Clarín)
Época de la primera Restauración Borbónica (1875-1931). Adaptación de la novela homónima de Clarín, que narra las vicisitudes de Ana Ozores (Emma Penella) y la sordidez de la vida en Vetusta (Oviedo), una ciudad de provincias del norte de España. La joven Ana, casada con un regente jubilado (Marsillach), vive oprimida por la hipocresía provinciana […]
La fiesta de las balas
Martín Luis Guzmán
Atento a cuanto se decía de Villa y el villismo, y a cuanto veía a mi alrededor, a menudo me preguntaba yo en Ciudad Juárez qué hazañas serían las que pintaban más a fondo la División del Norte: si las que se suponían estrictamente históricas, o las que se calificaban de legendarias; si las que se contaban como algo visto dentro de la más escueta realidad, o las que traían ya tangibles, con el toque de la exaltación poética, las revelaciones esenciales...
Guerra y paz
León Tolstói
Campaña napoleónica de 1812. Rusia contempla el implacable avance de las tropas napoleónicas hacia sus fronteras. La idílica vida de los miembros de la alta sociedad (el príncipe Andréi Bolkonsky, el soñador e idealista Pierre Bezukhov o la joven Natacha Rostova) sufrirá un dramático cambio. Antes, los aristócratas, la gente corriente y los siervos vivían […]
Paludismo
Víctor Cáceres Lara
La noche iba poniendo oscuros toques de angustia en los ángulos de la habitación destartalada donde el aire penetraba sometido a racionamiento riguroso y donde la luz, aun en la hora más soleada del día, no alcanzaba a iluminar plenamente...
El experimento
Fredric Brown
-La primera máquina del tiempo, caballeros -informó orgullosamente el profesor Johnson a sus dos colegas-. Es cierto que solo se trata de un modelo experimental a escala reducida. Únicamente funcionará con objetos que pesen menos de un kilo y medio y en distancia hacia el pasado o el futuro de veinte minutos o menos. Pero funciona...
Una belleza rusa
Vladimir Nabokov
En esta colección de trece cuentos Nabokov nos habla con ternura e ironía de una generación de exiliados. Algunos son emigrados rusos residentes en París o en Berlín, donde intentan reconstruir sus vidas a partir de fragmentos de realidad, belleza y honores recordados. Otros son simplemente hombres y mujeres a la deriva en un mundo extraño donde han desaparecido los valores que una vez rigieron su existencia.