Pantaleón y las visitadoras

Resumen del libro: "Pantaleón y las visitadoras" de

«Pantaleón y las visitadoras» de Mario Vargas Llosa es una obra literaria que destaca por su aguda crítica social y su astuta mezcla de humor, sátira e ironía. La historia se centra en Pantaleón Pantoja, un capitán del Ejército peruano, cuya tarea es establecer un servicio de prostitución secreto para las Fuerzas Armadas de Perú. Su celo por cumplir su deber lo lleva a Iquitos, en plena selva amazónica, donde se sumerge obsesivamente en su misión, poniendo en peligro todo lo que ha creado.

A través de esta trama, Vargas Llosa arroja luz sobre la hipocresía de las instituciones y cuestiona la moralidad en situaciones extremas. La novela explora el eterno dilema entre la verdad y la mentira, la necesidad y la virtud, y las consecuencias desastrosas que pueden surgir de una devoción inquebrantable al deber.

Lo que distingue a «Pantaleón y las visitadoras» es la habilidad de Vargas Llosa para dosificar el humor, la sátira y la ironía, lo que enriquece la narrativa y da vida a su peculiar universo literario. Esta obra marca un giro en su carrera literaria, alejándose del realismo social de sus primeras obras hacia una exploración más profunda de la naturaleza humana y las instituciones que la rodean.

Con una trama ingeniosa y personajes memorables, Vargas Llosa teje una historia cautivadora que invita a la reflexión sobre la moralidad, el poder y la corrupción. «Pantaleón y las visitadoras» es una obra maestra que demuestra el talento literario de uno de los escritores más importantes de la literatura latinoamericana contemporánea.

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PRÓLOGO

ESCRIBÍ ESTA novela en una apretada casita de Sarrià, en Barcelona, ente 1973 y 1974, al mismo tiempo que su versión cinematográfica. Debía filmarla José María Gutiérrez, pero, por los absurdos malabares del cine, termina dirigiendo la película al alimón con él (acepto toda la responsabilidad de la catástrofe).

La historia está basada en un hecho real —un «servicio de visitadoras» organizado por el Ejército peruano para desahogar las ansias sexuales de las guarniciones amazónicas—, que conocí de cerca en dos viajes a la Amazonía —en 1958 y 1962—, magnificado y distorsionado hasta convertirse en una farsa truculenta. Por increíble que parezca, pervertido como yo estaba por la teoría del compromiso en su versión sartreana, intenté al principio contar esta historia en serio. Descubrí que era imposible, que ella exigía la burla y la carcajada. Fue una experiencia liberadora, que me reveló —¡sólo entonces!— las posibilidades del juego y el humor en la literatura. A diferencia de mis libros anteriores, que me hicieron sudar tinta, escribí esta novela con facilidad, divirtiéndome mucho y leyendo los capítulos a medida que los terminaba a José María Gutiérrez, y a Patricia Grieve y Fernando Tola, mis vecinos de la calle Osio.

Algunos años después de publicado el libro —con un éxito de público que no tuve antes ni he vuelto a tener— recibí una llamada misteriosa, en Lima: «Yo soy el capitán Pantaleón Pantoja», me dijo la enérgica voz. «Veámonos para que me explique cómo conoció mi historia». Me negué a verlo, fiel a mi creencia de que los personajes de ficción no deben entrometerse en la vida real.

MARIO VARGAS LLOSA

Londres, 29 de junio de 1999

A José María Gutiérrez

Il y a des hommes n’ayant
pour mission parmi les autres
que de servir d’intermédiaires; on
les franchit comme des ponts,
et l’on va plus loin.

FLAUBERT
L’éducation sentimentale

I

—DESPIERTA, Panta —dice Pochita—. Ya son las ocho. Panta, Pantita.

—¿Las ocho ya? Caramba, que sueño tengo —bosteza Pantita—. ¿Me cosiste mi galón?

—Sí, mi teniente —se cuadra Pochita—. Uy, perdón, mi capitán. Hasta que me acostumbre vas a seguir de tenientito, amor. Si, ya, se ve regio. Pero levántate de una vez, ¿tu cita no es a?

—Las nueve, si —se jabona Pantita—. ¿Dónde nos mandarán, Pocha? Pásame la toalla, por favor. ¿Dónde se te ocurre, chola?

—Aquí, a Lima —contempla el cielo gris, las azoteas, los autos, los transeúntes Pochita—. Uy, se me hace agua la boca: Lima, Lima, Lima.

—No sueñes, Lima nunca, que esperanza —se mira en el espejo, se anuda la corbata Panta—. Si al menos fuera una ciudad como Trujillo o Tacna, me sentiría feliz.

—Qué graciosa esta noticia en El Comercio —hace una mueca Pochita—. En Leticia un tipo se crucificó para anunciar el fin del mundo. Lo metieron al manicomio pero la gente lo sacó a la fuerza porque creen que es santo. ¿Leticia es la parte colombiana de la selva, no?

—Qué buen mozo te ves de capitán, hijito —dispone la mermelada, el pan y la leche sobre la mesa la señora Leonor.

—Ahora es Colombia, antes era Perú, nos la quitaron —unta de mantequilla una tostada Panta—. Sírveme otro poquito de café, mamá.

—Cómo nos mandaran de nuevo a Chiclayo —recoge las migas en un plato y retira el mantel la señora Leonor—. Después de todo, allá hemos estado tan bien ¿no es cierto? Para mí, lo principal es que no nos alejen mucho de la costa. Anda, hijito, buena suerte, llévate mi bendición.

—En el nombre del Padre y del Espíritu Santo y del Hijo QUE MURIÓ EN LA CRUZ, —eleva los ojos a la noche, baja los ojos a las antorchas el Hermano Francisco—. Mis manos están amarradas, el leño es ofrenda, ¡persígnense por mí!

Pantaleón y las visitadoras: Mario Vargas Llosa

Jorge Mario Pedro Vargas Llosa. Nacido en Arequipa en 1936, es una figura destacada de la literatura hispanoamericana. Reconocido por su versatilidad, ha abordado géneros como la novela, el ensayo y el teatro con maestría. Su obra, galardonada con premios como el Nobel de Literatura en 2010 y el Cervantes en 1994, se caracteriza por su aguda mirada sobre la sociedad peruana y su estilo narrativo único.

En sus primeras obras, como "La ciudad y los perros" y "La casa verde", Vargas Llosa cautivó al público con su capacidad para explorar las complejidades del entorno peruano y la naturaleza humana. A lo largo de su carrera, ha continuado sorprendiendo con novelas emblemáticas como "La fiesta del Chivo" y "El sueño del celta", donde traslada sus tramas a otros países sin perder su perspectiva crítica y su estilo inconfundible.

Además de su prolífica carrera literaria, Vargas Llosa ha incursionado en la política y el periodismo. Desde sus simpatías juveniles con el comunismo hasta su posterior adhesión al liberalismo, su vida pública ha estado marcada por una serie de acontecimientos que han influido en su obra y su percepción del mundo.

Con una prosa magistral y una capacidad única para capturar la esencia de la condición humana, Mario Vargas Llosa continúa siendo una figura influyente en el panorama literario internacional, dejando un legado que perdurará por generaciones.